/ martes 3 de noviembre de 2020

Ajo y Agua | Deuda de honor

Eden Hazard ha comprendido la enorme responsabilidad que implica ser jugador del Real Madrid, el mejor equipo de todos los tiempos. Su golazo frente al Huesca, el fin de semana, es sólo un abono a capital, muy pequeño si se compara con los altos intereses que le han generado sus constantes lesiones desde que llegó hace poco más de un año.

Dos goles en 24 partidos, disputados en un lapso de 15 meses, son los pobres números que hasta ahora ha registrado Eden Hazard, quien fue fichado en julio de 2019, a cambio de 115 millones de euros.

Afortunadamente así lo entiende el delantero belga, quien ha sido autocrítico y sincero, al mostrarse apenado con todo el madridismo debido a que no ha estado a la altura, muy lejos de las expectativas que generó durante su paso por el Chelsea.

El sábado pasado anotó un gran gol para despejar el camino en la goleada frente al Huesca, hasta ahora, la victoria más cómoda que ha firmado el Real Madrid en lo que va de la temporada.

Pese a la ausencia de aficionados en las gradas, cualquiera habría festejado eufóricamente para sacar la frustración acumulada a lo largo de todo este tiempo, pero Hazard prefirió ser prudente ante su complicada realidad. No se le vio gesto alguno de celebración, ni siquiera cuando sus compañeros de equipo se acercaron para felicitarlo y arroparlo.

Eso habla muy bien del delantero, porque en el Real Madrid uno siempre se debe exigir al máximo, sobre todo cuando la situación no va bien.

Una sólo acción que reúne muchos de los valores del madridismo: respeto, trabajo en equipo, transparencia, solidaridad, compromiso, igualdad y mentalidad ganadora.

La crítica en su contra no ha sido fácil de sobrellevar, sobre todo porque a él también se le señala por el momento complicado que el Real Madrid atraviesa en la Champions League, torneo en el que sólo ha disputado 20 minutos, el martes pasado, en el empate frente al Borussia Mönchengladbach.

Y en este apartado Hazard también ha demostrado tener el carácter necesario para ser uno de los líderes del Real Madrid, si las lesiones finalmente se lo permiten. Escuchar la crítica y tener la capacidad de considerar la que es constructiva es de suma importancia para crecer, no sólo como futbolista, sino también como persona.

En este espacio ya les he hablado en un par de ocasiones de Eden Hazard, un jugador con gran calidad técnica, pero que, hasta hace poco, no había mostrado ser tan profesional, sobre todo en su recuperación.

Las lesiones son el infortunio de todo futbolista profesional, pero son también una responsabilidad que se debe asumir junto al cuerpo técnico y médico del club.

Muy lejos está ya su primera anotación con la playera merengue, frente al Granada, en octubre de 2019. Y lejos también comienza a quedar la del sábado, ya que su situación exige prontos resultados, sobre todo en un año en el que la pandemia del Covid-19 ha apretado tanto el calendario de competiciones.

Con partidos de Champions League cada semana, de aquí hasta diciembre, los goles de Eden Hazard deberán caer por racimos, y ahí es donde demostrará, con eficacia, si realmente es un jugador con el nivel y carácter necesario para jugar en el Real Madrid.

Hasta ahora se ha perdido 31 de los 60 partidos que el club madrileño ha disputado desde su llegada. Y lo anterior también se refleja en el valor aproximado que tiene en el mercado de verano, pues de los 150 millones de euros que valía cuando llegó al Santiago Bernabéu, actualmente está valorado en 60 millones de euros.

Ojala que este nuevo regreso sea el definitivito, porque Karim Benzema necesita urgentemente ese refuerzo que le permita dejar su posición de eje de ataque para colocarse libremente y darse un respiro.

Por lo que se pudo ver el sábado, entre Hazard y Benzema está claro que hablan el mismo idioma.

¡Que te lo digo yo!

Eden Hazard ha comprendido la enorme responsabilidad que implica ser jugador del Real Madrid, el mejor equipo de todos los tiempos. Su golazo frente al Huesca, el fin de semana, es sólo un abono a capital, muy pequeño si se compara con los altos intereses que le han generado sus constantes lesiones desde que llegó hace poco más de un año.

Dos goles en 24 partidos, disputados en un lapso de 15 meses, son los pobres números que hasta ahora ha registrado Eden Hazard, quien fue fichado en julio de 2019, a cambio de 115 millones de euros.

Afortunadamente así lo entiende el delantero belga, quien ha sido autocrítico y sincero, al mostrarse apenado con todo el madridismo debido a que no ha estado a la altura, muy lejos de las expectativas que generó durante su paso por el Chelsea.

El sábado pasado anotó un gran gol para despejar el camino en la goleada frente al Huesca, hasta ahora, la victoria más cómoda que ha firmado el Real Madrid en lo que va de la temporada.

Pese a la ausencia de aficionados en las gradas, cualquiera habría festejado eufóricamente para sacar la frustración acumulada a lo largo de todo este tiempo, pero Hazard prefirió ser prudente ante su complicada realidad. No se le vio gesto alguno de celebración, ni siquiera cuando sus compañeros de equipo se acercaron para felicitarlo y arroparlo.

Eso habla muy bien del delantero, porque en el Real Madrid uno siempre se debe exigir al máximo, sobre todo cuando la situación no va bien.

Una sólo acción que reúne muchos de los valores del madridismo: respeto, trabajo en equipo, transparencia, solidaridad, compromiso, igualdad y mentalidad ganadora.

La crítica en su contra no ha sido fácil de sobrellevar, sobre todo porque a él también se le señala por el momento complicado que el Real Madrid atraviesa en la Champions League, torneo en el que sólo ha disputado 20 minutos, el martes pasado, en el empate frente al Borussia Mönchengladbach.

Y en este apartado Hazard también ha demostrado tener el carácter necesario para ser uno de los líderes del Real Madrid, si las lesiones finalmente se lo permiten. Escuchar la crítica y tener la capacidad de considerar la que es constructiva es de suma importancia para crecer, no sólo como futbolista, sino también como persona.

En este espacio ya les he hablado en un par de ocasiones de Eden Hazard, un jugador con gran calidad técnica, pero que, hasta hace poco, no había mostrado ser tan profesional, sobre todo en su recuperación.

Las lesiones son el infortunio de todo futbolista profesional, pero son también una responsabilidad que se debe asumir junto al cuerpo técnico y médico del club.

Muy lejos está ya su primera anotación con la playera merengue, frente al Granada, en octubre de 2019. Y lejos también comienza a quedar la del sábado, ya que su situación exige prontos resultados, sobre todo en un año en el que la pandemia del Covid-19 ha apretado tanto el calendario de competiciones.

Con partidos de Champions League cada semana, de aquí hasta diciembre, los goles de Eden Hazard deberán caer por racimos, y ahí es donde demostrará, con eficacia, si realmente es un jugador con el nivel y carácter necesario para jugar en el Real Madrid.

Hasta ahora se ha perdido 31 de los 60 partidos que el club madrileño ha disputado desde su llegada. Y lo anterior también se refleja en el valor aproximado que tiene en el mercado de verano, pues de los 150 millones de euros que valía cuando llegó al Santiago Bernabéu, actualmente está valorado en 60 millones de euros.

Ojala que este nuevo regreso sea el definitivito, porque Karim Benzema necesita urgentemente ese refuerzo que le permita dejar su posición de eje de ataque para colocarse libremente y darse un respiro.

Por lo que se pudo ver el sábado, entre Hazard y Benzema está claro que hablan el mismo idioma.

¡Que te lo digo yo!