/ miércoles 16 de enero de 2019

Aguas Profundas | NY desconfía de Pemex

El tema no va a ser fácil, sencillo o simple de resolver. De nada van a servir los seguidores del Presidente haciendo un frente en Internet. El desastre cantado que se viene no se va a parar con videos echando porras y dando explicaciones que no explican nada.

Con los financieros, las ocurrencias no sirven para nada, para absolutamente nada. Fueron a pedir una rebaja en el dinero que se puso en bonos con vencimiento al 2027 por cinco mil 400 millones de dólares y no sólo no lograron que se las dieran, incluso se habla de una revaloración de la deuda y la tasa de interés que habría aumentado, y eso obliga a Pemex a pagar 10 mil millones de pesos más, sólo por los intereses adicionales que se tendrán que liquidar en el corto plazo.

La viabilidad financiera de Pemex estaba sujeta con alfileres. Con 83 mil 900 millones de dólares de deuda encima poco se puede decir, y, aun así, lo poco debe ser muy bueno. Y al nuevo gobierno se le ocurrió mandar a un inexperto financiero, al licenciado Alberto Velázquez García, quien se equivocó en cosas tan simples como no entender qué es el “cash flow” y se pasó toda la presentación hablando del “flow cash”.

Entonces, la impresión es que si Pemex estaba sujeto con alfileres, los enviados desde México fueron a quitarlos. Nada más a ver que pasa.

La reunión fue con 50 personajes de las finanzas privadas de NY, donde hay cualquier cantidad de bonos del gobierno y de Pemex, y no hubo uno sólo que estuviera satisfecho con lo que escucharon. Incluso, el gran plan -el santo grial de la administración- relatado por los enviados de la Secretaría de Hacienda, esa idea de que el combate al mercado negro de combustibles le permitirá a la petrolera obtener ingresos/ahorros/ inyecciones de recursos por un estimado de dos mil 500 a tres mil millones de dólares al año, no tuvo mella en el ánimo de los grandes tiburones.

De hecho, la segunda declaración hecha, pegada al combate del mercado negro, en referencia a que con ese dinero se podrá financiar la construcción de la refinería de Dos Bocas, fue peor aún para los inversionistas. Ninguno de ellos se quedó convencido del Plan Nacional de Refinación y los resultados que pueden dar en Exploración y Producción. Más aún, el tema de las licencias para exploración y producción a futuro que fueron canceladas, los pone más nerviosos.

No gustan y no convencen a nadie. Lo peor fue que los funcionarios no sólo salieron maltratados, sino que incrementaron las dudas sobre sus capacidades.

Los pusieron a nadar con tiburones y todo indica que fallaron miserablemente.

Tres errores muy básicos en los que cayeron los enviados mexicanos: A los inversionistas les interesa saber los planes, estrategias y protocolos; no las buenas vibras o el futuro grandioso que le espera a la petrolera como parte de la Cuarta Transformación.

El combate al mercado negro de combustibles no es, ni de cerca, un tema que les interese o les sea remotamente atractivo. Esa es bronca de la policía, o de quien sea, no les concierne.

La refinería de Dos Bocas y el campo petrolero Ixachi, no los emociona, mucho menos el llamado Rescate de la Soberanía Petrolera. Perdón, a ellos les gusta la apertura y la Reforma Energética.

Además, ¿rescatar a Pemex? ¿De quién o de qué?

El tema no va a ser fácil, sencillo o simple de resolver. De nada van a servir los seguidores del Presidente haciendo un frente en Internet. El desastre cantado que se viene no se va a parar con videos echando porras y dando explicaciones que no explican nada.

Con los financieros, las ocurrencias no sirven para nada, para absolutamente nada. Fueron a pedir una rebaja en el dinero que se puso en bonos con vencimiento al 2027 por cinco mil 400 millones de dólares y no sólo no lograron que se las dieran, incluso se habla de una revaloración de la deuda y la tasa de interés que habría aumentado, y eso obliga a Pemex a pagar 10 mil millones de pesos más, sólo por los intereses adicionales que se tendrán que liquidar en el corto plazo.

La viabilidad financiera de Pemex estaba sujeta con alfileres. Con 83 mil 900 millones de dólares de deuda encima poco se puede decir, y, aun así, lo poco debe ser muy bueno. Y al nuevo gobierno se le ocurrió mandar a un inexperto financiero, al licenciado Alberto Velázquez García, quien se equivocó en cosas tan simples como no entender qué es el “cash flow” y se pasó toda la presentación hablando del “flow cash”.

Entonces, la impresión es que si Pemex estaba sujeto con alfileres, los enviados desde México fueron a quitarlos. Nada más a ver que pasa.

La reunión fue con 50 personajes de las finanzas privadas de NY, donde hay cualquier cantidad de bonos del gobierno y de Pemex, y no hubo uno sólo que estuviera satisfecho con lo que escucharon. Incluso, el gran plan -el santo grial de la administración- relatado por los enviados de la Secretaría de Hacienda, esa idea de que el combate al mercado negro de combustibles le permitirá a la petrolera obtener ingresos/ahorros/ inyecciones de recursos por un estimado de dos mil 500 a tres mil millones de dólares al año, no tuvo mella en el ánimo de los grandes tiburones.

De hecho, la segunda declaración hecha, pegada al combate del mercado negro, en referencia a que con ese dinero se podrá financiar la construcción de la refinería de Dos Bocas, fue peor aún para los inversionistas. Ninguno de ellos se quedó convencido del Plan Nacional de Refinación y los resultados que pueden dar en Exploración y Producción. Más aún, el tema de las licencias para exploración y producción a futuro que fueron canceladas, los pone más nerviosos.

No gustan y no convencen a nadie. Lo peor fue que los funcionarios no sólo salieron maltratados, sino que incrementaron las dudas sobre sus capacidades.

Los pusieron a nadar con tiburones y todo indica que fallaron miserablemente.

Tres errores muy básicos en los que cayeron los enviados mexicanos: A los inversionistas les interesa saber los planes, estrategias y protocolos; no las buenas vibras o el futuro grandioso que le espera a la petrolera como parte de la Cuarta Transformación.

El combate al mercado negro de combustibles no es, ni de cerca, un tema que les interese o les sea remotamente atractivo. Esa es bronca de la policía, o de quien sea, no les concierne.

La refinería de Dos Bocas y el campo petrolero Ixachi, no los emociona, mucho menos el llamado Rescate de la Soberanía Petrolera. Perdón, a ellos les gusta la apertura y la Reforma Energética.

Además, ¿rescatar a Pemex? ¿De quién o de qué?