/ miércoles 3 de marzo de 2021

Agenda climática en América del Norte

La relación trilateral desde 1994 inició un proceso de formalización de las relaciones internacionales entre Estados Unidos, Canadá y México en el marco del acuerdo comercial -el Tratado de Libre Comercio (TLC) y actualmente el recién aprobado T-LCAN-, así como de la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA), en donde se revisan las prioridades de la agenda ambiental y conjuntamente se han desarrollado diferentes proyectos ambientales en temas de comercio y medio ambiente, conservación de especies transfronterizas como la mariposa monarca, temas de seguridad alimentaria, etc.

Al asumir Joe Biden la presidencia de Estados Unidos, el tema de cambio climático volvió a recuperar la importancia que tenía antes de que Donald Trump fuera presidente. El cambio climático se convirtió nuevamente en eje de muchas decisiones nacionales en materia ambiental y hoy es un tema de seguridad nacional; asimismo, Biden solicitó el reingreso del país al Acuerdo del París, se comprometió a la descarbonización de la economía para el 2023 y convocó a la Cumbre Climática para el 22 de abril en Washington, en la que se espera contar con un número importante de mandatarios de nivel mundial.

Por iniciativa del presidente Baiden, se han realizado dos reuniones a nivel bilateral con sus homólogos. La primera fue con el 1er ministro de Canadá, Justin Trudeau, el martes de la semana pasada, cuando se reafirmó el interés de ambos países por construir una agenda bilateral robusta en materia de cambio climático. Es importante señalar que Canadá considera que se deberá presionar a México para que reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Esto último es muy sintomático ya que pareciera que hoy se ve que México muestra menor nivel de compromiso que las otras naciones, y que incluso se le llega a comparar con países como China, India, Japón y Australia.

Otro tema que se puso sobre la agenda de trabajo es la revisión de la cooperación climática, e incluso, si fuera necesario, llegar a plantear nuevos esquemas de trabajo como son los impuestos al carbono.

El día de ayer se sostuvo la reunión bilateral Biden – López Obrador para revisar temas clave de la relación bilateral como son la migración y la etapa post-COVID; lamentablemente, en cuanto al tema de cambio climático, se hizo una revisión muy débil. En el comunicado que circuló, se señala que los dos países reconocen la urgencia de enfrentar la crisis climática y de explorar áreas de cooperación al respecto. Reconocieron la importancia que revisten temas tales como la reducción de contaminantes climáticos y la eficiencia energética, así como la idea de trabajar conjuntamente en la próxima reunión climática del 22 de abril.

Esto que ocurre en la región de América del Norte, es resultado de lo que ha ido sucediendo en otros lugares de la comunidad internacional; por ejemplo, el hecho de que el Reino Unido hoy presida el G7, lo que lleva aque uno de los temas a revisión entre estos países sea el de ajustar las fronteras de carbono.

O bien el hecho de que el Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha instado a poner un precio a las emisiones de productos que tengan alto contenido de carbono. Y esto podría ser efectivo a partir de 2023.

Biden, por su parte, ha sido firme al señalar que en Estados Unidos se está revisando la factibilidad de imponer tarifas para que los contaminantes domésticos asuman un costo por la contaminación por carbón.

Es una pena ver que mientras que la comunidad internacional camina hacia la descarbonización de la economía , en México vamos en sentido contrario impulsando medidas y leyes que son regresivas y que nos alejan de la meta común de la humanidad que es controlar el calentamiento global, mejorar los sistemas de producción para que sean menos contaminantes y priorizarel desarrollo sustentable y la salud humana. Ojalá que la recién votada Ley de la Industria Eléctrica no sea el inició de una serie de acciones que nos lleven como país a entrar en litigios internacionales por violación a los acuerdos multilaterales de los que México es signatario, y que NO se le olvide a nuestro presidente que frente a su homólogo, sí reconoce la importancia de promover la eficiencia energética y combatir el cambio climático.

