/ martes 27 de agosto de 2024

Agenda Confidencial / Al diablo pluralidad, contra pesos, democracia…

Tal como lo pronosticaron los observadores políticos objetivos e imparciales, la presidentita del INE y sus consejeritos asestaron un duro golpe a la incipiente democracia en nuestro país al aprobar, por mayoría de votos, el acuerdo correspondiente a la asignación de diputaciones federales por el principio de representación proporcional y, por unanimidad, el de la asignación de senadurías por este principio al PAN, PRI, PT, PVEM, Movimiento Ciudadano y Morena.

De nada sirvieron los llamados al INE de los partidos políticos de oposición; la opinión de los empresarios agrupados en el Consejo Coordinador Empresarial, de diversas organizaciones de la llamada “sociedad civil” y otros integrantes de la clase política para que los consejeritos reinterpretaran la “formulita” de la Representación Proporcional para que existiera pluralidad, para que no regalaran ocho puntos a los porcentajes de votación que obtuvieron los partidos (sino que se asignara por coaliciones), para que ningún partido tuviera más de 300 diputaciones, en pocas palabras para evitar la “aplanadora de Morena” .

La presidentita del INE, Guadalupe Taddei Zavala, argumentó que su actuar “está más allá de coyunturas electorales”, y que “la Constitución es contundente y precisa, no hay dilema, las reglas constitucionales son muy claras. Pedirle al INE hoy que aplique esta fórmula de otra manera, es impensable. Este Consejo General no puede apartarse de la Constitución”, enfatizó.

Según la “señito” Lupita, “atisbar si quiera o, peor aún, asegurar que se pueden inaplicar las reglas electorales, debilita la construcción de la ciudadanía y del Estado de derecho”. ¡Pero si vivimos en un “estado de chueco”! Le reviran los malosos.

El consejerito Uuc-kib Espadas Ancona -presidente de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos-, quien días antes había declarado, palabras más, palabras menos, que su corazoncito le decía que la sobrerrepresentación no era lo más conveniente para la democracia, peros sus principios le decían que debía respetar las leyes, Salió con el “rollo” de que “la fórmula de asignación de la representación proporcional, su interpretación gramatical y funcional, pero muy especialmente en su interpretación sistemática, histórica y teleológica es inequívoca: donde la Constitución dice que el tope de sobrerrepresentación será de 8 % para cada partido, debe leerse que este tope es para cada partido y no para cada coalición”.

La consejerita Norma de la Cruz Zavala, afirmó que quienes conforman el Consejo General “no son un cuarto poder, por lo que “no tenemos facultad para distribuir curules y escaños con interpretaciones a modo.

El consejerito Arturo Castillo Loza mencionó que la función de las autoridades administrativas electorales “no es redefinir el sistema para adaptarlo a las circunstancias políticas del momento o a modelos teóricos o doctrinales de democracia, sino garantizar que se aplique la ley. Ni más, ni menos”.

¡Al diablo la pluralidad, los contrapesos, la democracia! Fue la decisión del INE, opinan los inconformes.

Por cierto, quienes nunca se manifestaron sobre el espinoso asunto de la sobrerrepresentación, a pesar de que se los pidió el presidente de la República, fueron los cinco hombres más ricos de México. ¿Por qué sería? Bueno el único que dijo algo al respecto, fue Ricardo Salinas, pero como fueron puras sandeces, nadie “lo peló”.

*@LuisSotoAgenda

Tal como lo pronosticaron los observadores políticos objetivos e imparciales, la presidentita del INE y sus consejeritos asestaron un duro golpe a la incipiente democracia en nuestro país al aprobar, por mayoría de votos, el acuerdo correspondiente a la asignación de diputaciones federales por el principio de representación proporcional y, por unanimidad, el de la asignación de senadurías por este principio al PAN, PRI, PT, PVEM, Movimiento Ciudadano y Morena.

De nada sirvieron los llamados al INE de los partidos políticos de oposición; la opinión de los empresarios agrupados en el Consejo Coordinador Empresarial, de diversas organizaciones de la llamada “sociedad civil” y otros integrantes de la clase política para que los consejeritos reinterpretaran la “formulita” de la Representación Proporcional para que existiera pluralidad, para que no regalaran ocho puntos a los porcentajes de votación que obtuvieron los partidos (sino que se asignara por coaliciones), para que ningún partido tuviera más de 300 diputaciones, en pocas palabras para evitar la “aplanadora de Morena” .

La presidentita del INE, Guadalupe Taddei Zavala, argumentó que su actuar “está más allá de coyunturas electorales”, y que “la Constitución es contundente y precisa, no hay dilema, las reglas constitucionales son muy claras. Pedirle al INE hoy que aplique esta fórmula de otra manera, es impensable. Este Consejo General no puede apartarse de la Constitución”, enfatizó.

Según la “señito” Lupita, “atisbar si quiera o, peor aún, asegurar que se pueden inaplicar las reglas electorales, debilita la construcción de la ciudadanía y del Estado de derecho”. ¡Pero si vivimos en un “estado de chueco”! Le reviran los malosos.

El consejerito Uuc-kib Espadas Ancona -presidente de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos-, quien días antes había declarado, palabras más, palabras menos, que su corazoncito le decía que la sobrerrepresentación no era lo más conveniente para la democracia, peros sus principios le decían que debía respetar las leyes, Salió con el “rollo” de que “la fórmula de asignación de la representación proporcional, su interpretación gramatical y funcional, pero muy especialmente en su interpretación sistemática, histórica y teleológica es inequívoca: donde la Constitución dice que el tope de sobrerrepresentación será de 8 % para cada partido, debe leerse que este tope es para cada partido y no para cada coalición”.

La consejerita Norma de la Cruz Zavala, afirmó que quienes conforman el Consejo General “no son un cuarto poder, por lo que “no tenemos facultad para distribuir curules y escaños con interpretaciones a modo.

El consejerito Arturo Castillo Loza mencionó que la función de las autoridades administrativas electorales “no es redefinir el sistema para adaptarlo a las circunstancias políticas del momento o a modelos teóricos o doctrinales de democracia, sino garantizar que se aplique la ley. Ni más, ni menos”.

¡Al diablo la pluralidad, los contrapesos, la democracia! Fue la decisión del INE, opinan los inconformes.

Por cierto, quienes nunca se manifestaron sobre el espinoso asunto de la sobrerrepresentación, a pesar de que se los pidió el presidente de la República, fueron los cinco hombres más ricos de México. ¿Por qué sería? Bueno el único que dijo algo al respecto, fue Ricardo Salinas, pero como fueron puras sandeces, nadie “lo peló”.

*@LuisSotoAgenda