/ martes 28 de julio de 2020

Ajo y Agua | Alcanzó a librarla, como pudo

La Liga MX regresó a la actividad con el inicio del Torneo Guard1anes 2020, en el que los Pumas sacaron a flote su primer encuentro, frente a Querétaro, tras la sorpresiva renuncia del técnico Míchel González, y en un escenario lleno de incertidumbre, debido a los crecientes casos positivos de Covid-19 entre los equipos, situación que incluso ya obligó a posponer dos partidos.

Cuatro meses después de que el Clausura 2020 fue suspendido con sólo 10 fechas disputadas, debido a la propagación de la pandemia del Covid-19, la Liga MX finalmente regresó a la actividad, y lo hizo, como era de esperarse, en las condiciones menos idóneas.

El miércoles pasado nos preparábamos para celebrar el regreso del futbol de Primera División en México, cuando, de pronto, la Liga MX anunció que el partido entre Atlético de San Luis y FC Juárez debió ser pospuesto, ya que el conjunto fronterizo presentó más de 10 casos positivos de coronavirus.

Lo anterior, sólo ante la petición del club potosino, y con la finalidad de arriesgar lo mínimo a su plantel y las familias de cada uno de los integrantes.

Cierto es que Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, había anticipado que esto podía llegar a pasar, pero no antes del inicio del torneo y mucho menos de esta manera, en la que de nueva cuenta sale a relucir la irresponsabilidad por parte de algunos de los directivos de nuestro futbol.

Cuando todo parecía estar bajo control, con mínimos protocolos sanitarios, al menos en comparación con otros países, como es el caso de China; resulta que la realidad es totalmente diferente, con casos positivos que, evidentemente, intentaron ser disfrazados.

Aplaudo al uruguayo Robert Dante Siboldi, técnico del Cruz Azul, por tener las amígdalas de denunciar públicamente que lo único que realmente le interesa a la Liga MX es el dinero y no la salud de todas las personas involucradas en la disputa de un partido.

Hasta el miércoles pasado, los equipos de la Primera División del futbol mexicano reportaban, en total, 94 casos positivos de Covid-19, de los cuales, 44 surgieron en el último mes, y 29 en los últimos cinco días, según cifras proporcionadas por la propia Liga MX.

Y resalto la palabra según, porque hay que ser incrédulos ante esta situación, sobre todo ahora que la esposa de Uriel Antuna reportó que el delantero de las Chivas sufrió todos los síntomas graves del Covid-19, antes de que el club tapatío y la Liga MX lo anunciaran como si se tratara de un caso asintomático.

Los terribles días que Uriel pasó postrado en cama, con temperatura de 39 grados centígrados, malestar corporal y cansancio, están documentados mediante videos, así que quiero sentarme a esperar la reacción por parte de las autoridades, tanto del futbol mexicano, como de la Secretaría de Salud del país, que hace unos días aseguró que no veía la necesidad de posponer el inicio del Torneo Guard1anes 2020, dedicado a todos aquellos héroes que día a día se enfrentan al Covid-19 y que han hecho de los centros médicos auténticas trincheras, en un intento por frenar la propagación de la pandemia.

Así de contradictorias suelen ser las decisiones de algunos directivos del futbol mexicano, que, como he repetido en ocasiones anteriores, están contagiados de avaricia.

No sería sorpresa que el Torneo Guard1anes 2020 siga adelante, en medio de partidos postergados, tratando de evitar su cancelación a como dé lugar.

Lo que sí resultó sorpresivo, fue la renuncia de Míchel González como técnico de los Pumas de la UNAM.

Tuve la oportunidad de hablar con quien fue mi compañero en el Real Madrid, y por razones personales, como él anunció, tuvo que renunciar al cargo.

Míchel dejó un buen sabor de boca por su preparación y capacidad de entender el futbol mexicano. Me dio gusto que dejara su huella en Pumas, que ahora deberá ser tomado por un hombre de la casa, que sienta los colores del club y que no se venda al primer postor o que incluso asegure que está dispuesto a no cobrar muy caro.

En cuanto a mí se refiere, agradezco a los aficionados y a todos aquellos que me postulan para dirigir a mis queridos Pumas de la UNAM, equipo con el que ya hice historia como jugador y como técnico, al conseguir el primer bicampeonato del futbol mexicano en torneos cortos.

Regresar a la que es mi casa siempre será un honor, pero por el momento crítico que actualmente vivimos debido a la pandemia, habrá que esperar, primero, un acercamiento por parte del club, y después analizar el proyecto.

