/ martes 21 de julio de 2020

Ajo y Agua | De lo justo a lo injusto

El descenso del Leganés de Javier Aguirre, que dejó hasta el final todo lo que debió hacer desde el principio, fue el acto con el que la Liga española bajó el telón, aliviada por el hecho de que pudo completar su temporada pese a la amenaza que aún representa la propagación de la pandemia del Covid-19.

El hubiera no existe ni en el futbol ni en la vida, pero después de la imagen que el Leganés dejó sobre el terreno de juego, al jugar de tú a tú frente al flamante campeón Real Madrid, hasta el punto en el que logró sacarle el empate a dos tantos, invita a pensar en qué habría pasado si el conjunto dirigido por el mexicano Javier Aguirre hubiera hecho la tarea desde un inicio y no hasta el final, cuando tenía que jugar a todo o nada, obligado a ganar para, sólo entonces, depender del resultado que el Celta de Vigo, en el que milita el defensor mexicano Néstor Araujo, obtuviera en su visita al Espanyol.

También debemos considerar que otra historia pudo haber sido si Aguirre no hubiera perdido a uno de los pilares del equipo, cuando el delantero danés Martin Braithwaite fue transferido al Barcelona, tras 24 fechas disputadas.

Penosamente era un hecho que algún mexicano iba a descender en la última fecha de la Liga española, y todo apuntaba a que sería Aguirre, no sólo por lo complicado de la misión, sino por la forma en la que su equipo jugó gran parte de la temporada, pues salvo las últimas cinco fechas, en las que sumó 11 de los 15 puntos en disputa, el resto fueron, en su mayoría, decepciones.

Cuando Aguirre aceptó el cargo, el equipo se encontraba en la última posición de la clasificación, con cinco puntos tras 12 fechas disputadas.

Además, sus jugadores eran señalados por la falta de ambición que se supone debe tener todo aquel que salta al césped a sabiendas de que lo que está en juego es su futuro.

Nada comparado con lo que vimos el domingo sobre el terreno de juego del estadio de Butarque, donde los dirigidos por Aguirre fueron capaces de reponerse a dos duros golpes por parte del Real Madrid, que llegó a la cita ya con el anhelado título de la Liga española, obtenido días antes, con 10 triunfos en igual número de partidos desde que el torneo se reanudó luego de tres meses suspendido debido a la propagación de la pandemia del Covid-19.

La falta de compromiso se quedó dentro de la mochila, que, no obstante, hacía que fuera muy difícil cargarla a la espalda sobre un camino empinado.

Esta vez el Leganés mostró esfuerzo y sacrificio, lo que incluso lo llevó a tener opciones de evitar el descenso hasta el último minuto.

El joven delantero Bryan Gil finalmente alzó la mano para ofrecerse como líder de un equipo que lo necesitaba desde que Martin Braithwaite fue fichado por el Barcelona.

Obra de Gil fue el primer gol del Leganés frente al Real Madrid, tras pegarle al balón, prácticamente sin ángulo, sorprender a Alphonse Aréola por debajo de las piernas y regresarle la confianza a sus compañeros de equipo.

Justo es que el Leganés haya descendido por todo lo que no hizo a lo largo de la temporada, pero es injusto después del gran partido que le sostuvo al Real Madrid, que, con la grandeza que lo distingue, no fue de paseo.

Y es aún más injusto porque el Celta de Vigo fue incapaz de pasar del empate sin goles frente al Espanyol, que ya estaba sentenciado al descenso desde hace un par de fechas.

También es justo que Lionel Messi haya conquistado su séptimo Pichichi, con el que supera a una leyenda como lo es Telmo Zarra, como el jugador que más veces se ha proclamado campeón de goleo de la Liga española.

Con 25 goles, el delantero del Barcelona obtuvo su cuarto Pichichi consecutivo, con el cual iguala la marca que establecí al hacerme merecedor de tan prestigiosa distinción en 1985, 1986, 1987 y 1988, así como en 1990.

Aunque injusto también es que Karim Benzema no haya podido redondear su extraordinaria temporada, en la que con sus 21 goles guio al Real Madrid al título de la Liga española.

El delantero francés ha estado muy por encima de todos sus críticos, demostrando que a sus 32 años de edad cuenta con la madurez necesaria para ser el líder a la ofensiva del mejor equipo de todos los tiempos.

Tras 10 años con la playera merengue, Benzema firmó su segunda temporada más productiva en la Liga española, sólo superada por las 24 anotaciones que logró en la temporada 2015-2016.

Este curso le anotó a todos los equipos, a excepción del Barcelona, Athletic de Bilbao, Osasuna, Getafe y Mallorca.

Quizá Karim Benzema ha corrido con la mala suerte de coincidir en época con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, pero aún así ha logrado hacerse de un lugar importante en la historia, lo cual tiene mayor mérito.

