/ martes 17 de diciembre de 2019

Ajo y Agua | A saldar la deuda

En su cuarta oportunidad, Monterrey está a un paso de hacer historia, con la misión de apartar de su camino al campeón de la Champions League para convertirse en el primer equipo mexicano que, después de 15 intentos fallidos, dispute la final del Mundial de clubes.

Rayados de Monterrey debutó con el pie derecho en el Mundial de Clubes que actualmente se disputa en Qatar. Y aunque el sábado pasado batalló para superar 3-2 al anfitrión Al Sadd, podemos decir que representó dignamente al futbol mexicano y al de la Concacaf.

En su cuarta oportunidad, los ahora dirigidos por Antonio Mohamed intentarán superar el quinto lugar que obtuvieron en su anterior participación, hace ya siete años.

Hablamos del club que, junto al Pachuca, ha representado en más ocasiones al futbol mexicano en el Mundial de Clubes, con cuatro participaciones luego de los tres títulos consecutivos que conquistó en la Liga de Campeones de la Concacaf, entre 2011 y 2013.

Es también, al igual que Necaxa y Pachuca, el equipo mexicano que más lejos ha llegado en este torneo internacional, con el tercer lugar que obtuvo en el 2012. Y no podemos olvidar que es el rival del América en la final del Apertura 2019, que absurdamente se disputará hasta después de Navidad, una vez que haya concluido el Mundial de Clubes, gracias a la terquedad de algunos dirigentes que se aferran a la pésima planeación en el calendario de competición.

Todo lo anterior invita a confiar en que el conjunto regiomontano brindará una actuación destacada cuando mañana se enfrente al Liverpool, vigente campeón de la Champions League, en las semifinales del Mundial de Clubes.

Lo digo más allá del resultado, porque, aunque Jürgen Klopp, técnico del conjunto inglés, aceptó públicamente que conoce muy poco del futbol mexicano, no podemos tapar el sol con un dedo y mucho menos ignorar los antecedentes de equipos mexicanos en el torneo que cada año organiza la FIFA.

Con 13 triunfos, siete empates y 16 derrotas, el futbol mexicano ha quedado a deber en el Mundial de Clubes, sobre todo cuando las potencias de Europa se le atraviesan en el camino.

Salvo la edición del 2000, en la que Necaxa empató 1-1 con el Manchester United y superó 4-3 al Real Madrid en la definición de los penaltis por el tercer lugar, el resto de los partidos han terminado en ilusiones rotas.

Barcelona goleó 4-0 al América en el 2006, y superó 3-1 al Atlante en el 2009. Tres años después, Chelsea se impuso con marcador de 3-1 ante el Monterrey.

Por su parte, Real Madrid venció 4-0 al Cruz Azul en el 2014, y dos años más tarde se impuso con marcador de 2-0 ante el América.

Lo único cierto, hasta ahora, es que Monterrey está a un paso de hacer historia, con la misión de ser el primer equipo mexicano que después de 15 intentos dispute la final del Mundial de Clubes.

Lo hizo bien ante el Al Sadd, vigente campeón de Qatar y que es dirigido por Xavi Hernández, aquel volante que era uno de los grandes cracks del Barcelona y de la Selección Española, campeón del Mundo en Sudáfrica 2010.

Sin embargo, ante Liverpool, deberá mostrar mayor solidez en la línea defensiva, sobre todo porque enfrente estarán delanteros de la talla de Sadio Mané y Mohamed Salah, autor de los dos goles en el triunfo frente al Watford, correspondiente a la fecha 17 de la Liga inglesa, en la que los dirigidos por Klopp son líderes destacados, con paso invicto y 10 puntos de ventaja sobre el Leicester, su perseguidor más cercano en la clasificación.

A la ofensiva se desaprovecharon algunas ocasiones que pudieron haber hecho más llevadero el encuentro, pues los goles de los argentinos Leonel Vangioni y Rogelio Funes Mori, así como del regiomontano Carlos Rodríguez, fueron suficientes para contrarrestar los tantos del rival.

El desgaste fue mucho, y ante Liverpool la exigencia será al doble o hasta el triple, así que la concentración y la confianza serán otros de los factores a considerar.

Me gustaría que el Monterrey tenga una digna actuación, en un partido que resulte atractivo y emocionante, como sin duda lo será el clásico del futbol español, entre Barcelona y Real Madrid, que también se disputará mañana, pero en el Camp Nou.

Después de un fin de semana en el que ambos equipos empataron frente a la Real Sociedad y Valencia, respectivamente, se espera un encuentro parejo, con el liderato en juego, ya que tanto Culés como Merengues acumulan 35 puntos cada uno.

Ingrediente extra será el hecho de que Lionel Messi, del Barcelona; y Karim Benzema, del Real Madrid, también están empatados en el liderato de la tabla de goleo, con 12 tantos cada uno.

Pendientes habrá que estar del tema extradeportivo en Barcelona, con las numerosas manifestaciones que se han desarrollado en torno a este partido, que debió disputarse a mediados de octubre.

Ojalá que los directivos del Barcelona, de la Liga y de la Federación española eviten la exhibición de pancartas que hacen alusión a otras cosas que nada tienen que ver con lo deportivo. Eso debería estar prohibido en todos los recintos deportivos del mundo.

Lo más importante es que el partido se desarrolle en el ámbito natural de lo que es un clásico español, y que no afecte la imagen del futbol español en el mundo, ya que millones de personas presenciarán este partido, convertido ahora en el clásico del mundo.

