/ viernes 17 de diciembre de 2021

Ahora, yo soy la estadística

Por: Stefany Rocha Del Litto


¿No te ha pasado que no entiendes muchas cosas hasta que las vives? ¿Qué cuestionas el actuar de otra persona hasta que te toca decidir a ti? Que te preguntas ¿por qué no hizo esto o aquello? Eso es hasta que eres tú, quien se encuentra en esa encrucijada.

Por estadísitca, a lo largo de la vida de una mujer en México, sufrirá al menos una agresión sexual acorde a datos de Mexico Evalúa (2021). Es duro saber que, después de ver estos temas en la universidad, de discutirlos como tema de análisis en clases, ahora de pronto una se convierte en un número más de la estadística. A mi ya me ha pasado tres veces en la vida, a diferentes edades, con diferentes personas y sobre todo en diferentes contextos. Todos unidos con el verdadero significado de que la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.

Yo lo leí una vez en un libro, en un artículo y era eso solamente, letras y números que mis ojos recorrían. Hoy es una realidad en mi vida, un proceso que tengo que atender y una herida que mi alma tiene que sanar. Es fuerte verte en el espejo y saber que, tus ojos ahora no leen un texto en un papel con números y letras, que lo que leen es un reflejo que ahora, es la estadística.

Muchas veces en México me ha dado mucho miedo ser mujer, salir a la calle, vivir mi vida, tomar decisiones y empoderarme para vivir la vida que quiero vivir. Sin terror, sin duda, soltando los riesgos que esto pueda tener. Porque esta escritora ya está tres veces más arriba al promedio nacional. Y, lectorx, sé que estas tres veces me sembraron mucho miedo e impotencia, pero, al mismo tiempo me dieron el gran regalo de que me crecieran alas para poder moverme de lugar.

Ser mujer en México me ha dado la oportunidad de afrontar lo crudo de la vida cara a cara, para darme cuenta que las situaciones las tienes que definir tú, no permitir nunca que ellas se apoderen de ti. Saber que en todos estos procesos no te pierdes, sino que defines nuevos caminos para re-encontrarte, te topas con hermanas que te ayudan a sostenerte cuando sientes que te vas y que siempre te contestarán, “yo sí te creo”.

Ahora ya nada me calla, ya todo me sobra. Tres veces pasó, tres veces me levanté, más fuerte, más yo, nunca perdida, más mujer que antes. Si esto te ha pasado a ti, recuerda que no estás sola, que en esto estamos juntas, SIEMPRE. Ahora que lo hemos vivido en carne propia, no una, ni dos, sino tres veces, te puedo decir que estas situaciones no nos definen, que no somos números ni estadísticas. Somos mujeres llenas de valor, con alas que nos hacen volar muy alto para atravesar cualquier tormenta y así, ver juntas el arcoiris al final de un cielo nublado.

Por: Stefany Rocha Del Litto


¿No te ha pasado que no entiendes muchas cosas hasta que las vives? ¿Qué cuestionas el actuar de otra persona hasta que te toca decidir a ti? Que te preguntas ¿por qué no hizo esto o aquello? Eso es hasta que eres tú, quien se encuentra en esa encrucijada.

Por estadísitca, a lo largo de la vida de una mujer en México, sufrirá al menos una agresión sexual acorde a datos de Mexico Evalúa (2021). Es duro saber que, después de ver estos temas en la universidad, de discutirlos como tema de análisis en clases, ahora de pronto una se convierte en un número más de la estadística. A mi ya me ha pasado tres veces en la vida, a diferentes edades, con diferentes personas y sobre todo en diferentes contextos. Todos unidos con el verdadero significado de que la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.

Yo lo leí una vez en un libro, en un artículo y era eso solamente, letras y números que mis ojos recorrían. Hoy es una realidad en mi vida, un proceso que tengo que atender y una herida que mi alma tiene que sanar. Es fuerte verte en el espejo y saber que, tus ojos ahora no leen un texto en un papel con números y letras, que lo que leen es un reflejo que ahora, es la estadística.

Muchas veces en México me ha dado mucho miedo ser mujer, salir a la calle, vivir mi vida, tomar decisiones y empoderarme para vivir la vida que quiero vivir. Sin terror, sin duda, soltando los riesgos que esto pueda tener. Porque esta escritora ya está tres veces más arriba al promedio nacional. Y, lectorx, sé que estas tres veces me sembraron mucho miedo e impotencia, pero, al mismo tiempo me dieron el gran regalo de que me crecieran alas para poder moverme de lugar.

Ser mujer en México me ha dado la oportunidad de afrontar lo crudo de la vida cara a cara, para darme cuenta que las situaciones las tienes que definir tú, no permitir nunca que ellas se apoderen de ti. Saber que en todos estos procesos no te pierdes, sino que defines nuevos caminos para re-encontrarte, te topas con hermanas que te ayudan a sostenerte cuando sientes que te vas y que siempre te contestarán, “yo sí te creo”.

Ahora ya nada me calla, ya todo me sobra. Tres veces pasó, tres veces me levanté, más fuerte, más yo, nunca perdida, más mujer que antes. Si esto te ha pasado a ti, recuerda que no estás sola, que en esto estamos juntas, SIEMPRE. Ahora que lo hemos vivido en carne propia, no una, ni dos, sino tres veces, te puedo decir que estas situaciones no nos definen, que no somos números ni estadísticas. Somos mujeres llenas de valor, con alas que nos hacen volar muy alto para atravesar cualquier tormenta y así, ver juntas el arcoiris al final de un cielo nublado.