/ martes 17 de abril de 2018

"Ajo y agua" | Despedida inolvidable

Parece ser que la carrera de Rafa Márquez como futbolista llegó al final. Todo indica que jugará los últimos dos partidos del Torneo de Clausura 2018 y de esta manera pondrá fin a una brillante trayectoria, aunque él no pierde la esperanza de seguir siendo contemplado para asistir a su quinta Copa del Mundo, con lo que igualaría a la “Tota” Carbajal y a Lothar Matthäus.

El momento del retiro tenía que llegar tarde o temprano, y creo que Rafa siente que es el mejor momento para decir adiós. Seguramente lo ha meditado mucho junto con su familia, y si la decisión está tomada, habrá que respetarla, porque ha desarrollado una carrera muy brillante como futbolista.

Recuerdo con mucho agrado ver años atrás a ese joven que ambicionaba ser exitoso en este maravilloso deporte del futbol. Iniciaba con sus primeros pasos de manera profesional con los Rojinegros del Atlas, allá por 1996, e inmediatamente nos dimos cuenta que se trataba de un jugador con calidad, con talento, con personalidad, con liderazgo y mucha ambición. Esto me hizo facilitarle el camino para que mi representante, José Manuel Sanz, le ayudara para irse a Europa, así como en su momento lo había hecho con Luis García y Cuauhtémoc Blanco, entre otros.

La primera aventura en Europa fue con el Mónaco, club con el que se coronó como campeón de la Liga Francesa, y después se fue al Barcelona, donde vivió su etapa más brillante como futbolista profesional, consiguiendo muchos títulos: cuatro Ligas de España, dos campeonatos de la Champions, una Copa del Rey, un Mundial de Clubes, y una Supercopa de Europa, y todos estos logros han hecho que se gane un lugar en el mundo como uno de los mejores defensas que han estado en el Barcelona y en el futbol mundial.

Da la casualidad de que Rafa lleva mi segundo apellido, y eso es pura casualidad. No nos une ningún parentesco, pero es anecdótico que pudiese ser mi primo.

Me da gusto, como mexicano, que Rafa haya triunfado como lo ha hecho en su ya larga trayectoria de 22 años. Es difícil el decir adiós al futbol como jugador, pero estoy seguro que él está planeando gastar hasta la última gota de gasolina, y tal parece que es como debería de ser, jugando su quinto Mundial
en Rusia.

Ésta sería la mejor despedida, ya que si con su equipo, el Atlas, jugará los últimos partidos del torneo como despedida de la Liga Mexicana, Rafa se merece despedirse como él quiera, y estoy convencido que el querrá hacerlo jugando cuando menos un minuto o más en la próxima Copa del Mundo de Rusia.

Se lo ha ganado, lo merece, y espero que su adiós del futbol sea como lo desea, algo distinto a lo que me sucedió a mí, que pude haber sido el único jugador en la historia en participar en seis Mundiales, pero los directivos, con sus malas decisiones, no me dieron esa oportunidad, y como técnico tampoco me han dado la oportunidad, hasta ahora, de dirigir a la Selección Mexicana en una Copa del Mundo.

Espero que los directivos no se vuelvan a equivocar e impidan que Rafael Márquez haga historia por asistir a cinco Copas del Mundo, ya que pocos han tenido ese privilegio y él se lo merece, se lo ha ganado a pulso.

¡Que te lo digo yo!

Parece ser que la carrera de Rafa Márquez como futbolista llegó al final. Todo indica que jugará los últimos dos partidos del Torneo de Clausura 2018 y de esta manera pondrá fin a una brillante trayectoria, aunque él no pierde la esperanza de seguir siendo contemplado para asistir a su quinta Copa del Mundo, con lo que igualaría a la “Tota” Carbajal y a Lothar Matthäus.

El momento del retiro tenía que llegar tarde o temprano, y creo que Rafa siente que es el mejor momento para decir adiós. Seguramente lo ha meditado mucho junto con su familia, y si la decisión está tomada, habrá que respetarla, porque ha desarrollado una carrera muy brillante como futbolista.

Recuerdo con mucho agrado ver años atrás a ese joven que ambicionaba ser exitoso en este maravilloso deporte del futbol. Iniciaba con sus primeros pasos de manera profesional con los Rojinegros del Atlas, allá por 1996, e inmediatamente nos dimos cuenta que se trataba de un jugador con calidad, con talento, con personalidad, con liderazgo y mucha ambición. Esto me hizo facilitarle el camino para que mi representante, José Manuel Sanz, le ayudara para irse a Europa, así como en su momento lo había hecho con Luis García y Cuauhtémoc Blanco, entre otros.

La primera aventura en Europa fue con el Mónaco, club con el que se coronó como campeón de la Liga Francesa, y después se fue al Barcelona, donde vivió su etapa más brillante como futbolista profesional, consiguiendo muchos títulos: cuatro Ligas de España, dos campeonatos de la Champions, una Copa del Rey, un Mundial de Clubes, y una Supercopa de Europa, y todos estos logros han hecho que se gane un lugar en el mundo como uno de los mejores defensas que han estado en el Barcelona y en el futbol mundial.

Da la casualidad de que Rafa lleva mi segundo apellido, y eso es pura casualidad. No nos une ningún parentesco, pero es anecdótico que pudiese ser mi primo.

Me da gusto, como mexicano, que Rafa haya triunfado como lo ha hecho en su ya larga trayectoria de 22 años. Es difícil el decir adiós al futbol como jugador, pero estoy seguro que él está planeando gastar hasta la última gota de gasolina, y tal parece que es como debería de ser, jugando su quinto Mundial
en Rusia.

Ésta sería la mejor despedida, ya que si con su equipo, el Atlas, jugará los últimos partidos del torneo como despedida de la Liga Mexicana, Rafa se merece despedirse como él quiera, y estoy convencido que el querrá hacerlo jugando cuando menos un minuto o más en la próxima Copa del Mundo de Rusia.

Se lo ha ganado, lo merece, y espero que su adiós del futbol sea como lo desea, algo distinto a lo que me sucedió a mí, que pude haber sido el único jugador en la historia en participar en seis Mundiales, pero los directivos, con sus malas decisiones, no me dieron esa oportunidad, y como técnico tampoco me han dado la oportunidad, hasta ahora, de dirigir a la Selección Mexicana en una Copa del Mundo.

Espero que los directivos no se vuelvan a equivocar e impidan que Rafael Márquez haga historia por asistir a cinco Copas del Mundo, ya que pocos han tenido ese privilegio y él se lo merece, se lo ha ganado a pulso.

¡Que te lo digo yo!