Nos dice la ensayista española Cándida Martínez López que a lo largo de la historia de Occidente, la Paz ha sido representada como mujer. Así es: cuántas imágenes de la Paz y sus atributos de prosperidad y bienestar conocemos…Mujeres con cornupias llenas de frutos en sazón, mujeres con lindos hijos pequeños en un paisaje idílico nos hablan de la paz relacionada con la fertilidad, con la riqueza, con las artes liberales: la música, la poesía, la literatura, la historia, la filosofía…
Fue en la Grecia antigua donde la Paz nació con el cuerpo y los atributos femeninos, encarnados en la diosa Eirene o Irene que significa "aquella que trae la paz". Esta diosa, una las tres Horas, fue hija de Zeus y de Temis -la diosa de la Justicia- … De esta forma, nos dice la investigadora, la paz y sus atributos forma parte de un mundo simbólico que se relaciona con lo femenino, en cambio la guerra se relaciona con la construcción de lo masculino y curiosamente, los pactos para lograr la paz han sido casi siempre, privilegio de lo masculino…Sin embargo en la dicotomía sobre la paz/guerra, en la historia aparecen algunos ejemplos de mujeres que han logrado la paz. En la columna pasada recordé el ejemplo de la griega Lisístrata y el de la romana Volumnia, madre de Coriolano. Cándida Martínez López nos da otro ejemplo al hablar de las Sabinas en la construcción de la identidad de los romanos. Nos recuerda el comportamiento de las estas mujeres en el conflicto creado entre su pueblo y Roma. El historiador Tiito Livio ensalza su comportamiento ya que tras ser raptadas por los romanos y vivir y tener hijos con ellos, cuando los sabinos -su antigua familia- y la nueva -los romanos- emprenden la guerra, ellas median en el conflicto, lanzándose en medio de la guerra para separar a los contendientes y poner fin a su furia. Tras este acto de valentía “impropia de su condición de mujeres”, escribe Tito Livio, aparece la conducta que parece propia de su sexo: la súplica a padres y esposos para que no cometan la impiedad de mancharse con la sangre de un pariente. “Si estáis pesarosos del parentesco que os une, si lo estáis de estos matrimonios, tornad vuestra ira contra nosotras; nosotras somos la causa de la guerra, de las heridas y de las muertes de nuestros maridos y de nuestros padres; mejor perecer que vivir sin unos u otros de vosotros, viudas o huérfanas”…
Ante la actitud de las mujeres, los contendientes guardan silencio, deponen las armas. Y no sólo hacen un pacto de paz, sino que los dos pueblos se integran en uno solo y forman un reino común que sentará las bases del esplendor posterior de Roma…
¿Ha cambiado mucho esta construcción de los femenino y lo masculino en la dicotomía paz-guerra? Aunque muchas mujeres ya pertenecen a los ejércitos de los países y hasta generalas existen, en el simbolismo de género aún la paz se relaciona con el mundo femenino de amor, fertilidad, abundancia y justicia….
