por José Luis Camacho Vargas
Usemos cubreboca.
Hemos logrado sortear un año que resultó ser extremadamente peligroso y en el que, lamentablemente, más de 130 mil mexicanas y mexicanos perecieron frente al Covid-19. Honraremos su memoria con nuestras acciones.
La pandemia definirá gran parte del acontecer de este año también, pues el esfuerzo de vacunación llevará tiempo y resulta urgente que nosotros, como sociedad, extrememos los cuidados y rompamos las cadenas de contagio. Esa acción tan básica como relevante permitirá que menos mexicanos sean víctimas del virus y podamos reactivar responsablemente nuestra economía y los empleos que tanto se necesitan.
Una labor que no escapa a esa realidad es la electoral, pues justamente en estos momentos tienen lugar las precampañas al interior de cada uno de los diez partidos políticos nacionales para definir a sus abanderadas y abanderados rumbo a la Cámara de Diputados de la 65 legislatura, así como diversas responsabilidades. Y lo están haciendo con observancia de reglas muy estrictas de proselitismo, pues cualquier mitin o reunión puede representar la puesta en peligro de cientos de vidas. De ahí que la labor sea reducida y bajo extremos cuidados.
No obstante, el reto cobra mayores magnitudes cuando avizoramos que estamos en la antesala de la mayor elección que nuestro país haya tenido y que definirá la integración no sólo de órganos legislativos, sino también ejecutivos y municipales.
Más de 92 millones de ciudadanas y ciudadanos elegiremos 15 gobernadores, 500 diputaciones federales, 635 juntas municipales, mil 063 diputaciones locales, mil 926 alcaldes, dos mil 122 síndicos y 15 mil 105 regidores, para ser un total de 20 mil 868 nuevas y nuevos servidores públicos y sus respectivos suplentes.
El padrón electoral está constituido por 52% de mujeres y 48% de hombres, de los cuales 48.7% tiene menos de 40 años y más de 7 millones votarán por primera vez (Vladimir de la Torre Morín @delatorremorin).
Es a todas luces un gran reto para la ciudadanía en general, pero particularmente para el Instituto Nacional Electoral (INE), que con responsabilidad y compromiso ha asumido esta encomienda a pesar de la reducción que sufrió en su presupuesto y embates de los que ha sido objeto.
Se trata de la institución electoral que es reconocida y apreciada por la población en general y que ha hecho posible que los votos de la ciudadanía se cuenten, se respeten y se acaten, y así debe de seguir siendo invariablemente.
De ahí el apoyo de debemos brindar al INE, acatando las medidas de cuidado que emita durante el proceso electoral y en la jornada para evitar contagios.
Son diversos los retos que enfrentamos, pero uno de los más trascendentales es restablecer los frenos y contrapesos en nuestro sistema político, para lo cual se han aliado en diversos distritos el PRI, PAN y PRD, tres fuerzas políticas que han sido privilegiar principios y causas, la principal de ellas el régimen democrático en México.
La ciudadanía tiene la última palabra rumbo al momento cúspide que representa el 6 de junio de 2021.
@jlcamachov