/ martes 30 de octubre de 2018

Ajo y agua | El Real Madrid sabe dónde vivo

No puedo ocultar el dolor que me aqueja al ver la crisis que parece agravarse sin control en el Real Madrid. Ya lo comentábamos la semana pasada, y tal como lo pronosticamos, la era de Julen Lopetegui llegó a su fin este lunes tras una goleada (5-1) que no se esperaba ni el más pesimista de los madridistas, pues es el peor resultado de un clásico contra el Barcelona en los últimos ocho años.

Ahora es momento de tomar decisiones en la búsqueda de enderezar el camino y devolver al Real Madrid esa grandeza tan suya. Por lo pronto, Santiago Solari fue designado de manera interina para ocupar la dirección técnica del equipo cuando menos para los partidos contra Melilla, en la Copa del Rey, el Valladolid en la Liga y el Viktoria Plzen, en la Champions League.

Santiago permanecerá en situación de interino por espacio de 15 días, periodo al término del cual, en caso de no lograrse acuerdo con alguno de los candidatos para tomar las riendas del equipo, asumirá el cargo de director técnico de manera definitiva.

Me da envidia no ser uno de esos candidatos para llegar a la dirección técnica del Real Madrid de manera inmediata en sustitución de Julen Lopetegui. El recurso a la mano es poner a alguien que está trabajando en casa, en este caso con el Castilla, el segundo equipo del Madrid, y dependiendo de si llegan a un acuerdo satisfactorio con los técnicos elegidos, ya sea por situaciones económicas o por perfil de estilo de juego que quieran encontrar, se definirá la suerte de Solari.

El Real Madrid ha estado acostumbrado a jugar de una manera en la que se es compacto atrás, elabora bien las jugadas para llegar lo más pronto posible a la portería adversaria; ese es un estilo que se ha creado a lo largo de toda su historia. Obviamente es distinto al estilo que desarrolla el Barcelona, que gusta más de la posesión del balón y de tratar más con la pelota.

Me hubiera ilusionado que Florentino Pérez hubiese pensado en mí, junto con mi cuerpo técnico, para asumir la dirección técnica del Real Madrid. Tengo la capacidad y la experiencia para llevar a un gran equipo con súper estrellas, eso como resultado de tantos años que pasé en la institución. Conozco a la perfección la idiosincrasia, las costumbres, la sinergia ganadora que se irradia y, sobre todo, el trato y manejo hacia los jugadores, que debe ser muy especial.

Porque no es nada fácil manejar un vestuario con exigencias tan grandes. Somos contados los entrenadores que hemos sabido manejar un vestuario y mantener una relación interna agradable, y lo más importante es convencer a los jugadores de lo que pretendemos todos, comprometerlos en la búsqueda de objetivos comunes, provocando una buena competencia interna y la justicia deportiva, que es lo primero que debe imperar.

Yo lo hacía perfectamente con los pupilos que tuve oportunidad de dirigir tanto en Pumas como con la Selección de México, me siento contento de haber creado un estilo de manejo aquí, en el futbol mexicano, todo esto como resultado de la experiencia adquirida en el futbol español, tanto en el Atlético de Madrid, primero, con la exigencia del desgaste físico que el equipo desarrollaba con su estilo de contragolpe y de correr igual o más que el rival, y después en el Real Madrid, donde aprendí cómo manejar jugadores de mucha calidad y talento, simplemente a los mejores futbolistas del mundo en sus respectivas posiciones.

Todo es cuestión de saber tener mano izquierda y derecha para poder manejar la tensión y la responsabilidad de unos vestuarios en los que al final hay que tratar y exigir a los jugadores como si fueran hijos adoptivos. De esos técnicos conozco no muchos. Si acaso en los últimos tiempos, que pasaron por el Real Madrid, puedo nombrar primero a Vicente del Bosque y después a Carlo Ancelotti y Zinedine Zidane, que vio directamente cuál era el trato que se debería brindar a los jugadores.

No hace falta conocer demasiado de estrategias ni de manejos tácticos, sino lo suficiente como para transmitirlo a los jugadores y éstos, por lo profesionales que son, captan inmediatamente bien la idea.

Lo más importante de todo es ser líder y haber tenido una cerrera exitosa, porque el convencimiento hacia cada uno de los jugadores sería menos difícil a sabiendas de que lo que se les dice que hagan es por bien de ellos y del equipo. Y si llega alguien que cumple con estos requisitos, la misión es menos complicado para desarrollarla.

Ojalá se escoja a la persona indicada para recuperar algo que es un sello del Real Madrid, la mentalidad ganadora, y no entrar en una sinergia de desconfianza. Le deseo suerte a Santiago Solari, quien estará como interino, y su futuro va a depender de que se encuentre al entrenador indicado, en cuyo caso él regresará al puesto que estaba ocupando en el Castilla.

Ahora bien, de no llegar a un acuerdo con el técnico que busca, el Real Madrid sabe dónde vivo y tiene mi número de teléfono para poder ayudar al equipo de mi vida en España.

