/ miércoles 7 de agosto de 2019

Aguas profundas | Pemex quebrada

Pemex sigue operando bajo la lógica de la SHCP, eso dice, Fluvio Ruíz Alarcón que si de algo sabe es de petróleo y no es un neoliberal. El problema actual es la falta de autonomía y su lejanía con la industria petrolera. Más aún, se requiere revisar el funcionamiento del Fondo Mexicano de Estabilización de los Ingresos Petroleros con el fin de contar con un instrumento para forjar un ahorro de largo plazo.

El mensaje es claro, Pemex es usada como la caja chica y lo peor está por venir, en parte es una herencia de los últimos dos directores: Jose Antonio González Anaya y Carlos Treviño, porque entre los dos redujeron al máximo la inversión en exploración y producción, mucho más de lo que lo hicieron otras petroleras a pesar de la crisis en el sector. Se pasó de casi 20 mil millones de dólares en exploración y producción a cuatro mil millones de dólares, por eso se pasa de 2.4 millones de barriles a los 1.6 millones actuales.

Las medidas anunciadas, más allá del terrible y descalificado Plan de Negocios —que por cierto no contó con el aval del anterior secretario de Hacienda, Carlos Urzúa— son insuficientes y es urgente se incluyan medidas de gobierno corporativo para frenar la descapitalización. Es muy fácil ahorrar si cierras los negocios de la empresa, el tema es que ahora se requiere reiniciarla y no hay manera de hacerlo porque trae un boquete financiero de 80 mil millones de dólares.

Petróleos Mexicanos está en quiebra, pero no está claro quién la quebró y el rechazo a las alianzas en aguas profundas y al fracking no ayuda a mejorar la perspectiva de la empresa.

La actual administración no quiere entender que, como dice el especialista Dwight Dyer, “el futuro de Pemex depende de volverse una empresa”.

BUZOS

1.-Perforaciones Industriales Térmicas y Mexxus Drilling International operan en trabajos de mejoramiento de la producción de la Región Sur y son de las empresas consentidas de Miguel Ángel Lozada, que maneja PEP, sin estar ahí.

Estas compañías están impulsadas por Teódulo Gutiérrez y Rubén Lujan, extrabajadores que salieron del área de Desarrollo Tecnológico. No hay que perderlos de vista.

2.-Otro cercano a Lozada es Vicente González Dávila, de Geoestratos, que se quedó con el proyecto del Centro de Investigación de Crudo Extrapesado y Recuperación Mejorada (CICERM) en Mérida, con dinero de Sener y los fondos sectoriales del Conacyt. Hoy se supone que hacen, con recursos multimillonarios, pruebas experimentales con costos elevadísimos.

3.-Pese al pleito del gobierno con los privados en actividades petroleras, lo que podemos decir es que sí han metido dinero a las arcas nacionales según la SHCP. En impuestos, los pagos hechos por impuestos y derechos petroleros, de un año a otro, crecieron 24.7 por ciento, con tres mil 183 millones de pesos.

4.- Los empresarios inmobiliarios apuestan al autoabasto, ayer Grupo Bosque Real, de Carlos Salame, obtuvo un permiso de la CRE para generar su propia electricidad, a mejor precio que la CFE. Tendrán una planta de 4 MW para abastecer cinco mil viviendas y se podría expandir al campus más grande de universidades privadas: Ciudad UP.

Pemex sigue operando bajo la lógica de la SHCP, eso dice, Fluvio Ruíz Alarcón que si de algo sabe es de petróleo y no es un neoliberal. El problema actual es la falta de autonomía y su lejanía con la industria petrolera. Más aún, se requiere revisar el funcionamiento del Fondo Mexicano de Estabilización de los Ingresos Petroleros con el fin de contar con un instrumento para forjar un ahorro de largo plazo.

El mensaje es claro, Pemex es usada como la caja chica y lo peor está por venir, en parte es una herencia de los últimos dos directores: Jose Antonio González Anaya y Carlos Treviño, porque entre los dos redujeron al máximo la inversión en exploración y producción, mucho más de lo que lo hicieron otras petroleras a pesar de la crisis en el sector. Se pasó de casi 20 mil millones de dólares en exploración y producción a cuatro mil millones de dólares, por eso se pasa de 2.4 millones de barriles a los 1.6 millones actuales.

Las medidas anunciadas, más allá del terrible y descalificado Plan de Negocios —que por cierto no contó con el aval del anterior secretario de Hacienda, Carlos Urzúa— son insuficientes y es urgente se incluyan medidas de gobierno corporativo para frenar la descapitalización. Es muy fácil ahorrar si cierras los negocios de la empresa, el tema es que ahora se requiere reiniciarla y no hay manera de hacerlo porque trae un boquete financiero de 80 mil millones de dólares.

Petróleos Mexicanos está en quiebra, pero no está claro quién la quebró y el rechazo a las alianzas en aguas profundas y al fracking no ayuda a mejorar la perspectiva de la empresa.

La actual administración no quiere entender que, como dice el especialista Dwight Dyer, “el futuro de Pemex depende de volverse una empresa”.

BUZOS

1.-Perforaciones Industriales Térmicas y Mexxus Drilling International operan en trabajos de mejoramiento de la producción de la Región Sur y son de las empresas consentidas de Miguel Ángel Lozada, que maneja PEP, sin estar ahí.

Estas compañías están impulsadas por Teódulo Gutiérrez y Rubén Lujan, extrabajadores que salieron del área de Desarrollo Tecnológico. No hay que perderlos de vista.

2.-Otro cercano a Lozada es Vicente González Dávila, de Geoestratos, que se quedó con el proyecto del Centro de Investigación de Crudo Extrapesado y Recuperación Mejorada (CICERM) en Mérida, con dinero de Sener y los fondos sectoriales del Conacyt. Hoy se supone que hacen, con recursos multimillonarios, pruebas experimentales con costos elevadísimos.

3.-Pese al pleito del gobierno con los privados en actividades petroleras, lo que podemos decir es que sí han metido dinero a las arcas nacionales según la SHCP. En impuestos, los pagos hechos por impuestos y derechos petroleros, de un año a otro, crecieron 24.7 por ciento, con tres mil 183 millones de pesos.

4.- Los empresarios inmobiliarios apuestan al autoabasto, ayer Grupo Bosque Real, de Carlos Salame, obtuvo un permiso de la CRE para generar su propia electricidad, a mejor precio que la CFE. Tendrán una planta de 4 MW para abastecer cinco mil viviendas y se podría expandir al campus más grande de universidades privadas: Ciudad UP.