/ martes 19 de enero de 2021

Ajo y Agua | Hay hasta para repartir

La continuidad en el proyecto a corto, mediano y largo plazo de los Pumas de la UNAM sigue dando resultados, en esta ocasión, con el agradable surgimiento de jóvenes canteranos que tienen ganas de triunfar, que están dispuestos a esforzarse al máximo para ganarse un lugar en el primer equipo y, sobre todo, que defienden los valores del club universitario.

Hacía ya mucho tiempo que en los Pumas de la UNAM no veíamos a un joven canterano saltar al terreno de juego para volverse determinante, al menos no como ocurrió el domingo pasado, en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, con la goleada de 3-0 frente al Mazatlán FC.

Y aunque el Torneo Guard1anes 2021 acaba de comenzar, no podemos dejar de destacar la capacidad de reacción por parte del conjunto universitario para sobreponerse al duro golpe que significó, con sólo 15 minutos de juego, la lesión de Juan Ignacio Dinenno, convertido en el referente ofensivo del equipo.

Pese a que tenía el marcador a favor gracias a la anotación de Facundo Waller, fue evidente que la salida del delantero argentino trastocó, por un instante, los planes y el estado anímico de Pumas, sobre todo sin el paraguayo Carlos González, el otro goleador del equipo durante el torneo pasado y que a mediados de diciembre decidió probar suerte con los Tigres de Nuevo León.

Los locales ya habían bajado el ritmo y Mazatlán estaba más cerca del empate que Pumas de anotar el segundo. Peor se pintó el panorama cuando Dinenno sintió una molestia en el muslo izquierdo, por la que tuvo que salir del terreno de juego, en el carrito de las asistencias médicas, mientras se cubría el rostro con las manos para ocultar su llanto.

Entonces fue que apareció Emanuel Montejano para debutar en la Primera División, con apenas 19 años de edad y el número 210 en la espalda.

No tardó mucho el joven cantarano en mostrar sus cualidades, con buenos movimientos tácticos y gran potencia física, mismas que le han abierto camino en el club, al que pertenece desde hace más de ocho años.

A la hora de juego asistió de manera talentosa a Carlos Gutiérrez para el 2-0 en el marcador, antes de cerrar con broche de oro, con el 3-0, que firmó en el minuto 71.

Sin duda, no tendrá problemas en ser titular, al menos, durante las tres semanas que Dinenno estará de baja debido a su desgarre muscular diagnosticado ayer.

La confianza está puesta en Emanuel, pero la responsabilidad, principalmente de arroparlo, será de todo el equipo, porque a su edad es muy fácil sucumbir ante la presión, sobre todo mediática.

Afortunadamente, Montejano podrá contar con Jesús Ramírez, director deportivo del club, pero todo un experto en el tema de apoyar y motivar a jóvenes jugadores, como lo demostró en el 2005, cuando ganó el primer título mundial de México con la Selección Sub-17, con jugadores como Carlos Vela, Giovani dos Santos, Héctor Moreno y Efraín Juárez, estos dos últimos, precisamente, surgidos de los Pumas.

Como he mencionado en ocasiones anteriores, los cambios a veces son inevitables, pero siempre deben aprovecharse para reforzar al equipo o para solucionar algunas limitaciones.

Así ocurrió en el Guard1anes 2020, cuando Míchel González, quien fue mi compañero de equipo en el Real Madrid, renunció al cargo de director técnico, por motivos personales, a escasos días de que iniciara el torneo, pese a que ya había diseñado un plantel para pelear, a mediano plazo, por el título de la Liga MX.

Chucho Ramírez no pudo evitar la salida de Míchel, pero acertó al darle continuidad al proyecto con Andrés Lillini, quien en esta su segunda experiencia como técnico de Primera División ha demostrado no ser ningún improvisado.

Así pasó con el cuestionado traspaso de Carlos González a los Tigres; y lo mismo ocurrirá con la lesión de Dinenno, porque en el club universitario existe un proyecto a corto, mediano y largo plazo, que se respeta y en el que todos los involucrados creen plenamente, desde las fuerzas básicas hasta el primer equipo, sin olvidar al representativo femenil y al de la Liga de expansión.

Si hace poco más de un mes Pumas demostró que no se trata de suerte, sino de garra y espíritu, al acceder a la final del Guard1anes 2020, ahora lo hace con el surgimiento de jóvenes canteranos, con suficiente calidad y que siempre han estado ahí, a la espera de una oportunidad, pero en algunas ocasiones sin el apoyo o la proyección que se necesita.

