/ martes 29 de octubre de 2019

Ajo y Agua | Demasiado barro en la playera

La mala imagen de nuestro futbol perdura y se hace evidente a nivel mundial, tanto por la ausencia en la toma de decisiones, por parte de los federativos, como en el reciente escándalo en el que Matosas estaría involucrado.

Penosamente y por segunda semana consecutiva, el futbol mexicano dio una mala imagen hacia el resto del mundo. Primero, por la mala planeación de los clubes y la falta de toma de decisiones tanto de la Federación Mexicana como de la Liga MX; y segundo, por el escándalo en el que supuestamente estaría involucrado Gustavo Matosas, ahora ex técnico del Atlético de San Luis.

Si hace ocho días señalé a los directivos del futbol mexicano como principales responsables de la falta de solidaridad que Tigres mostró ante el pedido de ayuda por parte de Veracruz, así como de la violencia en las gradas entre aficionados del Atlético de San Luis y del Querétaro, en esta ocasión tampoco se salvan debido a sus malas decisiones.

Hace poco más de un mes cuestioné la dudosa forma en la que Atlético de San Luis destituyó al técnico mexicano Alfonso Sosa, y ahora el charrúa Gustavo Matosas, quien tiene amplio recorrido en el futbol mexicano, fue cesado al frente del conjunto potosino, en parte, por la derrota de 3-2 sufrida el sábado en su visita al León; pero, sobre todo, debido a que fue señalado por aparentemente haber participado en un acto de corrupción, hace siete años, cuando él y su representante, Fernando Pavón, habrían obtenido una ganancia económica por el traspaso del delantero uruguayo

Matías Britos, precisamente al León. Matosas ha negado lo anterior, y a espera que logre demostrar su inocencia, lo que me llama la atención es la falta de planeación que se contagia en el futbol mexicano.

Esto me hace recordar al entonces seleccionador de Inglaterra, Sam Allardyce, quien sólo duró 67 días en el cargo, luego de que un diario británico hizo público un video grabado con cámara oculta y en el que explica cómo burlar las leyes del mercado de fichajes, en cuanto a la normativa sobre la titularidad de jugadores por parte de terceros, controvertida práctica prohibida desde 2008.

Eso fue hace ya tres años, y ahora se da el caso de Matosas, quien al frente del Atlético de San Luis, que cuenta con inversión del Atlético de Madrid, únicamente dirigió ocho partidos, de los cuales ganó dos y perdió seis.

¿Hubo algún cambio con relación a Alfonso Sosa, el técnico con más ascensos a la Primera División mexicana, con tres en cinco años, el último de ellos con el conjunto potosino?

Lo anterior sólo refleja el poco apoyo y confianza al técnico, así como nula veracidad de los hechos en el futbol mexicano. No hubo paciencia ni consideración hacia Sosa, y tampoco la hubo para Matosas.

Por otro lado, queda en evidenciada, una vez más, la falta de planeación, sobre todo a largo plazo. Todo indica que en el futbol mexicano se tiene la idea de que un técnico puede llegar y cambiar la inercia del equipo en sólo un par de semanas, como si se tratara de una varita mágica.

Peor aun cuando se mantiene la tendencia de traer jugadores extranjeros para solucionar la situación. Pero, al igual que en el caso de los técnicos, lo que hacen es cerrarles la puerta a talentos de nuestro futbol, y, de paso, debilitar a la Selección Mexicana. Lo correcto no sería cerrarles la puerta a los extranjeros, pero sí limitar la cantidad de ellos.

Así las increíbles decisiones que se llegan a tomar en nuestro futbol, que en este Apertura 2019 ya lleva ocho técnicos cesados, casi la mitad de los equipos participantes. Caso que no sucedería si se disputaron torneos largos.

El primero en la lista fue el mexicano José Luis Sánchez Solá, al frente del Puebla, y con sólo cinco fechas disputadas. Lo mismo que el argentino Javier Torrente, con Morelia.

Posteriormente, el afectado de esas malas decisiones fue otro mexicano, Enrique Meza, aunque en su caso fue él quien dio un paso al costado, ante las precarias condiciones en el proyecto del Veracruz, que ya todos conocemos.

Entonces llegó el caso de Alfonso Sosa, por supuestamente haberle faltado el respeto a algunos de sus jugadores, algo que nunca se demostró y sin revelar cuál fue el verdadero motivo, lo que generó más morbo del que ya tenía.

Cruz Azul, uno de los equipos grandes de nuestro futbol, terminó su relación con el portugués Pedro Caixinha, tras el empate a un tanto ante Chivas, en la fecha 8.

Y fue precisamente Chivas el que protagonizó la portada de ESTO con el despido de Tomás Boy, a sólo tres días de disputar el clásico ante América, correspondiente a la jornada 12.

Y hablando de clásicos, el que Rayados de Monterrey perdió ante Tigres le costó el puesto al uruguayo Diego Alonso.

A falta de cuatro fechas para que termine la fase regular, el Apertura 2019 está a dos ceses de técnicos para igualar la penosa marca que se estableció en el Apertura 2005 y en el Clausura 2019.

Y ya que están considerado la grabación que ha aparecido en el caso de Matosas, esto puede ser un precedente para que, en un futuro no muy lejano se pueda utilizar no sólo en el futbol y en el deporte de México, sino en todos los ámbitos sociales, políticos, culturales, económicos y artísticos del país.

Esta medida sería una forma de acabar con la corrupción o al menos sería de gran ayuda para erradicar esta porquería que nos arrastra y que se ha convertido en un sistema desagradable de vida. Es conveniente que tanto diputados como senadores de México se pongan a trabajar ya para combatir la corrupción.

