/ martes 3 de julio de 2018

Ajo y agua

Se terminó el sueño que muchos se imaginaban, ese que incluso los jugadores se encargaron de alimentar. Lamentablemente, el sueño mundialista no se pudo hacer realidad, pero hay que ser claro que no fue por falta de calidad, talento ni capacidad o preparación de los futbolistas, sino más bien por los malos manejos directivos.

Y aquí vamos, una vez más, con un tema complicado, pero que es la realidad. La gente que toma las decisiones en nuestro país no ha permitido mejorar estructuralmente el futbol mexicano y se han cansado de hacer y deshacer en perjuicio de nuestro deporte.

Nuestros “brillantes” directivos han tomado medidas que perjudican la competitividad de manera individual y colectiva por estar fuera de competiciones internacionales de gran importancia, como la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y la Copa América.

Salir de esos torneos fue un duro golpe para el futbol mexicano, y representa un daño que tiene muchas ramificaciones, pero que ellos, como siempre, se negaron a verlo.

A lo anterior, hay que añadir la cantidad de extranjeros que se traen a nuestro país para ocupar puestos de mexicanos, lo que de manera automática representa menos oportunidades para las nuevas promesas nacionales.

Y todavía hay un punto más a tomar en consideración. Me refiero al mal manejo que se ha tenido en este proyecto corto con el entrenador colombiano Juan Carlos Osorio, con el que nunca estuve de acuerdo.

wPero ya nada nos debe extrañar cuando todos sabemos que los directivos que toman las decisiones del futbol mexicano no saben sacar provecho de las personas que realmente valemos para dar ese salto de calidad y conseguir resultados que nos hagan soñar firmemente en que en un futuro podamos ganar campeonatos importantes a nivel internacional, como una Copa Libertadores, una Copa América y, por supuesto, con un objetivo final que evidentemente es ganar una Copa del Mundo.

El futbol mexicano necesita una reestructuración verdadera para sacar provecho de la calidad y el talento, por ejemplo, de esta generación que no ha conseguido tantos logros como los que se podrían haber logrado si no hubiera sido por estas malas decisiones, pésimas gestiones y caprichos de depositar más confianza en gente de fuera que de los propios mexicanos, y me estoy refiriendo a mi persona, que no se me está sacando provecho de lo que podría ofrecer a una generación de futbolistas que tristemente no les permitieron seguir un proceso bien planeado de 12 años, es decir, tres ciclos mundialistas, que yo les había pedido.

El sueño de ser campeones del mundo para esta cita de Rusia 2018 se tiró a la basura, porque no era del interés de los que toman las decisiones importantes, todo esto como una prueba más de su falta de capacidad y conocimiento.

Los que sí sabemos de esto somos los que deberíamos tomar las decisiones, porque es muy triste haber perdido 12 años de valioso tiempo, ya que con este Mundial nos estamos quedando nuevamente en una posición de buena tirándole a regular, la misma en la que nos hemos encontrado en los últimos mundiales.

Tristemente comprobamos, una vez más, que no hemos crecido.

La idea siempre ha sido pensar en salir campeones del mundo, pero si no respetamos, como no me respetaron el proceso de 12 años, es muy complicado alcanzar esos logros, y todavía es más difícil que los jugadores puedan cumplir ese sueño, si no tienen el cuerpo técnico indicado.

La imaginación es muy bonita, pero la realidad es todavía mejor cuando se junta con la capacidad, con la preparación y la mentalización que hacen falta para poder estar entre los ocho grandes.

Tristemente, seguimos estando entre los 16, que es hasta donde realmente quieren los dirigentes que estemos.

Y tenemos que obligar al cambio, porque yo en lo particular, y por supuesto los jugadores, queremos estar en la élite, porque lo merecemos.

Queremos tener las oportunidades como se les han dado a países que están ciento por ciento interesados en ser los mejores.

Hay que copiar de ellos, ya que lo que se ha hecho hasta ahora es de conformistas, y a mí no me gusta perder el tiempo, pero parece ser que a ellos no les importa, porque no viven de esto, solamente se divierten con esto que para nosotros es la vida y para ellos un juguete. Definitivamente nuestro futbol lo tiene que manejar gente experta.

