/ miércoles 17 de junio de 2020

Acceso a la información y agenda de género

El derecho de acceso a la información pública es un derecho humano, fundamental –instrumental- para el ejercicio de otros derechos. Un componente ineludible de la democracia que permite pedir y recibir información, lo que se traduce en la capacidad de monitorear acciones del Estado.

En México, el artículo 6° constitucional, así como tratados internacionales y leyes en la materia garantizan este derecho. Hay un antes y un después de la aprobación, en 2002, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información. Esta representó un acercamiento a la ciudadanía desde el estudio de las decisiones de gobierno y sus efectos en la población; sin embargo, se debe transitar a una desagregación de datos más profunda para focalizar las necesidades y demandas de las mujeres para satisfacer los derechos sociales han tradicionalmente excluidos en el diseño de mejores políticas públicas y con resultados más eficaces.

La atención de las mujeres de la tercera edad, de las mujeres migrantes, las que viven en reclusión, etc. pasa por tener acceso a datos desagregados de sus necesidades, de sus demandas y de cómo puede el Estado y sus sistemas de acceso a la información ayudar a mejorar su condición de vida.

La agenda de género y de la información tienen un terreno fértil que puede coadyuvar a la construcción de una agenda de igualdad sustantiva y acortar las brechas de género.

Existe una hoja de ruta a nivel internacional para incorporar la perspectiva de género en los sistemas de datos, acceso a la información, tecnologías de la información y transparencia desde los ODS y la Agenda 2030.

Ahora, justo en el aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, la agenda de género corre el riesgo de debilitarse o detener su avance en estos momentos de crisis económica mundial producto de la pandemia. Las dobles y triples jornadas, las cargas adicionales basadas en la visión de que los cuidados son tareas casi exclusivas de niñas y mujeres, la violencia intrafamiliar, los riesgos de mayores tasas de desempleo en sectores donde la feminización de la pobreza es una realidad, son solo algunas de las tareas impostergables a atender en las agendas nacionales.

Es importante que se tenga perspectiva de género en el manejo de datos y la transparencia. La paridad desde la toma de decisiones de gobierno atiende esta desigualdad ya que introduce necesidades y experiencia de las mujeres, desde su diversidad.

En cualquier caso, todas y todos, tenemos un gran reto y compromiso para seguir impulsando esta causa que tiene implicaciones enormes en el buen gobierno, en la correcta y legítima administración pública, en la inclusión y la democracia sustantiva que reduce desigualdades y contribuye a cerrar las brechas de género.


#AccesoalaInformación

#AgendaIgualdad

#DemocraciaParitaria


@ClauCorichi

El derecho de acceso a la información pública es un derecho humano, fundamental –instrumental- para el ejercicio de otros derechos. Un componente ineludible de la democracia que permite pedir y recibir información, lo que se traduce en la capacidad de monitorear acciones del Estado.

En México, el artículo 6° constitucional, así como tratados internacionales y leyes en la materia garantizan este derecho. Hay un antes y un después de la aprobación, en 2002, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información. Esta representó un acercamiento a la ciudadanía desde el estudio de las decisiones de gobierno y sus efectos en la población; sin embargo, se debe transitar a una desagregación de datos más profunda para focalizar las necesidades y demandas de las mujeres para satisfacer los derechos sociales han tradicionalmente excluidos en el diseño de mejores políticas públicas y con resultados más eficaces.

La atención de las mujeres de la tercera edad, de las mujeres migrantes, las que viven en reclusión, etc. pasa por tener acceso a datos desagregados de sus necesidades, de sus demandas y de cómo puede el Estado y sus sistemas de acceso a la información ayudar a mejorar su condición de vida.

La agenda de género y de la información tienen un terreno fértil que puede coadyuvar a la construcción de una agenda de igualdad sustantiva y acortar las brechas de género.

Existe una hoja de ruta a nivel internacional para incorporar la perspectiva de género en los sistemas de datos, acceso a la información, tecnologías de la información y transparencia desde los ODS y la Agenda 2030.

Ahora, justo en el aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, la agenda de género corre el riesgo de debilitarse o detener su avance en estos momentos de crisis económica mundial producto de la pandemia. Las dobles y triples jornadas, las cargas adicionales basadas en la visión de que los cuidados son tareas casi exclusivas de niñas y mujeres, la violencia intrafamiliar, los riesgos de mayores tasas de desempleo en sectores donde la feminización de la pobreza es una realidad, son solo algunas de las tareas impostergables a atender en las agendas nacionales.

Es importante que se tenga perspectiva de género en el manejo de datos y la transparencia. La paridad desde la toma de decisiones de gobierno atiende esta desigualdad ya que introduce necesidades y experiencia de las mujeres, desde su diversidad.

En cualquier caso, todas y todos, tenemos un gran reto y compromiso para seguir impulsando esta causa que tiene implicaciones enormes en el buen gobierno, en la correcta y legítima administración pública, en la inclusión y la democracia sustantiva que reduce desigualdades y contribuye a cerrar las brechas de género.


#AccesoalaInformación

#AgendaIgualdad

#DemocraciaParitaria


@ClauCorichi