/ miércoles 10 de abril de 2019

Aguas Profundas | Bartlett y su rechazo a la inversión extranjera en CFE

La historia que nos cuentan que pasó tiene mucho que ver con los nuevos modos del gobierno de la 4T. Resulta que el enfrentamiento con Canadá por los dos gasoductos en construcción y que deberán ser terminados para atender la demanda de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) escaló a niveles diplomáticos muy altos en los que se tuvo que involucrar, a querer o no, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

No hubo escape, acorralado por la aprobación canadiense que se necesita para poner en marcha el acuerdo comercial de América del Norte (el llamado T-MEC), la Presidencia decidió llegar a un acuerdo que involucrara a las dos partes, y desde México, se supone que sería el canciller Marcelo Ebrard el que llevaría la batuta.

La directriz fue muy clara: no queremos problemas con Canadá. Se necesita tranquilidad con el gobierno y el parlamento, el T-MEC es muy importante para el futuro. Lo que se hizo entonces fue crear un grupo de trabajo formado por la secretaria de Energía, Rocío Nahle, la de Economía, Graciela Márquez; y el canciller Marcelo Ebrard, más el director de la CFE, Manuel Bartlett.

La instrucción presidencial fue trabajen algo en conjunto y a las 17:00 horas se reunirían todos para definir la estrategia. Bartlett se inventó una reunión, que nunca existió, según dicen, y no hizo nada, y el resto de los operadores políticos trabajó todo un día en definir qué hacer.

El caso es que a las 17:00 horas llegaron a las oficinas del Presidente, y Manuel Bartlett, director de la CFE, apareció con él. El resultado fue simple, todo el trabajo hecho fue desechado por el Presidente y la posición que ganó fue la confrontación.

La respuesta de Canadá fue simple, o dejan terminar los gasoductos (que tienen 60 y 80 por ciento de avance) o liquidan los contratos, lo que no se puede hacer porque la CFE no tiene dinero, prácticamente está en la quiebra.

El choque entre el director de CFE y el canciller pone en riesgo la operación política y diplomática con Canadá en un momento donde su apoyo es muy importante.

Manuel Bartlett lo dice abiertamente, no quiere inversión extranjera en la CFE y háganle como quieran.

BUZOS

1.- En Pemex se están poniendo las cosas más que raras, súper raras. Una de las últimas cosas que han ocurrido es una especie de invasión de nuevos empleados que entran a niveles salariales relativamente bajos porque tienen muy pocos estudios, en algunos casos secundaria y muy pocos preparatoria y por eso su categoría es un ocho, pero el compromiso que se tiene con ellos es que en unos tres meses la Dirección General les dará una dispensa y no requerirán los certificados de la universidad para avanzar y entonces pasaran a tener niveles altos, estamos hablando de un tope en nivel 41 que es un poco debajo de gerentes, nivel 44; y subdirectores, 45. Por cierto, estos últimos ganan unos 80 mil pesos mensuales.

2.-En menudo lío se metió Pemex luego de que se hicieron las modificaciones a su estructura con sólo dos consejeros independientes. Resulta que en el último Consejo de Administración no había quórum para hacer la asamblea, y a pesar de ello la llevaron. Y lo peor de todo es que no lo reportaron a la Bolsa Mexicana de Valores como un evento relevante, lo que podría generar penalizaciones, por eso la urgencia de que se aprueben los consejeros independientes, para poder cubrir el desastre hecho.

La historia que nos cuentan que pasó tiene mucho que ver con los nuevos modos del gobierno de la 4T. Resulta que el enfrentamiento con Canadá por los dos gasoductos en construcción y que deberán ser terminados para atender la demanda de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) escaló a niveles diplomáticos muy altos en los que se tuvo que involucrar, a querer o no, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

No hubo escape, acorralado por la aprobación canadiense que se necesita para poner en marcha el acuerdo comercial de América del Norte (el llamado T-MEC), la Presidencia decidió llegar a un acuerdo que involucrara a las dos partes, y desde México, se supone que sería el canciller Marcelo Ebrard el que llevaría la batuta.

La directriz fue muy clara: no queremos problemas con Canadá. Se necesita tranquilidad con el gobierno y el parlamento, el T-MEC es muy importante para el futuro. Lo que se hizo entonces fue crear un grupo de trabajo formado por la secretaria de Energía, Rocío Nahle, la de Economía, Graciela Márquez; y el canciller Marcelo Ebrard, más el director de la CFE, Manuel Bartlett.

La instrucción presidencial fue trabajen algo en conjunto y a las 17:00 horas se reunirían todos para definir la estrategia. Bartlett se inventó una reunión, que nunca existió, según dicen, y no hizo nada, y el resto de los operadores políticos trabajó todo un día en definir qué hacer.

El caso es que a las 17:00 horas llegaron a las oficinas del Presidente, y Manuel Bartlett, director de la CFE, apareció con él. El resultado fue simple, todo el trabajo hecho fue desechado por el Presidente y la posición que ganó fue la confrontación.

La respuesta de Canadá fue simple, o dejan terminar los gasoductos (que tienen 60 y 80 por ciento de avance) o liquidan los contratos, lo que no se puede hacer porque la CFE no tiene dinero, prácticamente está en la quiebra.

El choque entre el director de CFE y el canciller pone en riesgo la operación política y diplomática con Canadá en un momento donde su apoyo es muy importante.

Manuel Bartlett lo dice abiertamente, no quiere inversión extranjera en la CFE y háganle como quieran.

BUZOS

1.- En Pemex se están poniendo las cosas más que raras, súper raras. Una de las últimas cosas que han ocurrido es una especie de invasión de nuevos empleados que entran a niveles salariales relativamente bajos porque tienen muy pocos estudios, en algunos casos secundaria y muy pocos preparatoria y por eso su categoría es un ocho, pero el compromiso que se tiene con ellos es que en unos tres meses la Dirección General les dará una dispensa y no requerirán los certificados de la universidad para avanzar y entonces pasaran a tener niveles altos, estamos hablando de un tope en nivel 41 que es un poco debajo de gerentes, nivel 44; y subdirectores, 45. Por cierto, estos últimos ganan unos 80 mil pesos mensuales.

2.-En menudo lío se metió Pemex luego de que se hicieron las modificaciones a su estructura con sólo dos consejeros independientes. Resulta que en el último Consejo de Administración no había quórum para hacer la asamblea, y a pesar de ello la llevaron. Y lo peor de todo es que no lo reportaron a la Bolsa Mexicana de Valores como un evento relevante, lo que podría generar penalizaciones, por eso la urgencia de que se aprueben los consejeros independientes, para poder cubrir el desastre hecho.