¡Que te lo digo yo

La Liga MX regresó a la actividad con el inicio del Torneo Guard1anes 2020, en el que los Pumas sacaron a flote su primer encuentro, frente a Querétaro, tras la sorpresiva renuncia del técnico Míchel González, y en un escenario lleno de incertidumbre, debido a los crecientes casos positivos de Covid-19 entre los equipos, situación que incluso ya obligó a posponer dos partidos.

Cuatro meses después de que el Clausura 2020 fue suspendido con sólo 10 fechas disputadas, debido a la propagación de la pandemia del Covid-19, la Liga MX finalmente regresó a la actividad, y lo hizo, como era de esperarse, en las condiciones menos idóneas.

El miércoles pasado nos preparábamos para celebrar el regreso del futbol de Primera División en México, cuando, de pronto, la Liga MX anunció que el partido entre Atlético de San Luis y FC Juárez debió ser pospuesto, ya que el conjunto fronterizo presentó más de 10 casos positivos de coronavirus.

Lo anterior, sólo ante la petición del club potosino, y con la finalidad de arriesgar lo mínimo a su plantel y las familias de cada uno de los integrantes.

Cierto es que Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, había anticipado que esto podía llegar a pasar, pero no antes del inicio del torneo y mucho menos de esta manera, en la que de nueva cuenta sale a relucir la irresponsabilidad por parte de algunos de los directivos de nuestro futbol.

Cuando todo parecía estar bajo control, con mínimos protocolos sanitarios, al menos en comparación con otros países, como es el caso de China; resulta que la realidad es totalmente diferente, con casos positivos que, evidentemente, intentaron ser disfrazados.

Aplaudo al uruguayo Robert Dante Siboldi, técnico del Cruz Azul, por tener las amígdalas de denunciar públicamente que lo único que realmente le interesa a la Liga MX es el dinero y no la salud de todas las personas involucradas en la disputa de un partido.

Hasta el miércoles pasado, los equipos de la Primera División del futbol mexicano reportaban, en total, 94 casos positivos de Covid-19, de los cuales, 44 surgieron en el último mes, y 29 en los últimos cinco días, según cifras proporcionadas por la propia Liga MX.

Y resalto la palabra según, porque hay que ser incrédulos ante esta situación, sobre todo ahora que la esposa de Uriel Antuna reportó que el delantero de las Chivas sufrió todos los síntomas graves del Covid-19, antes de que el club tapatío y la Liga MX lo anunciaran como si se tratara de un caso asintomático.

Los terribles días que Uriel pasó postrado en cama, con temperatura de 39 grados centígrados, malestar corporal y cansancio, están documentados mediante videos, así que quiero sentarme a esperar la reacción por parte de las autoridades, tanto del futbol mexicano, como de la Secretaría de Salud del país, que hace unos días aseguró que no veía la necesidad de posponer el inicio del Torneo Guard1anes 2020, dedicado a todos aquellos héroes que día a día se enfrentan al Covid-19 y que han hecho de los centros médicos auténticas trincheras, en un intento por frenar la propagación de la pandemia.

Así de contradictorias suelen ser las decisiones de algunos directivos del futbol mexicano, que, como he repetido en ocasiones anteriores, están contagiados de avaricia.

No sería sorpresa que el Torneo Guard1anes 2020 siga adelante, en medio de partidos postergados, tratando de evitar su cancelación a como dé lugar.

Lo que sí resultó sorpresivo, fue la renuncia de Míchel González como técnico de los Pumas de la UNAM.

Tuve la oportunidad de hablar con quien fue mi compañero en el Real Madrid, y por razones personales, como él anunció, tuvo que renunciar al cargo.

Míchel dejó un buen sabor de boca por su preparación y capacidad de entender el futbol mexicano. Me dio gusto que dejara su huella en Pumas, que ahora deberá ser tomado por un hombre de la casa, que sienta los colores del club y que no se venda al primer postor o que incluso asegure que está dispuesto a no cobrar muy caro.

En cuanto a mí se refiere, agradezco a los aficionados y a todos aquellos que me postulan para dirigir a mis queridos Pumas de la UNAM, equipo con el que ya hice historia como jugador y como técnico, al conseguir el primer bicampeonato del futbol mexicano en torneos cortos.

Regresar a la que es mi casa siempre será un honor, pero por el momento crítico que actualmente vivimos debido a la pandemia, habrá que esperar, primero, un acercamiento por parte del club, y después analizar el proyecto.

¡Que te lo digo yo