/ martes 23 de enero de 2018

Agua y ajo | Demasiado respeto en CU

Ahora sí que se quedaron con las ganas. Tanto Pumas como América deseaban, cada uno con su particular estilo, imponerse este domingo en Ciudad Universitaria, y al final tuvimos un partido muy tenso y que levantó mas expectativas que lo que realmente sucedió en el campo, ya que Pumas, en el primer tiempo, respetó en exceso a las Águilas, y cuando se dieron cuenta, ya fue un poco tarde. En el segundo tiempo fue cuando tuvieron más atrevimiento para procurar ese ansiado triunfo que se anda buscando desde hace ya siete partidos en que no ha derrotado al América, mismo número que Miguel Herrara llevaba derrotando como técnico de las Águilas a la escuadra universitaria, pero este domingo terminó esa racha. Esta estadística no nos gusta nada, porque era un buen momento de romper con esos datos negativos. Esto, sin embargo, no ensombrece en nada el buen arranque de Pumas, que se ubica hasta arriba de la clasificación.

Pumas dejó escapar una gran oportunidad, ya que el estado de forma de los universitarios está cerca del 100%, no sabemos si en 80 o 90%, pero lo que sí está claro es que el América va en aumento, ya que el estado de forma de las Águilas está como en un 60%, y sus nuevas incorporaciones mejorarán en el transcurso del torneo. Si todo marcha con la regularidad, que se está viendo hasta ahora, ambas escuadras clasificarán a la Liguilla.

Otro partido que llamó la atención fue el que se celebró en Aguascalientes, ya que Chivas consiguió su primera victoria del torneo después de no haber dado muy buena imagen desde el certamen anterior. Este triunfo dio mucha confianza y seguridad tanto a los jugadores como al estilo de juego de Chivas, que parece han recuperado, pero sobre todo debió alentar a Matías Almeyda, a quien se notaba preocupado y con ciertas dudas. La alegría del juego del Rebaño Sagrado se notó en esta tercera jornada del Torneo de Clausura 2018 y eso es una forma automática de saber que van por buen camino para satisfacción de todos sus seguidores.

Donde deben estar preocupados es en Necaxa, porque el equipo estaba dando una buena imagen y un juego con armonía. El trabajo de Nacho Ambriz se hacía notar

y el Necaxa estaba dando muy buenas impresiones en cuanto a juego de conjunto, pero con este descalabro puede ser que cale hondo y en un momento dado afecte el rendimiento, pero Ambriz tiene la experiencia necesaria para levantarlos, quizá basado en una frase suya , que se me quedó muy grabada, y se refiere a que para los próximos partidos sus pupilos deberán jugar con el “cuchillo entre los dientes”.

Vaya rachita la que han sumado los Zorros del Atlas en este inicio de torneo. Tres derrotas consecutivas pesan y calan tremendamente. Notamos que la sinergia en la que ha entrado el club tapatío no es muy buena, y no se ve por dónde haya un revulsivo que les permita apoyarse y tener la esperanza de terminar con esta mala imagen en cuanto a funcionamiento colectivo. Preocupados están tanto el presidente Gustavo Guzmán como la directiva en general, y no se diga el cuerpo técnico y los jugadores. Todos tendrán que traducir esa preocupación en confianza, en motivación, en garra y en mucha lucha, porque cuando falta calidad y talento y no hay un buen funcionamiento colectivo, hay que correr el doble, y esto es lo que le va a hacer falta al club rojinegro, porque de lo contario se las va a ver muy negras en este torneo con el fantasma del descenso.

Me parece que otro partido que llamó la atención fue el de Pachuca-Lobos BUAP. Pachuca había empezado flojo, y por cierto debido a esa ligereza en cuanto a juego se refiere, que viene ya de la temporada pasada en la que no clasificó nuevamente a la Liguilla, se presagiaba que no tuviera un arranque muy bueno, hasta que se enfrentaron de locales al equipo que peor ha empezado en cuanto a  resultados, no tanto en su juego, pero su futbol es muy parecido al que practicaba Paco Jémez con Cruz Azul , un sistema abierto y que busca ser atractivo, pero esas alegrías en cuanto a juego ofensivo, sin tener un juego defensivo férreo y que te dé garantías de tener tu marcador en cero, es peligroso. Se necesita confiar en la capacidad de defensa para tener al mismo tiempo la confianza, motivación y atrevimiento de poder hacer un juego ofensivo alegre. Esto está dando como resultado dolores de cabeza en cuanto a recibir más goles de los que se anotan. El  estilo que mostró Paco Jémez, en Cruz Azul, y que ahora vemos con  Rafa Puente, en Lobos BUAP, puede gustar a muchos, pero hay demasiados riesgos, y estos habrá que corregirlos, porque de lo contrario Lobos BUAP está descendiendo a la misma velocidad que ascendió desde su llegada al máximo circuito.

