/ martes 24 de marzo de 2020

Ajo y Agua | Demostremos que somos un gran equipo

Ahora más que nunca debemos unirnos como humanidad para vencer al Coronavirus. Esta vez no se trata de hacer goles ni de proteger la portería, sino de ser conscientes y disciplinados con las indicaciones de las autoridades para proteger a nuestras familias, que son lo más importante.

Antes que nada, mis más sinceras condolencias para los familiares de Lorenzo Sanz, quien en su mandato como presidente del club hizo posible la conquista de la séptima y de la octava Copa de Europa para el Real Madrid.

Quiero expresar la profunda tristeza que siento por el sensible fallecimiento de mi querido amigo Lorenzo Sanz, quien dedicó la vida a la familia, amigos y a su amado Real Madrid.

Se trata de una las más de 16 mil vidas que hasta ahora han sido arrebatadas por la propagación del Coronavirus, y es por eso que, en este espacio, le rindo el homenaje que en 1997 me realizó el Real Madrid.

Aún recuerdo cuando me dijo: “Hugo, aquí eres una leyenda, y te mereces tu homenaje”.

Si tuviera la oportunidad de hacerlo, en este momento le diría a Lorenzo Sanz que él se merece ser no sólo reconocido, sino recordado por siempre como una leyenda del madridismo.

A Lorenzo Sanz, fallecido el sábado a los 76 años de edad, le debemos que en 1998 el Real Madrid se haya vuelto a proclamar campeón de Europa después de 32 años sin lograrlo.

A él también le debemos que la cancha del estadio Santiago Bernabéu se haya engalanado con jugadores como Raúl González, Roberto Carlos, Fernando Hierro, Clarence Seedorf, Davor Suker y Predrag Mijatovic. Era el llamado Real Madrid de las estrellas.

Él fue quien convenció a técnicos Fabio Capello, Jupp Heynckes y al mismísimo Vicente del Bosque de tomar las riendas del equipo durante los cinco años que duró su mandato, entre 1995 y 2000, poco después de que el Real Madrid regresó de París con su octava Copa de Europa en las manos, tras vencer a la Juventus, gracias a un gol de Mijatovic.

Descanse en paz mi querido Lorenzo Sanz, a quien recodaré con gran respeto y admiración, siempre con el escudo del Real Madrid en la solapa de su saco.

Vaya jugada la que nos hace pasar esta nueva pandemia, con prácticamente todos los torneos dWe futbol del mundo detenidos indefinidamente, con el riesgo de que la temporada sea cancela o incluso declarada nula.

Una injusticia en casos como el del Liverpool, que pese a la baja de ritmo que mostró en las últimas semanas, dominó la Premier League de Inglaterra, hasta ahora, con 25 puntos de distancia del Manchester City, su perseguidor más cercano en la clasificación.

Sin embargo, esto va mucho más allá del futbol. Esta vez no se trata de meter goles o de defender la portería en busca de un título.

No, amigos. Esta vez hablamos de lo que nos depara el futuro, con una inminente crisis por delante, en la que al menos debemos mantenernos unidos, como aquel gran equipo que hizo posible Lorenzo Sanz.

Si las Ligas no logran reanudarse lo antes posible, muchos equipos se verán afectados por los ingresos que generan los derechos de transmisión que tienen las televisoras. Incluso hay algunos que podrían desaparecer al verse en serios problemas económicos.

Quizá Gianni Infantino, presidente de la FIFA, tiene razón al indicar que esta crisis global puede suponer una oportunidad para reformar el futbol dando un paso atrás, con el que se buscaría haya menos partidos, pero de mejor nivel. Sólo el tiempo lo dirá.

No hay mal que por bien no venga, y ojalá pronto podamos ganar el partido en contra del Coronavirus.

¡Que te lo digo yo!

Ahora más que nunca debemos unirnos como humanidad para vencer al Coronavirus. Esta vez no se trata de hacer goles ni de proteger la portería, sino de ser conscientes y disciplinados con las indicaciones de las autoridades para proteger a nuestras familias, que son lo más importante.

Antes que nada, mis más sinceras condolencias para los familiares de Lorenzo Sanz, quien en su mandato como presidente del club hizo posible la conquista de la séptima y de la octava Copa de Europa para el Real Madrid.

Quiero expresar la profunda tristeza que siento por el sensible fallecimiento de mi querido amigo Lorenzo Sanz, quien dedicó la vida a la familia, amigos y a su amado Real Madrid.

Se trata de una las más de 16 mil vidas que hasta ahora han sido arrebatadas por la propagación del Coronavirus, y es por eso que, en este espacio, le rindo el homenaje que en 1997 me realizó el Real Madrid.

Aún recuerdo cuando me dijo: “Hugo, aquí eres una leyenda, y te mereces tu homenaje”.

Si tuviera la oportunidad de hacerlo, en este momento le diría a Lorenzo Sanz que él se merece ser no sólo reconocido, sino recordado por siempre como una leyenda del madridismo.

A Lorenzo Sanz, fallecido el sábado a los 76 años de edad, le debemos que en 1998 el Real Madrid se haya vuelto a proclamar campeón de Europa después de 32 años sin lograrlo.

A él también le debemos que la cancha del estadio Santiago Bernabéu se haya engalanado con jugadores como Raúl González, Roberto Carlos, Fernando Hierro, Clarence Seedorf, Davor Suker y Predrag Mijatovic. Era el llamado Real Madrid de las estrellas.

Él fue quien convenció a técnicos Fabio Capello, Jupp Heynckes y al mismísimo Vicente del Bosque de tomar las riendas del equipo durante los cinco años que duró su mandato, entre 1995 y 2000, poco después de que el Real Madrid regresó de París con su octava Copa de Europa en las manos, tras vencer a la Juventus, gracias a un gol de Mijatovic.

Descanse en paz mi querido Lorenzo Sanz, a quien recodaré con gran respeto y admiración, siempre con el escudo del Real Madrid en la solapa de su saco.

Vaya jugada la que nos hace pasar esta nueva pandemia, con prácticamente todos los torneos dWe futbol del mundo detenidos indefinidamente, con el riesgo de que la temporada sea cancela o incluso declarada nula.

Una injusticia en casos como el del Liverpool, que pese a la baja de ritmo que mostró en las últimas semanas, dominó la Premier League de Inglaterra, hasta ahora, con 25 puntos de distancia del Manchester City, su perseguidor más cercano en la clasificación.

Sin embargo, esto va mucho más allá del futbol. Esta vez no se trata de meter goles o de defender la portería en busca de un título.

No, amigos. Esta vez hablamos de lo que nos depara el futuro, con una inminente crisis por delante, en la que al menos debemos mantenernos unidos, como aquel gran equipo que hizo posible Lorenzo Sanz.

Si las Ligas no logran reanudarse lo antes posible, muchos equipos se verán afectados por los ingresos que generan los derechos de transmisión que tienen las televisoras. Incluso hay algunos que podrían desaparecer al verse en serios problemas económicos.

Quizá Gianni Infantino, presidente de la FIFA, tiene razón al indicar que esta crisis global puede suponer una oportunidad para reformar el futbol dando un paso atrás, con el que se buscaría haya menos partidos, pero de mejor nivel. Sólo el tiempo lo dirá.

No hay mal que por bien no venga, y ojalá pronto podamos ganar el partido en contra del Coronavirus.

¡Que te lo digo yo!