En la administración de AMLO ¿quién va a ser el líder del sector energético? ¿la Secretaría de Energía o Pemex? ¿la Comisión Federal de Electricidad se va a moder sola? No queda claro hoy en día el papel que están jugando ambas instituciones y es que muchos de los planes se contradicen y también los liderazgos de Rocío Nahle y Octavio Romero Oropeza, mientras que nadie se interpone entre Manuel Bartlett y la empresa.
Tanto Nahle como Romero Oropeza tienen enormes tareas que desempeñar en la transición, sin embargo, ya se comienzan a estorbar en el diseño de la política energética, la primera debe entender que el operador petrolero del Estado es Pemex y que se debe de trabajar conforme se hizo la reforma energética, no como antes se hacía.
El segundo debe entender que va a cargar con una de las empresas más grandes del mundo, una que todos los días -hasta en los peores- mueve cientos de millones de dólares, que depende de una comunidad global para operar y que la secretaria de Energía es la presidente del Consejo de Administración, su jefa, aunque no le guste.
Si se va a regresar al esquema monopólico en las decisiones, ambos liderazgos deben asumir que sus papeles son secundarios y que todas las decisiones de operación y estratégicas deben de pasar por la oficina de la Presidencia de la República, lo que afectará, por supuesto, el desempeño del día a día de la compañía del Estado.
¿Cuál es el tema que debe ser prioritario? Hasta ahora hay tres escenarios de vital importancia: la reactivación de las actividades petroleras en el sector privado, donde se incluye que las empresas que han ganado contratos de exploración y producción petrolera deben contratar a empresas mexicanas, eso cae en las manos de la Secretaría de Energía (Sener) y lo opera Pemex.
El segundo, es la propia reactivación de las actividades de Pemex en asuntos de Logística, Transformación y Petroquímica .
Tercero. La nueva refinería, que desafía todo el conocimiento petrolero al ponerla en un lugar que está bastante lejos del sitio del consumo. Esto es un reto. Por algo los viejos petroleros pensaron que el mejor sitio para hacerlo era en Tula, Hidalgo.
BUZOS
1.- Lo que está ocurriendo en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana marcará la relación del próximo gobierno con las instituciones que han sobrevivido a la catástrofe del PRI en el 2018, porque la grilla sindical está desatada.
La realidad es que hay mucha oposición a Carlos Romero Deschamps, actual secretario general, pero hay poca representatividad, esa es la realidad. La disidencia la están armando los trabajadores que no están en activo, por ejemplo los jubilados y los que no tienen contrato vigente para trabajar.
Por lo pronto, las huestes de Romero Deschamps ya convocaron a elecciones de secretarios generales en las 36 secciones. Cada uno le debe todo a su líder y la idea es mantenerlo vivo entre todos y volverlo a nombrar como secretario general y en caso de que el gobierno de AMLO decida ir contra él pues poner a uno de sus allegados. Aunque lo derriben, ellos ganan.
2.-El que se va a quedar al frente de Pemex Exploración y Producción es Miguel Ángel Lozada Aguilar que se acaba de enterar de que siempre sí, el va a ser el bueno.
