/ sábado 22 de agosto de 2020

¡Ahí va el ladrón! El caso Lozoya

Senador por Morena


Llevamos días siendo espectadores de la novela que ha protagonizado Emilio Lozoya Austin en donde esperamos con ansias el nuevo episodio en que dará nombres de ex funcionarios, ex legisladores y miembros de pasadas altas burocracias inmiscuidas en graves actos de corrupción.

Emilio Lozoya Austin aceptó ser extraditado a México, argumentando que información que implicaba a altos funcionarios de la administración pasada, y que la pondría a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).

Una parte de esa información trascendió este viernes por el diario Reforma, que reportó que el exdirector de Pemex confirmó sobornos por más de 52 millones pesos a entonces diputados del PAN, dinero que estaría relacionado con la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto.

Ante la “filtración” de la denuncia de Emilio Lozoya Austin, por lo menos 16 altos funcionarios y políticos, entre los que destacan los expresidentes Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, y hasta Carlos Salinas de Gortari, fueron señalados como implicados en la denuncia que Lozoya Austin entregó a la Fiscalía General de la República (FGR).

De manera inmediata, la mayoría de los mencionados por Lozoya salieron a los medios de comunicación y las redes sociales a declarar a los cuatro vientos su “inocencia”, por lo que los espacios en los noticieros de radio y televisión, periódicos y espacios de internet se llenaron con las noticias de los mensajes de indignación que se desmarcaban de los dichos de Lozoya.

Según la teoría del periodismo, la noticia es un texto periodístico breve, de muy amplia definición, cuyo principio fundamental es el de hacer un recorte de la realidad política, social, económica o de la naturaleza que sea, para relatarla, explicarla o difundirla entre el público, al considerarla de particular interés o novedad.

Noticia y novedad son inseparables, pero cada dicho de los involucrados por el ex director de Pemex, no era novedad, sus dichos eran, desde que se dijeron sus nombres, predecibles. Parecieran escritos por el mismo redactor, como si existiera una especie de instructivo de “que hacer en caso de ser involucrado en un acto de corrupción”

Luis Videgaray, secretario de Hacienda y canciller en el sexenio anterior, aseveró que las acusaciones “son absurdas, inconsistentes, temerarias y falsas”.

Ricardo Anaya, ex candidato a la presidencia y ex presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados dijo que “Ahora que he podido conocer más detalles sobre las mentiras de Lozoya, dado que se ha hecho pública su denuncia, la acusación contra mí resulta no sólo falsa, sino verdaderamente absurda.

Ernesto Cordero, expresidente del Senado de la República, dijo que las acusaciones que hizo en su contra Emilio Lozoya Austin son falsas y carecen de sustento, afirmó que son absurdas las declaraciones que hizo el exdirector de Petróleos.

La inocencia altamente publicitada de los 16 es un intento de fortalecer la hipótesis de la derecha de que la corrupción es un asunto de un solo individuo que, en su maldad, obtiene dinero de manera sucia que sirve para que él (o ella) se enriquezca en la soledad. No es un asunto de un sistema corrupto y corruptor. Según el PRIAN, el corrupto no necesita hacer circular la riqueza corruptible en un país señalado en el mundo como uno de los más corruptos.

La tesis del corrupto solitario, donde todos los involucrados son producto de la imaginación de Lozoya es poco creíble, o fueron señalados porque el presidente ordenó que lo hicieran, es difícilmente creíble. Es más, abre más preguntas, Lozoya menciona 52 millones que si todos los que lo rodean son inocentes, ¿qué pasó con el dinero?

Todos gritan, ¡ahí va el ladrón! Pero nadie sabe a dónde voltear, pues hay que desconfiar de todos.


Senador por Morena


Llevamos días siendo espectadores de la novela que ha protagonizado Emilio Lozoya Austin en donde esperamos con ansias el nuevo episodio en que dará nombres de ex funcionarios, ex legisladores y miembros de pasadas altas burocracias inmiscuidas en graves actos de corrupción.

Emilio Lozoya Austin aceptó ser extraditado a México, argumentando que información que implicaba a altos funcionarios de la administración pasada, y que la pondría a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).

Una parte de esa información trascendió este viernes por el diario Reforma, que reportó que el exdirector de Pemex confirmó sobornos por más de 52 millones pesos a entonces diputados del PAN, dinero que estaría relacionado con la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto.

Ante la “filtración” de la denuncia de Emilio Lozoya Austin, por lo menos 16 altos funcionarios y políticos, entre los que destacan los expresidentes Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, y hasta Carlos Salinas de Gortari, fueron señalados como implicados en la denuncia que Lozoya Austin entregó a la Fiscalía General de la República (FGR).

De manera inmediata, la mayoría de los mencionados por Lozoya salieron a los medios de comunicación y las redes sociales a declarar a los cuatro vientos su “inocencia”, por lo que los espacios en los noticieros de radio y televisión, periódicos y espacios de internet se llenaron con las noticias de los mensajes de indignación que se desmarcaban de los dichos de Lozoya.

Según la teoría del periodismo, la noticia es un texto periodístico breve, de muy amplia definición, cuyo principio fundamental es el de hacer un recorte de la realidad política, social, económica o de la naturaleza que sea, para relatarla, explicarla o difundirla entre el público, al considerarla de particular interés o novedad.

Noticia y novedad son inseparables, pero cada dicho de los involucrados por el ex director de Pemex, no era novedad, sus dichos eran, desde que se dijeron sus nombres, predecibles. Parecieran escritos por el mismo redactor, como si existiera una especie de instructivo de “que hacer en caso de ser involucrado en un acto de corrupción”

Luis Videgaray, secretario de Hacienda y canciller en el sexenio anterior, aseveró que las acusaciones “son absurdas, inconsistentes, temerarias y falsas”.

Ricardo Anaya, ex candidato a la presidencia y ex presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados dijo que “Ahora que he podido conocer más detalles sobre las mentiras de Lozoya, dado que se ha hecho pública su denuncia, la acusación contra mí resulta no sólo falsa, sino verdaderamente absurda.

Ernesto Cordero, expresidente del Senado de la República, dijo que las acusaciones que hizo en su contra Emilio Lozoya Austin son falsas y carecen de sustento, afirmó que son absurdas las declaraciones que hizo el exdirector de Petróleos.

La inocencia altamente publicitada de los 16 es un intento de fortalecer la hipótesis de la derecha de que la corrupción es un asunto de un solo individuo que, en su maldad, obtiene dinero de manera sucia que sirve para que él (o ella) se enriquezca en la soledad. No es un asunto de un sistema corrupto y corruptor. Según el PRIAN, el corrupto no necesita hacer circular la riqueza corruptible en un país señalado en el mundo como uno de los más corruptos.

La tesis del corrupto solitario, donde todos los involucrados son producto de la imaginación de Lozoya es poco creíble, o fueron señalados porque el presidente ordenó que lo hicieran, es difícilmente creíble. Es más, abre más preguntas, Lozoya menciona 52 millones que si todos los que lo rodean son inocentes, ¿qué pasó con el dinero?

Todos gritan, ¡ahí va el ladrón! Pero nadie sabe a dónde voltear, pues hay que desconfiar de todos.