/ miércoles 22 de julio de 2020

Aguas Profundas | ¿Quién negoció la reforma energética?

Las negociaciones de la reforma energética, los términos y condiciones en los que se basó el cambio constitucional fueron producto de foros, acuerdos y reencuentros públicos. Los documentos básicos pasaron por las manos del entonces secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, que era quien se sentaba a trabajar los documentos con los senadores del PAN y del PRD.

Las correas dentro del gobierno estaban sujetadas por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y en Los Pinos con Aurelio Nuño. Los asesores se movían en tres oficinas: Sener, en donde los equipos de la CRE y la CNH trabajaban todas las madrugadas; CFE, en Reforma e Insurgentes; y el Senado.

Una de las mecánicas de trabajo que se seguían eran los famosos corchetes, trabajados entre senadores del PAN y Pedro Joaquín, en la CFE, que avanzaba con la autoridad otorgada por el Presidente, pero con el límite de Videgaray. Los temas difíciles eran resueltos por el titular de la SHCP, se avanzaba hasta donde se podía con la oferta de Los Pinos más peticiones, cuando no se podía, abrían un corchete, agendaban una nueva reunión y, al final, todas las peticiones fueron aceptadas.

¿Qué pasaba mientras en Pemex? Emilio Lozoya tenía graves problemas: el robo de combustibles, producción petrolera a la baja y Ronda Cero, más el lío en Nueva York con los coreanos de SK Engineering y los alemanes de Siemens, a causa de un cheque de más de 400 millones de dólares por un juicio ganado en un arbitraje internacional.

¿Estuvo Lozoya en la negociación de la reforma? No ¿La apoyó? Con todo. De manera pública, como director, operó para que las cosas salieran bien, abrió plazas en Pemex para todos los recomendados -que llovieron- y su gente recibió a cuanto legislador lo buscó.

Con los diputados Marco Bernal bajaba instrucciones presidenciales, traía de asesor a Sami David David; en el Senado, David Penchyna operaba. Los grandes reformadores eran Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, ellos vendían la reforma.

Lozoya tenía en su siniestra a Froylán Gracia García, coordinador ejecutivo, manejando temas de la empresa y del director, no de la reforma; si pedían favores era él quien los resolvía, incluso en apoyar campañas. En la torre se decía que se movía dinero, los famosos “moches” que eran personales, no para la reforma. Penchyna quería que saliera bien porque podría ser director de Pemex y Bernal quería gobernar Tamaulipas. El voto del PRI estaba hecho, el PAN alcanzaba una meta histórica y el PRD era tomado en cuenta.

El dinero que se habría movido desde Pemex no fue por los votos, fue, en todo caso, para apoyos personales.

Buzos

De memoria: Hilberto Mascarenhas, ex director de Finanzas Estructuradas de Odebrecht, fue quien declaró a las autoridades de Brasil que en noviembre de 2014 le habrían solicitado 5 millones de dólares para México. El dinero fue solicitado en una reunión con el entonces director de Odebrecht Infraestructura, Luis Weyll, y fue autorizado por Luis Mameri, encargado para Latinoamérica. Mascarenhas no especifica si se hizo la entrega. En esa declaración no estaban los proyectos de Braskem, Los Ramones, o los nombres de Javier Duarte, Fidel Herrera, Emilio Lozoya, Alejandro Martínez Sibaja, Jordy Herrera y Jesús Rodríguez Dávalos.


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Las negociaciones de la reforma energética, los términos y condiciones en los que se basó el cambio constitucional fueron producto de foros, acuerdos y reencuentros públicos. Los documentos básicos pasaron por las manos del entonces secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, que era quien se sentaba a trabajar los documentos con los senadores del PAN y del PRD.

Las correas dentro del gobierno estaban sujetadas por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y en Los Pinos con Aurelio Nuño. Los asesores se movían en tres oficinas: Sener, en donde los equipos de la CRE y la CNH trabajaban todas las madrugadas; CFE, en Reforma e Insurgentes; y el Senado.

Una de las mecánicas de trabajo que se seguían eran los famosos corchetes, trabajados entre senadores del PAN y Pedro Joaquín, en la CFE, que avanzaba con la autoridad otorgada por el Presidente, pero con el límite de Videgaray. Los temas difíciles eran resueltos por el titular de la SHCP, se avanzaba hasta donde se podía con la oferta de Los Pinos más peticiones, cuando no se podía, abrían un corchete, agendaban una nueva reunión y, al final, todas las peticiones fueron aceptadas.

¿Qué pasaba mientras en Pemex? Emilio Lozoya tenía graves problemas: el robo de combustibles, producción petrolera a la baja y Ronda Cero, más el lío en Nueva York con los coreanos de SK Engineering y los alemanes de Siemens, a causa de un cheque de más de 400 millones de dólares por un juicio ganado en un arbitraje internacional.

¿Estuvo Lozoya en la negociación de la reforma? No ¿La apoyó? Con todo. De manera pública, como director, operó para que las cosas salieran bien, abrió plazas en Pemex para todos los recomendados -que llovieron- y su gente recibió a cuanto legislador lo buscó.

Con los diputados Marco Bernal bajaba instrucciones presidenciales, traía de asesor a Sami David David; en el Senado, David Penchyna operaba. Los grandes reformadores eran Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, ellos vendían la reforma.

Lozoya tenía en su siniestra a Froylán Gracia García, coordinador ejecutivo, manejando temas de la empresa y del director, no de la reforma; si pedían favores era él quien los resolvía, incluso en apoyar campañas. En la torre se decía que se movía dinero, los famosos “moches” que eran personales, no para la reforma. Penchyna quería que saliera bien porque podría ser director de Pemex y Bernal quería gobernar Tamaulipas. El voto del PRI estaba hecho, el PAN alcanzaba una meta histórica y el PRD era tomado en cuenta.

El dinero que se habría movido desde Pemex no fue por los votos, fue, en todo caso, para apoyos personales.

Buzos

De memoria: Hilberto Mascarenhas, ex director de Finanzas Estructuradas de Odebrecht, fue quien declaró a las autoridades de Brasil que en noviembre de 2014 le habrían solicitado 5 millones de dólares para México. El dinero fue solicitado en una reunión con el entonces director de Odebrecht Infraestructura, Luis Weyll, y fue autorizado por Luis Mameri, encargado para Latinoamérica. Mascarenhas no especifica si se hizo la entrega. En esa declaración no estaban los proyectos de Braskem, Los Ramones, o los nombres de Javier Duarte, Fidel Herrera, Emilio Lozoya, Alejandro Martínez Sibaja, Jordy Herrera y Jesús Rodríguez Dávalos.


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