Existen en este sexenio casos en donde la corrupción es tan evidente que fácilmente brotan a la opinión pública dejando muy en claro las rutas del dinero, intereses, tráfico de influencias, complicidades y contubernios. Segalmex y Pemex pudieran ser estandartes de este tipo de situaciones, pero si bien hay muchas similitudes , en el fondo podrían tener profundas diferencias .
En Segalmex por ejemplo el futuro exmandatario Tabasqueño , Andrés Manuel López Obrador, se atrevió a cuestionar los señalamientos e investigaciones, defendiendo a su antiguo ex jefe Ignacio Ovalle, argumentando principalmente que si bien la corrupción es notoria y manifiesta , este fue engañado por personajes de la “vieja escuela priista” , que no habían dejado atrás sus genes propensos a la corrupción, y que hicieron caer a su ex patrón , aprovechando su ingenuidad , pureza, castidad y buena fe. Todo ello porque las investigaciones en torno a este caso, no dejan de estar en este país y bajo la supervisión y control de las instituciones o autoridades encargadas de las investigaciones y las estrategias de control de daños que se pudieran ejercer sin contrapesos reales.
En Pemex pudiera pensarse que estaríamos ante la misma problemática y se utilizaría la misma defensa, sobre todo considerando que Octavio Romero Oropeza tiene una relación más apegada a lo familiar que a la simple amistad con el presidente en turno.
Sin embargo habrá que tomar en cuenta las historias recientes en torno a situaciones similares, las reacciones y estrategias de desmarque de aquello de lo cual no tiene control total.
Recordar a René Bejarano, Carlos Imaz , Gracias Ramírez, Gustavo Ponce o a los más recientes señalamientos contra Mario Delgado , podrían servir para delinear lo que muy posiblemente el destino les depara a varios funcionarios de Pemex . Y es que ya se sabe que hay abiertas investigaciones internacionales que involucran a la paraestatal y algunos de sus principales funcionarios con empresas señaladas de corrupción y las posibles relaciones peligrosas que tienden vasos comunicantes notoriamente evidentes e indudables.
Por ejemplo , en Singapur ya abrieron una investigación para indagar posibles actos de corrupción entre dos empresas, Coastal (Malasia-Singapur ) y Nuvoil (a través de sus subsidiarias SIC y Alher) , presuntamente coludidos con funcionarios de Pemex, CI Banco, despachos jurídicos y algunos jueces y Magistrados.
Ante ello, a diferencia de Segalmex , no se tiene el control de las autoridades que investigan los hechos, por lo que la protección y las reacciones de defensa del Poder Ejecutivo podrían dejar al garete y sin protección a sus funcionarios al grito de “sálvense quien pueda”.
Así las cosas, podríamos estar ante hechos más similares a los de la relación Lozoya-Odelbretch que, ante un Segalmex-Ovalle con las consecuencias jurídicas tanto civiles como penales que pudieran envolver a sus protagonistas principales.