¡Que te lo digo yo


Se terminó el sueño que muchos se imaginaban, ese que incluso los jugadores se encargaron de alimentar. Lamentablemente, el sueño mundialista no se pudo hacer realidad, pero hay que ser claro que no fue por falta de calidad, talento ni capacidad o preparación de los futbolistas, sino más bien por los malos manejos directivos.

Y aquí vamos, una vez más, con un tema complicado, pero que es la realidad. La gente que toma las decisiones en nuestro país no ha permitido mejorar estructuralmente el futbol mexicano y se han cansado de hacer y deshacer en perjuicio de nuestro deporte.

Nuestros “brillantes” directivos han tomado medidas que perjudican la competitividad de manera individual y colectiva por estar fuera de competiciones internacionales de gran importancia, como la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y la Copa América.

Salir de esos torneos fue un duro golpe para el futbol mexicano, y representa un daño que tiene muchas ramificaciones, pero que ellos, como siempre, se negaron a verlo.

A lo anterior, hay que añadir la cantidad de extranjeros que se traen a nuestro país para ocupar puestos de mexicanos, lo que de manera automática representa menos oportunidades para las nuevas promesas nacionales.

Y todavía hay un punto más a tomar en consideración. Me refiero al mal manejo que se ha tenido en este proyecto corto con el entrenador colombiano Juan Carlos Osorio, con el que nunca estuve de acuerdo.

wPero ya nada nos debe extrañar cuando todos sabemos que los directivos que toman las decisiones del futbol mexicano no saben sacar provecho de las personas que realmente valemos para dar ese salto de calidad y conseguir resultados que nos hagan soñar firmemente en que en un futuro podamos ganar campeonatos importantes a nivel internacional, como una Copa Libertadores, una Copa América y, por supuesto, con un objetivo final que evidentemente es ganar una Copa del Mundo.

El futbol mexicano necesita una reestructuración verdadera para sacar provecho de la calidad y el talento, por ejemplo, de esta generación que no ha conseguido tantos logros como los que se podrían haber logrado si no hubiera sido por estas malas decisiones, pésimas gestiones y caprichos de depositar más confianza en gente de fuera que de los propios mexicanos, y me estoy refiriendo a mi persona, que no se me está sacando provecho de lo que podría ofrecer a una generación de futbolistas que tristemente no les permitieron seguir un proceso bien planeado de 12 años, es decir, tres ciclos mundialistas, que yo les había pedido.

El sueño de ser campeones del mundo para esta cita de Rusia 2018 se tiró a la basura, porque no era del interés de los que toman las decisiones importantes, todo esto como una prueba más de su falta de capacidad y conocimiento.

Los que sí sabemos de esto somos los que deberíamos tomar las decisiones, porque es muy triste haber perdido 12 años de valioso tiempo, ya que con este Mundial nos estamos quedando nuevamente en una posición de buena tirándole a regular, la misma en la que nos hemos encontrado en los últimos mundiales.

Tristemente comprobamos, una vez más, que no hemos crecido.

La idea siempre ha sido pensar en salir campeones del mundo, pero si no respetamos, como no me respetaron el proceso de 12 años, es muy complicado alcanzar esos logros, y todavía es más difícil que los jugadores puedan cumplir ese sueño, si no tienen el cuerpo técnico indicado.

La imaginación es muy bonita, pero la realidad es todavía mejor cuando se junta con la capacidad, con la preparación y la mentalización que hacen falta para poder estar entre los ocho grandes.

Tristemente, seguimos estando entre los 16, que es hasta donde realmente quieren los dirigentes que estemos.

Y tenemos que obligar al cambio, porque yo en lo particular, y por supuesto los jugadores, queremos estar en la élite, porque lo merecemos.

Queremos tener las oportunidades como se les han dado a países que están ciento por ciento interesados en ser los mejores.

Hay que copiar de ellos, ya que lo que se ha hecho hasta ahora es de conformistas, y a mí no me gusta perder el tiempo, pero parece ser que a ellos no les importa, porque no viven de esto, solamente se divierten con esto que para nosotros es la vida y para ellos un juguete. Definitivamente nuestro futbol lo tiene que manejar gente experta.

¡Que te lo digo yo