¡Que te lo digo yo!

En su cuarta oportunidad, Monterrey está a un paso de hacer historia, con la misión de apartar de su camino al campeón de la Champions League para convertirse en el primer equipo mexicano que, después de 15 intentos fallidos, dispute la final del Mundial de clubes.

Rayados de Monterrey debutó con el pie derecho en el Mundial de Clubes que actualmente se disputa en Qatar. Y aunque el sábado pasado batalló para superar 3-2 al anfitrión Al Sadd, podemos decir que representó dignamente al futbol mexicano y al de la Concacaf.

En su cuarta oportunidad, los ahora dirigidos por Antonio Mohamed intentarán superar el quinto lugar que obtuvieron en su anterior participación, hace ya siete años.

Hablamos del club que, junto al Pachuca, ha representado en más ocasiones al futbol mexicano en el Mundial de Clubes, con cuatro participaciones luego de los tres títulos consecutivos que conquistó en la Liga de Campeones de la Concacaf, entre 2011 y 2013.

Es también, al igual que Necaxa y Pachuca, el equipo mexicano que más lejos ha llegado en este torneo internacional, con el tercer lugar que obtuvo en el 2012. Y no podemos olvidar que es el rival del América en la final del Apertura 2019, que absurdamente se disputará hasta después de Navidad, una vez que haya concluido el Mundial de Clubes, gracias a la terquedad de algunos dirigentes que se aferran a la pésima planeación en el calendario de competición.

Todo lo anterior invita a confiar en que el conjunto regiomontano brindará una actuación destacada cuando mañana se enfrente al Liverpool, vigente campeón de la Champions League, en las semifinales del Mundial de Clubes.

Lo digo más allá del resultado, porque, aunque Jürgen Klopp, técnico del conjunto inglés, aceptó públicamente que conoce muy poco del futbol mexicano, no podemos tapar el sol con un dedo y mucho menos ignorar los antecedentes de equipos mexicanos en el torneo que cada año organiza la FIFA.

Con 13 triunfos, siete empates y 16 derrotas, el futbol mexicano ha quedado a deber en el Mundial de Clubes, sobre todo cuando las potencias de Europa se le atraviesan en el camino.

Salvo la edición del 2000, en la que Necaxa empató 1-1 con el Manchester United y superó 4-3 al Real Madrid en la definición de los penaltis por el tercer lugar, el resto de los partidos han terminado en ilusiones rotas.

Barcelona goleó 4-0 al América en el 2006, y superó 3-1 al Atlante en el 2009. Tres años después, Chelsea se impuso con marcador de 3-1 ante el Monterrey.

Por su parte, Real Madrid venció 4-0 al Cruz Azul en el 2014, y dos años más tarde se impuso con marcador de 2-0 ante el América.

Lo único cierto, hasta ahora, es que Monterrey está a un paso de hacer historia, con la misión de ser el primer equipo mexicano que después de 15 intentos dispute la final del Mundial de Clubes.

Lo hizo bien ante el Al Sadd, vigente campeón de Qatar y que es dirigido por Xavi Hernández, aquel volante que era uno de los grandes cracks del Barcelona y de la Selección Española, campeón del Mundo en Sudáfrica 2010.

Sin embargo, ante Liverpool, deberá mostrar mayor solidez en la línea defensiva, sobre todo porque enfrente estarán delanteros de la talla de Sadio Mané y Mohamed Salah, autor de los dos goles en el triunfo frente al Watford, correspondiente a la fecha 17 de la Liga inglesa, en la que los dirigidos por Klopp son líderes destacados, con paso invicto y 10 puntos de ventaja sobre el Leicester, su perseguidor más cercano en la clasificación.

A la ofensiva se desaprovecharon algunas ocasiones que pudieron haber hecho más llevadero el encuentro, pues los goles de los argentinos Leonel Vangioni y Rogelio Funes Mori, así como del regiomontano Carlos Rodríguez, fueron suficientes para contrarrestar los tantos del rival.

El desgaste fue mucho, y ante Liverpool la exigencia será al doble o hasta el triple, así que la concentración y la confianza serán otros de los factores a considerar.

Me gustaría que el Monterrey tenga una digna actuación, en un partido que resulte atractivo y emocionante, como sin duda lo será el clásico del futbol español, entre Barcelona y Real Madrid, que también se disputará mañana, pero en el Camp Nou.

Después de un fin de semana en el que ambos equipos empataron frente a la Real Sociedad y Valencia, respectivamente, se espera un encuentro parejo, con el liderato en juego, ya que tanto Culés como Merengues acumulan 35 puntos cada uno.

Ingrediente extra será el hecho de que Lionel Messi, del Barcelona; y Karim Benzema, del Real Madrid, también están empatados en el liderato de la tabla de goleo, con 12 tantos cada uno.

Pendientes habrá que estar del tema extradeportivo en Barcelona, con las numerosas manifestaciones que se han desarrollado en torno a este partido, que debió disputarse a mediados de octubre.

Ojalá que los directivos del Barcelona, de la Liga y de la Federación española eviten la exhibición de pancartas que hacen alusión a otras cosas que nada tienen que ver con lo deportivo. Eso debería estar prohibido en todos los recintos deportivos del mundo.

Lo más importante es que el partido se desarrolle en el ámbito natural de lo que es un clásico español, y que no afecte la imagen del futbol español en el mundo, ya que millones de personas presenciarán este partido, convertido ahora en el clásico del mundo.

¡Que te lo digo yo!