¡Que te lo digo yo!

La mala imagen de nuestro futbol perdura y se hace evidente a nivel mundial, tanto por la ausencia en la toma de decisiones, por parte de los federativos, como en el reciente escándalo en el que Matosas estaría involucrado.

Penosamente y por segunda semana consecutiva, el futbol mexicano dio una mala imagen hacia el resto del mundo. Primero, por la mala planeación de los clubes y la falta de toma de decisiones tanto de la Federación Mexicana como de la Liga MX; y segundo, por el escándalo en el que supuestamente estaría involucrado Gustavo Matosas, ahora ex técnico del Atlético de San Luis.

Si hace ocho días señalé a los directivos del futbol mexicano como principales responsables de la falta de solidaridad que Tigres mostró ante el pedido de ayuda por parte de Veracruz, así como de la violencia en las gradas entre aficionados del Atlético de San Luis y del Querétaro, en esta ocasión tampoco se salvan debido a sus malas decisiones.

Hace poco más de un mes cuestioné la dudosa forma en la que Atlético de San Luis destituyó al técnico mexicano Alfonso Sosa, y ahora el charrúa Gustavo Matosas, quien tiene amplio recorrido en el futbol mexicano, fue cesado al frente del conjunto potosino, en parte, por la derrota de 3-2 sufrida el sábado en su visita al León; pero, sobre todo, debido a que fue señalado por aparentemente haber participado en un acto de corrupción, hace siete años, cuando él y su representante, Fernando Pavón, habrían obtenido una ganancia económica por el traspaso del delantero uruguayo

Matías Britos, precisamente al León. Matosas ha negado lo anterior, y a espera que logre demostrar su inocencia, lo que me llama la atención es la falta de planeación que se contagia en el futbol mexicano.

Esto me hace recordar al entonces seleccionador de Inglaterra, Sam Allardyce, quien sólo duró 67 días en el cargo, luego de que un diario británico hizo público un video grabado con cámara oculta y en el que explica cómo burlar las leyes del mercado de fichajes, en cuanto a la normativa sobre la titularidad de jugadores por parte de terceros, controvertida práctica prohibida desde 2008.

Eso fue hace ya tres años, y ahora se da el caso de Matosas, quien al frente del Atlético de San Luis, que cuenta con inversión del Atlético de Madrid, únicamente dirigió ocho partidos, de los cuales ganó dos y perdió seis.

¿Hubo algún cambio con relación a Alfonso Sosa, el técnico con más ascensos a la Primera División mexicana, con tres en cinco años, el último de ellos con el conjunto potosino?

Lo anterior sólo refleja el poco apoyo y confianza al técnico, así como nula veracidad de los hechos en el futbol mexicano. No hubo paciencia ni consideración hacia Sosa, y tampoco la hubo para Matosas.

Por otro lado, queda en evidenciada, una vez más, la falta de planeación, sobre todo a largo plazo. Todo indica que en el futbol mexicano se tiene la idea de que un técnico puede llegar y cambiar la inercia del equipo en sólo un par de semanas, como si se tratara de una varita mágica.

Peor aun cuando se mantiene la tendencia de traer jugadores extranjeros para solucionar la situación. Pero, al igual que en el caso de los técnicos, lo que hacen es cerrarles la puerta a talentos de nuestro futbol, y, de paso, debilitar a la Selección Mexicana. Lo correcto no sería cerrarles la puerta a los extranjeros, pero sí limitar la cantidad de ellos.

Así las increíbles decisiones que se llegan a tomar en nuestro futbol, que en este Apertura 2019 ya lleva ocho técnicos cesados, casi la mitad de los equipos participantes. Caso que no sucedería si se disputaron torneos largos.

El primero en la lista fue el mexicano José Luis Sánchez Solá, al frente del Puebla, y con sólo cinco fechas disputadas. Lo mismo que el argentino Javier Torrente, con Morelia.

Posteriormente, el afectado de esas malas decisiones fue otro mexicano, Enrique Meza, aunque en su caso fue él quien dio un paso al costado, ante las precarias condiciones en el proyecto del Veracruz, que ya todos conocemos.

Entonces llegó el caso de Alfonso Sosa, por supuestamente haberle faltado el respeto a algunos de sus jugadores, algo que nunca se demostró y sin revelar cuál fue el verdadero motivo, lo que generó más morbo del que ya tenía.

Cruz Azul, uno de los equipos grandes de nuestro futbol, terminó su relación con el portugués Pedro Caixinha, tras el empate a un tanto ante Chivas, en la fecha 8.

Y fue precisamente Chivas el que protagonizó la portada de ESTO con el despido de Tomás Boy, a sólo tres días de disputar el clásico ante América, correspondiente a la jornada 12.

Y hablando de clásicos, el que Rayados de Monterrey perdió ante Tigres le costó el puesto al uruguayo Diego Alonso.

A falta de cuatro fechas para que termine la fase regular, el Apertura 2019 está a dos ceses de técnicos para igualar la penosa marca que se estableció en el Apertura 2005 y en el Clausura 2019.

Y ya que están considerado la grabación que ha aparecido en el caso de Matosas, esto puede ser un precedente para que, en un futuro no muy lejano se pueda utilizar no sólo en el futbol y en el deporte de México, sino en todos los ámbitos sociales, políticos, culturales, económicos y artísticos del país.

Esta medida sería una forma de acabar con la corrupción o al menos sería de gran ayuda para erradicar esta porquería que nos arrastra y que se ha convertido en un sistema desagradable de vida. Es conveniente que tanto diputados como senadores de México se pongan a trabajar ya para combatir la corrupción.

¡Que te lo digo yo!