¡Que te lo digo yo

El descenso del Leganés de Javier Aguirre, que dejó hasta el final todo lo que debió hacer desde el principio, fue el acto con el que la Liga española bajó el telón, aliviada por el hecho de que pudo completar su temporada pese a la amenaza que aún representa la propagación de la pandemia del Covid-19.

El hubiera no existe ni en el futbol ni en la vida, pero después de la imagen que el Leganés dejó sobre el terreno de juego, al jugar de tú a tú frente al flamante campeón Real Madrid, hasta el punto en el que logró sacarle el empate a dos tantos, invita a pensar en qué habría pasado si el conjunto dirigido por el mexicano Javier Aguirre hubiera hecho la tarea desde un inicio y no hasta el final, cuando tenía que jugar a todo o nada, obligado a ganar para, sólo entonces, depender del resultado que el Celta de Vigo, en el que milita el defensor mexicano Néstor Araujo, obtuviera en su visita al Espanyol.

También debemos considerar que otra historia pudo haber sido si Aguirre no hubiera perdido a uno de los pilares del equipo, cuando el delantero danés Martin Braithwaite fue transferido al Barcelona, tras 24 fechas disputadas.

Penosamente era un hecho que algún mexicano iba a descender en la última fecha de la Liga española, y todo apuntaba a que sería Aguirre, no sólo por lo complicado de la misión, sino por la forma en la que su equipo jugó gran parte de la temporada, pues salvo las últimas cinco fechas, en las que sumó 11 de los 15 puntos en disputa, el resto fueron, en su mayoría, decepciones.

Cuando Aguirre aceptó el cargo, el equipo se encontraba en la última posición de la clasificación, con cinco puntos tras 12 fechas disputadas.

Además, sus jugadores eran señalados por la falta de ambición que se supone debe tener todo aquel que salta al césped a sabiendas de que lo que está en juego es su futuro.

Nada comparado con lo que vimos el domingo sobre el terreno de juego del estadio de Butarque, donde los dirigidos por Aguirre fueron capaces de reponerse a dos duros golpes por parte del Real Madrid, que llegó a la cita ya con el anhelado título de la Liga española, obtenido días antes, con 10 triunfos en igual número de partidos desde que el torneo se reanudó luego de tres meses suspendido debido a la propagación de la pandemia del Covid-19.

La falta de compromiso se quedó dentro de la mochila, que, no obstante, hacía que fuera muy difícil cargarla a la espalda sobre un camino empinado.

Esta vez el Leganés mostró esfuerzo y sacrificio, lo que incluso lo llevó a tener opciones de evitar el descenso hasta el último minuto.

El joven delantero Bryan Gil finalmente alzó la mano para ofrecerse como líder de un equipo que lo necesitaba desde que Martin Braithwaite fue fichado por el Barcelona.

Obra de Gil fue el primer gol del Leganés frente al Real Madrid, tras pegarle al balón, prácticamente sin ángulo, sorprender a Alphonse Aréola por debajo de las piernas y regresarle la confianza a sus compañeros de equipo.

Justo es que el Leganés haya descendido por todo lo que no hizo a lo largo de la temporada, pero es injusto después del gran partido que le sostuvo al Real Madrid, que, con la grandeza que lo distingue, no fue de paseo.

Y es aún más injusto porque el Celta de Vigo fue incapaz de pasar del empate sin goles frente al Espanyol, que ya estaba sentenciado al descenso desde hace un par de fechas.

También es justo que Lionel Messi haya conquistado su séptimo Pichichi, con el que supera a una leyenda como lo es Telmo Zarra, como el jugador que más veces se ha proclamado campeón de goleo de la Liga española.

Con 25 goles, el delantero del Barcelona obtuvo su cuarto Pichichi consecutivo, con el cual iguala la marca que establecí al hacerme merecedor de tan prestigiosa distinción en 1985, 1986, 1987 y 1988, así como en 1990.

Aunque injusto también es que Karim Benzema no haya podido redondear su extraordinaria temporada, en la que con sus 21 goles guio al Real Madrid al título de la Liga española.

El delantero francés ha estado muy por encima de todos sus críticos, demostrando que a sus 32 años de edad cuenta con la madurez necesaria para ser el líder a la ofensiva del mejor equipo de todos los tiempos.

Tras 10 años con la playera merengue, Benzema firmó su segunda temporada más productiva en la Liga española, sólo superada por las 24 anotaciones que logró en la temporada 2015-2016.

Este curso le anotó a todos los equipos, a excepción del Barcelona, Athletic de Bilbao, Osasuna, Getafe y Mallorca.

Quizá Karim Benzema ha corrido con la mala suerte de coincidir en época con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, pero aún así ha logrado hacerse de un lugar importante en la historia, lo cual tiene mayor mérito.

¡Que te lo digo yo