Sergio Ramos se ha convertido en el gran referente del Real Madrid. Lo ha hecho con gran liderazgo, gracias, principalmente, a su mentalidad ganadora. Aquel joven defensor que hace ya 15 años debutó con el Real Madrid, ha adquirido la madurez necesaria para impulsar a sus compañeros y dar la cara por el equipo, tanto dentro como fuera del terreno de juego.
En 118 años de historia, el Real Madrid ha tenido capitanes inolvidables, desde Alfredo Di Stéfano hasta Iker Casillas, pasando por jugadores como Paco Gento, José Martínez Sánchez Pirri, José Antonio Camacho, Miguel Porlán Noguera Chendo, Fernando Hierro y Raúl González.
Ser capitán del Real Madrid supone una enorme responsabilidad, pero también un honor y una gran distinción, ya que no cualquiera tiene la personalidad que se requiere para liderar al mejor equipo de todos los tiempos.
Lo sé por experiencia propia, ya que tuve la oportunidad de ser capitán del conjunto merengue en algunos partidos.
Así lo comprendió, por ejemplo, Iker Casillas, uno de los capitanes más recientes del Real Madrid y quien surgió de las fuerzas básicas del equipo.
El ahora ex portero cumplió, de principio a fin, con cada uno de los valores del madridismo, incluso cuando tuvo que hacerse a un lado para dar paso al futuro, en 2015.
Tras su partida al Porto, fue precisamente Sergio Ramos quien recibió el gafete de capitán.
Desde entonces, el defensor, quien llegó en el 2005, proveniente del Sevilla, ha sabido adquirir cada uno de los valores del club.
Los aprendió muy bien, pues tuvo como ejemplos al propio Iker Casillas y, antes, a Raúl González.
Con 656 partidos con la playera merengue, el defensor se ha visto involucrado en polémicas, algunas quizá un poco cuestionables, pero en todas ellas siempre lo ha hecho para defender al madridismo.
No es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, pero sí vale su peso en oro, pues además de ser uno de los defensores más confiables en todo el mundo, es también uno de los defensores más goleadores.
La temporada pasada fue el segundo máximo goleador del equipo, con 13 tantos, 14 menos que Karim Benzema.
Además, se convirtió en el defensor más goleador en la historia de la Liga española, ahora, con 72 anotaciones, cinco más que el holandés Ronald Koeman, ahora técnico del Barcelona.
Por si fuera poco, en la presente temporada, que prácticamente acaba de comenzar, igualó a Koeman como los defensores con más goles en el clásico del futbol español, con cinco tantos cada uno.
Fue precisamente el regreso de Sergio Ramos lo que le cambió la cara del Real Madrid, tras la sorpresiva derrota frente al Shakhtar, en la Champions League, duelo en el que el defensor no pudo estar debido al fuerte golpe que sufrió en la rodilla izquierda, hace una semana, en el duelo contra el Cádiz, en la Liga española.
El capitán tenía posibilidades de apurar su recuperación, pero prefirió no correr riesgos y llegar en mejores condiciones al clásico frente al Barcelona.
Su participación fue decisiva, principalmente en la jugada en la que Clément Lenglet lo sujetó de la playera dentro del área, cuando el marcador estaba empatado a un tanto.
Prácticamente infalible desde el punto de penalti, Ramos le regresó la ventaja al Real Madrid y el mismísimo Camp Nou, sin aficionados en las gradas debido a la propagación de la pandemia del Covid-19.
Ramos ha anotado 29 de los 32 penaltis que ha cobrado a lo largo de su carrera, lo que habla muy bien no sólo de un defensor, sino de cualquier delantero.
Su carrera ha llegado a un momento cúspide, como el jugador que más clásicos ha disputado, con 45.
Con el defensor, el Real Madrid gana solidez defensiva y competitividad. Además de que cada vez que se suma al ataque suele hacerlo con peligro, gracias a su gran juego aéreo en jugadas a táctica fija.
Siempre, su actitud y carácter son los adecuados, aunque a algunos no les parezca la forma en la que silencia las críticas.
¡Que te lo digo yo!
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