/ viernes 23 de marzo de 2018

Ahora sí, fuera el fuero

El eje de la vida pública y el proceso electoral giran en torno al combate a la corrupción y tienen como parte esencial la eliminación de los fueros y privilegios. La palabra fuero es en sí misma odiosa y contraria al sentido de la democracia y al Estado contemporáneo, refleja un estatuto jurídico medieval en el que se establecía un régimen de excepción, otorgado por un rey o señor feudal. La figura es anacrónica y sirve más para la impunidad que para proteger la función pública.

Hace unos días presenté una excitativa a la Mesa Directiva en la Cámara de Senadores para dictaminar a la brevedad la iniciativa por la que se reforman diversos artículos de la Constitución Política en torno a la eliminación del fuero constitucional y la renovación del juicio político.

Lo que queremos en Morena es que quienes vengan por fuero no lo encuentren. Si no dictaminamos en lo que queda del periodo el fuero, quienes lleguen tendrán el derecho adquirido y no tendrá efecto.

Demandamos que se dictamine a la brevedad la eliminación del fuero en el Senado, hay varias iniciativas sobre las que se puede dictaminar y abatir esta figura nociva, de no aprobarlo en este periodo ordinario de sesiones, su eliminación tendría que esperar años, ya que quienes protesten como legisladores, lo tendrán como derecho adquirido y no se podría aplicar de manera retroactiva.

Desde el 27 de junio de 2016, un grupo de legisladores de la bancada PT-Morena mantenemos un litigio ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el que reclamamos nuestro derecho a renunciar al fuero constitucional.

Incluso las posturas más recalcitrantes se han manifestado a favor de la iniciativa, no hay un solo argumento de interés público que abone a postergar esta decisión.

El fuero es diferente a la inmunidad parlamentaria que se refiere a las opiniones emitidas por diputados y senadores en el desempeño de sus cargos, previstas en el 61 constitucional.

La figura del fuero es un privilegio indebido que aleja a los políticos de la ciudadanía, deriva en impunidad y es contrario a los principios de la transparencia y combate a la corrupción.


Ya no es una simple tomada de pelo, falsedades o imposturas. Si hay que eliminar el fuero, es aquí y ahora. XXX TWITTER: @LuisHFernandez

El eje de la vida pública y el proceso electoral giran en torno al combate a la corrupción y tienen como parte esencial la eliminación de los fueros y privilegios. La palabra fuero es en sí misma odiosa y contraria al sentido de la democracia y al Estado contemporáneo, refleja un estatuto jurídico medieval en el que se establecía un régimen de excepción, otorgado por un rey o señor feudal. La figura es anacrónica y sirve más para la impunidad que para proteger la función pública.

Hace unos días presenté una excitativa a la Mesa Directiva en la Cámara de Senadores para dictaminar a la brevedad la iniciativa por la que se reforman diversos artículos de la Constitución Política en torno a la eliminación del fuero constitucional y la renovación del juicio político.

Lo que queremos en Morena es que quienes vengan por fuero no lo encuentren. Si no dictaminamos en lo que queda del periodo el fuero, quienes lleguen tendrán el derecho adquirido y no tendrá efecto.

Demandamos que se dictamine a la brevedad la eliminación del fuero en el Senado, hay varias iniciativas sobre las que se puede dictaminar y abatir esta figura nociva, de no aprobarlo en este periodo ordinario de sesiones, su eliminación tendría que esperar años, ya que quienes protesten como legisladores, lo tendrán como derecho adquirido y no se podría aplicar de manera retroactiva.

Desde el 27 de junio de 2016, un grupo de legisladores de la bancada PT-Morena mantenemos un litigio ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el que reclamamos nuestro derecho a renunciar al fuero constitucional.

Incluso las posturas más recalcitrantes se han manifestado a favor de la iniciativa, no hay un solo argumento de interés público que abone a postergar esta decisión.

El fuero es diferente a la inmunidad parlamentaria que se refiere a las opiniones emitidas por diputados y senadores en el desempeño de sus cargos, previstas en el 61 constitucional.

La figura del fuero es un privilegio indebido que aleja a los políticos de la ciudadanía, deriva en impunidad y es contrario a los principios de la transparencia y combate a la corrupción.


Ya no es una simple tomada de pelo, falsedades o imposturas. Si hay que eliminar el fuero, es aquí y ahora. XXX TWITTER: @LuisHFernandez