/ miércoles 22 de mayo de 2019

Aguas Profundas | Pemex, Mexlub y las Chivas

¿Cómo una empresa que se suponía estaba quebrada y no generaba utilidades mientras era socia de Pemex Refinación se convirtió en uno de los principales patrocinadores del futbol mexicano e incluso tuvo la capacidad económica de hacer nombrar un estadio con su marca más representativa?

Hablamos de Akron, la marca de Impulsora Jalisciense (IJ), antes Mexicana de Lubricantes o Mexlub, de Salvador Martínez Garza, y que ahora es patrocinador de las Chivas de Guadalajara.

Por más de 20 años IJ y Mexlub le dejaron pérdidas cercanas a cinco mil millones de dólares (mmdd) a Pemex y luego, en los últimos días del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, se hizo un arreglo y todas las pérdidas fueron asumidas por Pemex.

Así es, un negocio que en 1993 dejaba ganancias por 225 millones de dólares al año, con un mercado nacional de lubricantes de 719 millones de litros, y un ingreso bruto de 360 mdd se le vendió a Impulsora Jalisciense/AKRON en dos partes.

Primero, 51 por ciento en 1993, por supuestamente 60 millones de dólares que pagó mediante un crédito que no salió a nombre de IJ sino de Mexlub, es decir, fue pagado con el flujo generado por la asociación.

El 49 por ciento restante se vendió en septiembre de 2012, cinco millones de dólares y el fin de todas las investigaciones judiciales, financieras y administrativas.

En 2012, Pemex dio un borrón y cuenta nueva a todo y firmó un nuevo contrato con IJ Akron, junto con la renuncia a sus derechos como socio otorgó el perdón penal (averiguación previa UEIDFF/FIN/MXI/220/2006) a Martínez Garza y otros juicios legales que tenía en contra del empresario, así como los quebrantos económicos calculados por Pemex en cinco mil millones de dólares.

Hoy el tema es relevante por varias razones: una de ellas es que el representante de Pemex en la firma en la segunda parte de la venta es de José Agustín Portal, un asesor de la Dirección General que no estaba facultado jurídicamente para firmar el contrato y eso los anula.

Otra razón es que las firmas de Martínez Garza en este contrato están bajo sospecha.

¿Qué sigue? Pues resarcir el daño. La pelota está en manos del presidente Andrés Manuel López Obrador y del director de Pemex, Octavio Romero Oropeza. Los dos podrían recuperar el negocio de lubricantes sólo por las irregularidades aquí relatadas.

Si el gobierno quiere y la Secretaría de la Función Pública decide que el contrato no vale, se deberán reactivar las demandas penales, reabrir la investigación por daño patrimonial y acabar con el contrato de suministro mensual por 4.5 millones de barriles de básicos.

¿Quieren limpiar algo? Bueno, aquí hay un ejemplo.

BUZOS

1.-Manuel Bartlett, director de la CFE, investiga los contratos de la empresa Duro Felguera, de José María Orihuela, la cual, al igual que otras compañías, pasa por momentos críticos en su filial de España, mientras que en México, durante el sexenio pasado, todo fue miel sobre hojuelas en materia de negocios.

Ojo, esta empresa es prima hermana de casos de posible incumplimiento como el de OHL, de José María López de Fuentes.

¿Cómo una empresa que se suponía estaba quebrada y no generaba utilidades mientras era socia de Pemex Refinación se convirtió en uno de los principales patrocinadores del futbol mexicano e incluso tuvo la capacidad económica de hacer nombrar un estadio con su marca más representativa?

Hablamos de Akron, la marca de Impulsora Jalisciense (IJ), antes Mexicana de Lubricantes o Mexlub, de Salvador Martínez Garza, y que ahora es patrocinador de las Chivas de Guadalajara.

Por más de 20 años IJ y Mexlub le dejaron pérdidas cercanas a cinco mil millones de dólares (mmdd) a Pemex y luego, en los últimos días del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, se hizo un arreglo y todas las pérdidas fueron asumidas por Pemex.

Así es, un negocio que en 1993 dejaba ganancias por 225 millones de dólares al año, con un mercado nacional de lubricantes de 719 millones de litros, y un ingreso bruto de 360 mdd se le vendió a Impulsora Jalisciense/AKRON en dos partes.

Primero, 51 por ciento en 1993, por supuestamente 60 millones de dólares que pagó mediante un crédito que no salió a nombre de IJ sino de Mexlub, es decir, fue pagado con el flujo generado por la asociación.

El 49 por ciento restante se vendió en septiembre de 2012, cinco millones de dólares y el fin de todas las investigaciones judiciales, financieras y administrativas.

En 2012, Pemex dio un borrón y cuenta nueva a todo y firmó un nuevo contrato con IJ Akron, junto con la renuncia a sus derechos como socio otorgó el perdón penal (averiguación previa UEIDFF/FIN/MXI/220/2006) a Martínez Garza y otros juicios legales que tenía en contra del empresario, así como los quebrantos económicos calculados por Pemex en cinco mil millones de dólares.

Hoy el tema es relevante por varias razones: una de ellas es que el representante de Pemex en la firma en la segunda parte de la venta es de José Agustín Portal, un asesor de la Dirección General que no estaba facultado jurídicamente para firmar el contrato y eso los anula.

Otra razón es que las firmas de Martínez Garza en este contrato están bajo sospecha.

¿Qué sigue? Pues resarcir el daño. La pelota está en manos del presidente Andrés Manuel López Obrador y del director de Pemex, Octavio Romero Oropeza. Los dos podrían recuperar el negocio de lubricantes sólo por las irregularidades aquí relatadas.

Si el gobierno quiere y la Secretaría de la Función Pública decide que el contrato no vale, se deberán reactivar las demandas penales, reabrir la investigación por daño patrimonial y acabar con el contrato de suministro mensual por 4.5 millones de barriles de básicos.

¿Quieren limpiar algo? Bueno, aquí hay un ejemplo.

BUZOS

1.-Manuel Bartlett, director de la CFE, investiga los contratos de la empresa Duro Felguera, de José María Orihuela, la cual, al igual que otras compañías, pasa por momentos críticos en su filial de España, mientras que en México, durante el sexenio pasado, todo fue miel sobre hojuelas en materia de negocios.

Ojo, esta empresa es prima hermana de casos de posible incumplimiento como el de OHL, de José María López de Fuentes.