¡Que te lo digo yo!

Ahora sí que se quedaron con las ganas. Tanto Pumas como América deseaban, cada uno con su particular estilo, imponerse este domingo en Ciudad Universitaria, y al final tuvimos un partido muy tenso y que levantó mas expectativas que lo que realmente sucedió en el campo, ya que Pumas, en el primer tiempo, respetó en exceso a las Águilas, y cuando se dieron cuenta, ya fue un poco tarde. En el segundo tiempo fue cuando tuvieron más atrevimiento para procurar ese ansiado triunfo que se anda buscando desde hace ya siete partidos en que no ha derrotado al América, mismo número que Miguel Herrara llevaba derrotando como técnico de las Águilas a la escuadra universitaria, pero este domingo terminó esa racha. Esta estadística no nos gusta nada, porque era un buen momento de romper con esos datos negativos. Esto, sin embargo, no ensombrece en nada el buen arranque de Pumas, que se ubica hasta arriba de la clasificación.

Pumas dejó escapar una gran oportunidad, ya que el estado de forma de los universitarios está cerca del 100%, no sabemos si en 80 o 90%, pero lo que sí está claro es que el América va en aumento, ya que el estado de forma de las Águilas está como en un 60%, y sus nuevas incorporaciones mejorarán en el transcurso del torneo. Si todo marcha con la regularidad, que se está viendo hasta ahora, ambas escuadras clasificarán a la Liguilla.

Otro partido que llamó la atención fue el que se celebró en Aguascalientes, ya que Chivas consiguió su primera victoria del torneo después de no haber dado muy buena imagen desde el certamen anterior. Este triunfo dio mucha confianza y seguridad tanto a los jugadores como al estilo de juego de Chivas, que parece han recuperado, pero sobre todo debió alentar a Matías Almeyda, a quien se notaba preocupado y con ciertas dudas. La alegría del juego del Rebaño Sagrado se notó en esta tercera jornada del Torneo de Clausura 2018 y eso es una forma automática de saber que van por buen camino para satisfacción de todos sus seguidores.

Donde deben estar preocupados es en Necaxa, porque el equipo estaba dando una buena imagen y un juego con armonía. El trabajo de Nacho Ambriz se hacía notar

y el Necaxa estaba dando muy buenas impresiones en cuanto a juego de conjunto, pero con este descalabro puede ser que cale hondo y en un momento dado afecte el rendimiento, pero Ambriz tiene la experiencia necesaria para levantarlos, quizá basado en una frase suya , que se me quedó muy grabada, y se refiere a que para los próximos partidos sus pupilos deberán jugar con el “cuchillo entre los dientes”.

Vaya rachita la que han sumado los Zorros del Atlas en este inicio de torneo. Tres derrotas consecutivas pesan y calan tremendamente. Notamos que la sinergia en la que ha entrado el club tapatío no es muy buena, y no se ve por dónde haya un revulsivo que les permita apoyarse y tener la esperanza de terminar con esta mala imagen en cuanto a funcionamiento colectivo. Preocupados están tanto el presidente Gustavo Guzmán como la directiva en general, y no se diga el cuerpo técnico y los jugadores. Todos tendrán que traducir esa preocupación en confianza, en motivación, en garra y en mucha lucha, porque cuando falta calidad y talento y no hay un buen funcionamiento colectivo, hay que correr el doble, y esto es lo que le va a hacer falta al club rojinegro, porque de lo contario se las va a ver muy negras en este torneo con el fantasma del descenso.

Me parece que otro partido que llamó la atención fue el de Pachuca-Lobos BUAP. Pachuca había empezado flojo, y por cierto debido a esa ligereza en cuanto a juego se refiere, que viene ya de la temporada pasada en la que no clasificó nuevamente a la Liguilla, se presagiaba que no tuviera un arranque muy bueno, hasta que se enfrentaron de locales al equipo que peor ha empezado en cuanto a  resultados, no tanto en su juego, pero su futbol es muy parecido al que practicaba Paco Jémez con Cruz Azul , un sistema abierto y que busca ser atractivo, pero esas alegrías en cuanto a juego ofensivo, sin tener un juego defensivo férreo y que te dé garantías de tener tu marcador en cero, es peligroso. Se necesita confiar en la capacidad de defensa para tener al mismo tiempo la confianza, motivación y atrevimiento de poder hacer un juego ofensivo alegre. Esto está dando como resultado dolores de cabeza en cuanto a recibir más goles de los que se anotan. El  estilo que mostró Paco Jémez, en Cruz Azul, y que ahora vemos con  Rafa Puente, en Lobos BUAP, puede gustar a muchos, pero hay demasiados riesgos, y estos habrá que corregirlos, porque de lo contrario Lobos BUAP está descendiendo a la misma velocidad que ascendió desde su llegada al máximo circuito.

¡Que te lo digo yo!