La relación trilateral desde 1994 inició un proceso de formalización de las relaciones internacionales entre Estados Unidos, Canadá y México en el marco del acuerdo comercial -el Tratado de Libre Comercio (TLC) y actualmente el recién aprobado T-LCAN-, así como de la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA), en donde se revisan las prioridades de la agenda ambiental y conjuntamente se han desarrollado diferentes proyectos ambientales en temas de comercio y medio ambiente, conservación de especies transfronterizas como la mariposa monarca, temas de seguridad alimentaria, etc.

Al asumir Joe Biden la presidencia de Estados Unidos, el tema de cambio climático volvió a recuperar la importancia que tenía antes de que Donald Trump fuera presidente. El cambio climático se convirtió nuevamente en eje de muchas decisiones nacionales en materia ambiental y hoy es un tema de seguridad nacional; asimismo, Biden solicitó el reingreso del país al Acuerdo del París, se comprometió a la descarbonización de la economía para el 2023 y convocó a la Cumbre Climática para el 22 de abril en Washington, en la que se espera contar con un número importante de mandatarios de nivel mundial.

Por iniciativa del presidente Baiden, se han realizado dos reuniones a nivel bilateral con sus homólogos. La primera fue con el 1er ministro de Canadá, Justin Trudeau, el martes de la semana pasada, cuando se reafirmó el interés de ambos países por construir una agenda bilateral robusta en materia de cambio climático. Es importante señalar que Canadá considera que se deberá presionar a México para que reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Esto último es muy sintomático ya que pareciera que hoy se ve que México muestra menor nivel de compromiso que las otras naciones, y que incluso se le llega a comparar con países como China, India, Japón y Australia.

Otro tema que se puso sobre la agenda de trabajo es la revisión de la cooperación climática, e incluso, si fuera necesario, llegar a plantear nuevos esquemas de trabajo como son los impuestos al carbono.

El día de ayer se sostuvo la reunión bilateral Biden – López Obrador para revisar temas clave de la relación bilateral como son la migración y la etapa post-COVID; lamentablemente, en cuanto al tema de cambio climático, se hizo una revisión muy débil. En el comunicado que circuló, se señala que los dos países reconocen la urgencia de enfrentar la crisis climática y de explorar áreas de cooperación al respecto. Reconocieron la importancia que revisten temas tales como la reducción de contaminantes climáticos y la eficiencia energética, así como la idea de trabajar conjuntamente en la próxima reunión climática del 22 de abril.

Esto que ocurre en la región de América del Norte, es resultado de lo que ha ido sucediendo en otros lugares de la comunidad internacional; por ejemplo, el hecho de que el Reino Unido hoy presida el G7, lo que lleva aque uno de los temas a revisión entre estos países sea el de ajustar las fronteras de carbono.

O bien el hecho de que el Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha instado a poner un precio a las emisiones de productos que tengan alto contenido de carbono. Y esto podría ser efectivo a partir de 2023.

Biden, por su parte, ha sido firme al señalar que en Estados Unidos se está revisando la factibilidad de imponer tarifas para que los contaminantes domésticos asuman un costo por la contaminación por carbón.

Es una pena ver que mientras que la comunidad internacional camina hacia la descarbonización de la economía , en México vamos en sentido contrario impulsando medidas y leyes que son regresivas y que nos alejan de la meta común de la humanidad que es controlar el calentamiento global, mejorar los sistemas de producción para que sean menos contaminantes y priorizarel desarrollo sustentable y la salud humana. Ojalá que la recién votada Ley de la Industria Eléctrica no sea el inició de una serie de acciones que nos lleven como país a entrar en litigios internacionales por violación a los acuerdos multilaterales de los que México es signatario, y que NO se le olvide a nuestro presidente que frente a su homólogo, sí reconoce la importancia de promover la eficiencia energética y combatir el cambio climático.