¡Que te lo digo yo!

No puedo ocultar el dolor que me aqueja al ver la crisis que parece agravarse sin control en el Real Madrid. Ya lo comentábamos la semana pasada, y tal como lo pronosticamos, la era de Julen Lopetegui llegó a su fin este lunes tras una goleada (5-1) que no se esperaba ni el más pesimista de los madridistas, pues es el peor resultado de un clásico contra el Barcelona en los últimos ocho años.

Ahora es momento de tomar decisiones en la búsqueda de enderezar el camino y devolver al Real Madrid esa grandeza tan suya. Por lo pronto, Santiago Solari fue designado de manera interina para ocupar la dirección técnica del equipo cuando menos para los partidos contra Melilla, en la Copa del Rey, el Valladolid en la Liga y el Viktoria Plzen, en la Champions League.

Santiago permanecerá en situación de interino por espacio de 15 días, periodo al término del cual, en caso de no lograrse acuerdo con alguno de los candidatos para tomar las riendas del equipo, asumirá el cargo de director técnico de manera definitiva.

Me da envidia no ser uno de esos candidatos para llegar a la dirección técnica del Real Madrid de manera inmediata en sustitución de Julen Lopetegui. El recurso a la mano es poner a alguien que está trabajando en casa, en este caso con el Castilla, el segundo equipo del Madrid, y dependiendo de si llegan a un acuerdo satisfactorio con los técnicos elegidos, ya sea por situaciones económicas o por perfil de estilo de juego que quieran encontrar, se definirá la suerte de Solari.

El Real Madrid ha estado acostumbrado a jugar de una manera en la que se es compacto atrás, elabora bien las jugadas para llegar lo más pronto posible a la portería adversaria; ese es un estilo que se ha creado a lo largo de toda su historia. Obviamente es distinto al estilo que desarrolla el Barcelona, que gusta más de la posesión del balón y de tratar más con la pelota.

Me hubiera ilusionado que Florentino Pérez hubiese pensado en mí, junto con mi cuerpo técnico, para asumir la dirección técnica del Real Madrid. Tengo la capacidad y la experiencia para llevar a un gran equipo con súper estrellas, eso como resultado de tantos años que pasé en la institución. Conozco a la perfección la idiosincrasia, las costumbres, la sinergia ganadora que se irradia y, sobre todo, el trato y manejo hacia los jugadores, que debe ser muy especial.

Porque no es nada fácil manejar un vestuario con exigencias tan grandes. Somos contados los entrenadores que hemos sabido manejar un vestuario y mantener una relación interna agradable, y lo más importante es convencer a los jugadores de lo que pretendemos todos, comprometerlos en la búsqueda de objetivos comunes, provocando una buena competencia interna y la justicia deportiva, que es lo primero que debe imperar.

Yo lo hacía perfectamente con los pupilos que tuve oportunidad de dirigir tanto en Pumas como con la Selección de México, me siento contento de haber creado un estilo de manejo aquí, en el futbol mexicano, todo esto como resultado de la experiencia adquirida en el futbol español, tanto en el Atlético de Madrid, primero, con la exigencia del desgaste físico que el equipo desarrollaba con su estilo de contragolpe y de correr igual o más que el rival, y después en el Real Madrid, donde aprendí cómo manejar jugadores de mucha calidad y talento, simplemente a los mejores futbolistas del mundo en sus respectivas posiciones.

Todo es cuestión de saber tener mano izquierda y derecha para poder manejar la tensión y la responsabilidad de unos vestuarios en los que al final hay que tratar y exigir a los jugadores como si fueran hijos adoptivos. De esos técnicos conozco no muchos. Si acaso en los últimos tiempos, que pasaron por el Real Madrid, puedo nombrar primero a Vicente del Bosque y después a Carlo Ancelotti y Zinedine Zidane, que vio directamente cuál era el trato que se debería brindar a los jugadores.

No hace falta conocer demasiado de estrategias ni de manejos tácticos, sino lo suficiente como para transmitirlo a los jugadores y éstos, por lo profesionales que son, captan inmediatamente bien la idea.

Lo más importante de todo es ser líder y haber tenido una cerrera exitosa, porque el convencimiento hacia cada uno de los jugadores sería menos difícil a sabiendas de que lo que se les dice que hagan es por bien de ellos y del equipo. Y si llega alguien que cumple con estos requisitos, la misión es menos complicado para desarrollarla.

Ojalá se escoja a la persona indicada para recuperar algo que es un sello del Real Madrid, la mentalidad ganadora, y no entrar en una sinergia de desconfianza. Le deseo suerte a Santiago Solari, quien estará como interino, y su futuro va a depender de que se encuentre al entrenador indicado, en cuyo caso él regresará al puesto que estaba ocupando en el Castilla.

Ahora bien, de no llegar a un acuerdo con el técnico que busca, el Real Madrid sabe dónde vivo y tiene mi número de teléfono para poder ayudar al equipo de mi vida en España.

¡Que te lo digo yo!