/ sábado 25 de mayo de 2019

Acordanza

José Vasconcelos y la educación

Durante la revolución de 1910, ese “Ulises criollo” que fue el filósofo, escritor, revolucionario, demócrata y ante todo educador, José Vasconcelos.

Delegado diplomático del Constitucionalismo y Ministro de Educación de la Convención de Aguascalientes. Su humanismo liberal se observa en el discurso que pronunció en esa Convención (1914): “No olvide la Revolución, si quiere cumplir sus fines, el respeto que se debe a la personalidad humana, única entidad que suele estar por encima aun de las mismas revoluciones”. En 1920 se le nombra rector de la Universidad, emprende un ambicioso programa de edición de libros y concibe el lema de la Universidad “Por mi raza, hablará el espíritu”, que habla de una raza cósmica nacida en los pueblos de Hispanoamérica….Pero una tarea enorme le espera en 1921: organizar la educación pública de México, cuando el presidente Alvaro Obregón crea la Secretaría de Educación Pública. Vasconcelos toma esta encomienda como una cruzada redentora. Busca una educación intensa, rápida, efectiva. Obra de “cruzados”, de “fervorosos apóstoles”, “plenos de celo, de caridad y de ardor evangélico”. Vasconcelos incita a los maestros en esta cruzada evangélica, a imitación de los evangelizadores de la colonia, tomando la palabra “evangelio” en su sentido etimológico: de buena nueva cultural y formativa. Concibe a la educación como un “ascenso” del espíritu, como una “palanca de la creatividad”, como una forma de elevación…. Con claridad observa que las escuelas No son instituciones creadoras, y entonces las complementa con otra apuesta: los libros y el arte. Tiene gran fe en el libro que impulse al espíritu en formación. E idea su programa de publicaciones en el que sobresale la edición de la Ilíada y de la Odisea, de Homero, las Eneadas de Plotino, los Evangelios, la Divina Comedia, Shakespeare, Lope de Vega, Calderón de la Barca, por supuesto don Quijote de la Mancha, la Historia Universal, escrita por Justo Sierra… Manda traducir y publicar: el Fausto de Goethe, los dramas de Ibsen, de Bernard Shaw y “libros redentores”, como los de Tolstoi y Romain Rolland. …“Si los niños tienen que aprender a leer, que aprendan en las lecturas que les eleven el espíritu”, responde a las críticas de la época en el sentido que esos libros los niños no podrían “comprenderlos”. Las palancas educativas en que basa Vasconcelos su programa de acción son: la escuela, los libros y las artes. Él decía que había que hacer de cada escuela mexicana “un palacio con alma” para que los niños guardaran recuerdos luminosos de su escuela. La estética permeó todo su proyecto educativo… Y así en Párvulos, preveía que los niños observaran la naturaleza, jugaran, cantaran, recitaran, hicieran dramatizaciones y dibujos. Ligado a esto, creó museos, conservatorios, orfeones, teatro popular. Y como la limpieza no va reñida con el alfabeto, propuso el aseo obligatorio de los niños.\u0009Pensaba que la música y el baile serían el arte universal del futuro, el arte popular. Música, pintura, lecturas: he allí su propuesta en la formación estética del alma de los niños. …Con el impulso que Vasconcelos dio a la educación mexicana, se afianzó la identidad nacional, el amor a México, las artes populares, lo mexicano que nos distingue como país. ¿No podrían nuestras autoridades educativas voltear los ojos al programa vasconcelista, para educar a los niños y jóvenes de hoy?

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José Vasconcelos y la educación

Durante la revolución de 1910, ese “Ulises criollo” que fue el filósofo, escritor, revolucionario, demócrata y ante todo educador, José Vasconcelos.

Delegado diplomático del Constitucionalismo y Ministro de Educación de la Convención de Aguascalientes. Su humanismo liberal se observa en el discurso que pronunció en esa Convención (1914): “No olvide la Revolución, si quiere cumplir sus fines, el respeto que se debe a la personalidad humana, única entidad que suele estar por encima aun de las mismas revoluciones”. En 1920 se le nombra rector de la Universidad, emprende un ambicioso programa de edición de libros y concibe el lema de la Universidad “Por mi raza, hablará el espíritu”, que habla de una raza cósmica nacida en los pueblos de Hispanoamérica….Pero una tarea enorme le espera en 1921: organizar la educación pública de México, cuando el presidente Alvaro Obregón crea la Secretaría de Educación Pública. Vasconcelos toma esta encomienda como una cruzada redentora. Busca una educación intensa, rápida, efectiva. Obra de “cruzados”, de “fervorosos apóstoles”, “plenos de celo, de caridad y de ardor evangélico”. Vasconcelos incita a los maestros en esta cruzada evangélica, a imitación de los evangelizadores de la colonia, tomando la palabra “evangelio” en su sentido etimológico: de buena nueva cultural y formativa. Concibe a la educación como un “ascenso” del espíritu, como una “palanca de la creatividad”, como una forma de elevación…. Con claridad observa que las escuelas No son instituciones creadoras, y entonces las complementa con otra apuesta: los libros y el arte. Tiene gran fe en el libro que impulse al espíritu en formación. E idea su programa de publicaciones en el que sobresale la edición de la Ilíada y de la Odisea, de Homero, las Eneadas de Plotino, los Evangelios, la Divina Comedia, Shakespeare, Lope de Vega, Calderón de la Barca, por supuesto don Quijote de la Mancha, la Historia Universal, escrita por Justo Sierra… Manda traducir y publicar: el Fausto de Goethe, los dramas de Ibsen, de Bernard Shaw y “libros redentores”, como los de Tolstoi y Romain Rolland. …“Si los niños tienen que aprender a leer, que aprendan en las lecturas que les eleven el espíritu”, responde a las críticas de la época en el sentido que esos libros los niños no podrían “comprenderlos”. Las palancas educativas en que basa Vasconcelos su programa de acción son: la escuela, los libros y las artes. Él decía que había que hacer de cada escuela mexicana “un palacio con alma” para que los niños guardaran recuerdos luminosos de su escuela. La estética permeó todo su proyecto educativo… Y así en Párvulos, preveía que los niños observaran la naturaleza, jugaran, cantaran, recitaran, hicieran dramatizaciones y dibujos. Ligado a esto, creó museos, conservatorios, orfeones, teatro popular. Y como la limpieza no va reñida con el alfabeto, propuso el aseo obligatorio de los niños.\u0009Pensaba que la música y el baile serían el arte universal del futuro, el arte popular. Música, pintura, lecturas: he allí su propuesta en la formación estética del alma de los niños. …Con el impulso que Vasconcelos dio a la educación mexicana, se afianzó la identidad nacional, el amor a México, las artes populares, lo mexicano que nos distingue como país. ¿No podrían nuestras autoridades educativas voltear los ojos al programa vasconcelista, para educar a los niños y jóvenes de hoy?

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