¡Que te lo digo yo!

La continuidad en el proyecto a corto, mediano y largo plazo de los Pumas de la UNAM sigue dando resultados, en esta ocasión, con el agradable surgimiento de jóvenes canteranos que tienen ganas de triunfar, que están dispuestos a esforzarse al máximo para ganarse un lugar en el primer equipo y, sobre todo, que defienden los valores del club universitario.

Hacía ya mucho tiempo que en los Pumas de la UNAM no veíamos a un joven canterano saltar al terreno de juego para volverse determinante, al menos no como ocurrió el domingo pasado, en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, con la goleada de 3-0 frente al Mazatlán FC.

Y aunque el Torneo Guard1anes 2021 acaba de comenzar, no podemos dejar de destacar la capacidad de reacción por parte del conjunto universitario para sobreponerse al duro golpe que significó, con sólo 15 minutos de juego, la lesión de Juan Ignacio Dinenno, convertido en el referente ofensivo del equipo.

Pese a que tenía el marcador a favor gracias a la anotación de Facundo Waller, fue evidente que la salida del delantero argentino trastocó, por un instante, los planes y el estado anímico de Pumas, sobre todo sin el paraguayo Carlos González, el otro goleador del equipo durante el torneo pasado y que a mediados de diciembre decidió probar suerte con los Tigres de Nuevo León.

Los locales ya habían bajado el ritmo y Mazatlán estaba más cerca del empate que Pumas de anotar el segundo. Peor se pintó el panorama cuando Dinenno sintió una molestia en el muslo izquierdo, por la que tuvo que salir del terreno de juego, en el carrito de las asistencias médicas, mientras se cubría el rostro con las manos para ocultar su llanto.

Entonces fue que apareció Emanuel Montejano para debutar en la Primera División, con apenas 19 años de edad y el número 210 en la espalda.

No tardó mucho el joven cantarano en mostrar sus cualidades, con buenos movimientos tácticos y gran potencia física, mismas que le han abierto camino en el club, al que pertenece desde hace más de ocho años.

A la hora de juego asistió de manera talentosa a Carlos Gutiérrez para el 2-0 en el marcador, antes de cerrar con broche de oro, con el 3-0, que firmó en el minuto 71.

Sin duda, no tendrá problemas en ser titular, al menos, durante las tres semanas que Dinenno estará de baja debido a su desgarre muscular diagnosticado ayer.

La confianza está puesta en Emanuel, pero la responsabilidad, principalmente de arroparlo, será de todo el equipo, porque a su edad es muy fácil sucumbir ante la presión, sobre todo mediática.

Afortunadamente, Montejano podrá contar con Jesús Ramírez, director deportivo del club, pero todo un experto en el tema de apoyar y motivar a jóvenes jugadores, como lo demostró en el 2005, cuando ganó el primer título mundial de México con la Selección Sub-17, con jugadores como Carlos Vela, Giovani dos Santos, Héctor Moreno y Efraín Juárez, estos dos últimos, precisamente, surgidos de los Pumas.

Como he mencionado en ocasiones anteriores, los cambios a veces son inevitables, pero siempre deben aprovecharse para reforzar al equipo o para solucionar algunas limitaciones.

Así ocurrió en el Guard1anes 2020, cuando Míchel González, quien fue mi compañero de equipo en el Real Madrid, renunció al cargo de director técnico, por motivos personales, a escasos días de que iniciara el torneo, pese a que ya había diseñado un plantel para pelear, a mediano plazo, por el título de la Liga MX.

Chucho Ramírez no pudo evitar la salida de Míchel, pero acertó al darle continuidad al proyecto con Andrés Lillini, quien en esta su segunda experiencia como técnico de Primera División ha demostrado no ser ningún improvisado.

Así pasó con el cuestionado traspaso de Carlos González a los Tigres; y lo mismo ocurrirá con la lesión de Dinenno, porque en el club universitario existe un proyecto a corto, mediano y largo plazo, que se respeta y en el que todos los involucrados creen plenamente, desde las fuerzas básicas hasta el primer equipo, sin olvidar al representativo femenil y al de la Liga de expansión.

Si hace poco más de un mes Pumas demostró que no se trata de suerte, sino de garra y espíritu, al acceder a la final del Guard1anes 2020, ahora lo hace con el surgimiento de jóvenes canteranos, con suficiente calidad y que siempre han estado ahí, a la espera de una oportunidad, pero en algunas ocasiones sin el apoyo o la proyección que se necesita.

¡Que te lo digo yo!