/ miércoles 24 de octubre de 2018

Aguas profundas | Contrarreforma energética

Lo que se viene encima al sector energético es una de las contrarreformas más agresivas que puede haber en el próximo gobierno. Los cambios van directos al corazón de la reforma energética y ponen en riesgo no los contratos y asociaciones ya pactadas sino el futuro de la industria.

Las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal que se cocinan en el Senado implican cambios en el paradigma de un sector que tardó 80 años en abrirse. El objetivo de la ley es bondadoso: Impulsar el crecimiento económico y la equidad social ¿quién va a querer ir contra eso?

Los problemas inician cuando Mario Delgado, senador por Morena, escribe en su iniciativa que “por desinterés o ideología, el sector social de la economía mexicana fue descuidado, casi abandonado, desde que se implantó en México, y en otras partes del mundo, el dogma neoliberal de la supuesta “libertad de mercado” y la “mano invisible” que todo lo arregla, en materia económica”.

De un plumazo borra todas las discusiones que hubo a lo largo de los últimos 25 años en los que se intentó cuadrar la realidad petrolera mexicana en un marco legal.

“El nuevo gobierno será un aliado de las inversiones productivas del sector privado, nacional o extranjero, a las que se habrán de otorgar las facilidades para su realización y éxito, a través de la política económica y el respeto al estado de derecho, es decir, mediante la seguridad jurídica que requieren los empresarios”, este párrafo se contrapone, de inmediato, con la desaparición de los dos organismos reguladores más importantes del sector energético: La CNHy la CRE.

“Se propone que la Sener cuente con atribuciones que le permitan realizar mejor sus funciones, para dar mayor transparencia en la supervisión y vigilancia de la explotación de los recursos petroleros y energéticos de la nación”, algo que ya hacen los reguladores. “Se propone potenciar sus facultades a fin de dar cumplimiento a la política energética nacional y atender de forma más eficiente las atribuciones con las que ha venido contado desde hace años”, disculpe senador, eso ya se hace.

Lo que da pena es que los titulares de la CNH y de la CRE no busquen una, reunión con el legislador para explicar su trabajo, sus alcances y los logros reales, medibles, entregables, de cada uno de los organismos. Y miren que hay varios.

BUZOS

1.- Si el gobierno decidiera retirar el IEPS a la gasolina regular y de alto octanaje estaríamos hablando de que el precio podría bajar hasta poco más de tres pesos por litro, estamos hablando de entre 16 y 19 pesos el litro. Si señores, aún sin impuestos está muy cara.

2.- Lo que nos dicen es que Fluvio Ruiz será parte del equipo que llegue a Pemex Exploración y Producción en la siguiente administración, su jefe sería Miguel Lozada que estuvo desde el principio como parte del equipo de transición.

3.- Un dato: La refinería se construiría con los esquemas actuales de contratación: Licitación Internacional.

Lo que se viene encima al sector energético es una de las contrarreformas más agresivas que puede haber en el próximo gobierno. Los cambios van directos al corazón de la reforma energética y ponen en riesgo no los contratos y asociaciones ya pactadas sino el futuro de la industria.

Las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal que se cocinan en el Senado implican cambios en el paradigma de un sector que tardó 80 años en abrirse. El objetivo de la ley es bondadoso: Impulsar el crecimiento económico y la equidad social ¿quién va a querer ir contra eso?

Los problemas inician cuando Mario Delgado, senador por Morena, escribe en su iniciativa que “por desinterés o ideología, el sector social de la economía mexicana fue descuidado, casi abandonado, desde que se implantó en México, y en otras partes del mundo, el dogma neoliberal de la supuesta “libertad de mercado” y la “mano invisible” que todo lo arregla, en materia económica”.

De un plumazo borra todas las discusiones que hubo a lo largo de los últimos 25 años en los que se intentó cuadrar la realidad petrolera mexicana en un marco legal.

“El nuevo gobierno será un aliado de las inversiones productivas del sector privado, nacional o extranjero, a las que se habrán de otorgar las facilidades para su realización y éxito, a través de la política económica y el respeto al estado de derecho, es decir, mediante la seguridad jurídica que requieren los empresarios”, este párrafo se contrapone, de inmediato, con la desaparición de los dos organismos reguladores más importantes del sector energético: La CNHy la CRE.

“Se propone que la Sener cuente con atribuciones que le permitan realizar mejor sus funciones, para dar mayor transparencia en la supervisión y vigilancia de la explotación de los recursos petroleros y energéticos de la nación”, algo que ya hacen los reguladores. “Se propone potenciar sus facultades a fin de dar cumplimiento a la política energética nacional y atender de forma más eficiente las atribuciones con las que ha venido contado desde hace años”, disculpe senador, eso ya se hace.

Lo que da pena es que los titulares de la CNH y de la CRE no busquen una, reunión con el legislador para explicar su trabajo, sus alcances y los logros reales, medibles, entregables, de cada uno de los organismos. Y miren que hay varios.

BUZOS

1.- Si el gobierno decidiera retirar el IEPS a la gasolina regular y de alto octanaje estaríamos hablando de que el precio podría bajar hasta poco más de tres pesos por litro, estamos hablando de entre 16 y 19 pesos el litro. Si señores, aún sin impuestos está muy cara.

2.- Lo que nos dicen es que Fluvio Ruiz será parte del equipo que llegue a Pemex Exploración y Producción en la siguiente administración, su jefe sería Miguel Lozada que estuvo desde el principio como parte del equipo de transición.

3.- Un dato: La refinería se construiría con los esquemas actuales de contratación: Licitación Internacional.