/ miércoles 18 de diciembre de 2019

Aguas Profundas | Pemex perverso

De golpe y porrazo, la Comisión Reguladora de Energía, con su nuevo comisionado presidente, Leopoldo Melchi, regresó al mercado de gasolinas y Gas LP a 1980 y destruyó la regulación asimétrica que permitía la competencia en el mercado formal a los empresarios. Sin esas reglas, Pemex se convierte en un monopolio que puede cerrar el mercado e impedir el desarrollo de las empresas.

Pemex estaba sujeto a precios para la venta de primera mano y la comercialización de gasolina, diésel y Gas LP; ahora Pemex Transformación industrial puede hacer lo que quiera en las terminales de almacenamiento y ahí es donde se pervierte todo el asunto: no hay garantías para tener el piso parejo y las empresas sin la preparación necesaria se enfrentan a un animal que tiene más de 92 por ciento de la capacidad de almacenamiento.

El mayor riesgo es de corrupción: los operadores de las terminales podrán despachar a sus mejores amigos el producto con un descuento especial y al resto del mercado con precio completo o incluso a sobreprecio.

Hoy no existe un mercado mayorista, y la eliminación de la participación de la CRE en los precios de base genera varios incentivos: uno de corrupción —incluso con precios por debajo del costo de producción— y otro de cerrazón del mercado. La Comisión Federal de Competencia Económica, a cargo de Jana Palacios, es muy concreta en sus comentarios. La eliminación de la CRE implica riesgos de que Pemex pueda otorgar descuentos anticompetitivos, que venda abajo del costo y que pierda dinero por esto, y que a los privados les sea imposible competir si vende abajo de su costo medio. “Son riesgos que venimos señalado desde hace un par de años (…) No prejuzgamos, estaremos atentos a las conductas comerciales de Pemex y del desarrollo del mercado”.

Es perverso para la competencia, para el mercado, para el consumidor; es la desaparición de los incentivos para que haya más empresas. En los hechos, los nuevos virreyes son los superintendentes de las Terminales de Almacenamiento, con ellos se van a negociar las letras chiquitas de las entregas, de los precios, del abasto seguro. Mal por la CRE, pero peor por quien obligó a su comisionado presidente, Leopoldo Melchi, a tomar la decisión.

BUZOS

1. Hay labores de limpieza en Pemex TRI y ya le dieron aire a los tres principales operadores que estaban a cargo del área comercial: Pemex le rescindió el contrato a Alejandro Sanguino, Gustavo Ocaña y a José Manuel Siliceo desde el 6 de diciembre pasado y se giraron instrucciones desde la Unidad de Vinculación Jurídico Laboral, a cargo de Francisco Gerardo Ayllón González. El rumor que se corre es que este asunto terminará en juzgados penales.

2. El que está en la tablita es el director de Finanzas de Pemex, Alberto Velázquez García, que llegó de la mano del exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y se quedó como herencia, pero la bronca es que no se entiende con Arturo Herrera y las quejas se acumulan. Ojo, Velázquez García no es gente de Octavio Romero Oropeza, director de Pemex, por lo que sin duda pondría ese cargo a disposición de la SHCP si con esto mejora la relación. Al menos eso es lo que dice la grilla en la Torre de Pemex.

3. Desde la STPS se insiste en que existen algunas órdenes de aprehensión contra Carlos Romero Deschamps, el renunciado líder del STPRM, y que responden al expediente causa penal 107/2003.

De golpe y porrazo, la Comisión Reguladora de Energía, con su nuevo comisionado presidente, Leopoldo Melchi, regresó al mercado de gasolinas y Gas LP a 1980 y destruyó la regulación asimétrica que permitía la competencia en el mercado formal a los empresarios. Sin esas reglas, Pemex se convierte en un monopolio que puede cerrar el mercado e impedir el desarrollo de las empresas.

Pemex estaba sujeto a precios para la venta de primera mano y la comercialización de gasolina, diésel y Gas LP; ahora Pemex Transformación industrial puede hacer lo que quiera en las terminales de almacenamiento y ahí es donde se pervierte todo el asunto: no hay garantías para tener el piso parejo y las empresas sin la preparación necesaria se enfrentan a un animal que tiene más de 92 por ciento de la capacidad de almacenamiento.

El mayor riesgo es de corrupción: los operadores de las terminales podrán despachar a sus mejores amigos el producto con un descuento especial y al resto del mercado con precio completo o incluso a sobreprecio.

Hoy no existe un mercado mayorista, y la eliminación de la participación de la CRE en los precios de base genera varios incentivos: uno de corrupción —incluso con precios por debajo del costo de producción— y otro de cerrazón del mercado. La Comisión Federal de Competencia Económica, a cargo de Jana Palacios, es muy concreta en sus comentarios. La eliminación de la CRE implica riesgos de que Pemex pueda otorgar descuentos anticompetitivos, que venda abajo del costo y que pierda dinero por esto, y que a los privados les sea imposible competir si vende abajo de su costo medio. “Son riesgos que venimos señalado desde hace un par de años (…) No prejuzgamos, estaremos atentos a las conductas comerciales de Pemex y del desarrollo del mercado”.

Es perverso para la competencia, para el mercado, para el consumidor; es la desaparición de los incentivos para que haya más empresas. En los hechos, los nuevos virreyes son los superintendentes de las Terminales de Almacenamiento, con ellos se van a negociar las letras chiquitas de las entregas, de los precios, del abasto seguro. Mal por la CRE, pero peor por quien obligó a su comisionado presidente, Leopoldo Melchi, a tomar la decisión.

BUZOS

1. Hay labores de limpieza en Pemex TRI y ya le dieron aire a los tres principales operadores que estaban a cargo del área comercial: Pemex le rescindió el contrato a Alejandro Sanguino, Gustavo Ocaña y a José Manuel Siliceo desde el 6 de diciembre pasado y se giraron instrucciones desde la Unidad de Vinculación Jurídico Laboral, a cargo de Francisco Gerardo Ayllón González. El rumor que se corre es que este asunto terminará en juzgados penales.

2. El que está en la tablita es el director de Finanzas de Pemex, Alberto Velázquez García, que llegó de la mano del exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y se quedó como herencia, pero la bronca es que no se entiende con Arturo Herrera y las quejas se acumulan. Ojo, Velázquez García no es gente de Octavio Romero Oropeza, director de Pemex, por lo que sin duda pondría ese cargo a disposición de la SHCP si con esto mejora la relación. Al menos eso es lo que dice la grilla en la Torre de Pemex.

3. Desde la STPS se insiste en que existen algunas órdenes de aprehensión contra Carlos Romero Deschamps, el renunciado líder del STPRM, y que responden al expediente causa penal 107/2003.