/ martes 19 de marzo de 2019

Ajo y Agua | Inicio traumático

Inicia una nueva etapa de la Selección Mexicana de Futbol. En esta ocasión le corresponde al “Tata” Martino y su séquito de colaboradores argentinos, justo después de la amarga experiencia de la etapa anterior con Juan Carlos Osorio y su séquito de colaborares colombianos, que no dejaron grato sabor de boca por lo raro y diferente de sus formas.

Las rotaciones nunca fueron bien vistas y la incomodidad fue constante, y ahora, con el cuerpo técnico argentino, esperemos que no quieran convertir a la Selección Mexicana y nos quieran hacer jugar como la selección de Argentina, ya que las costumbres, las formas y la idiosincrasia es completamente diferente entre mexicanos y argentinos. Por lo pronto, esperemos que los microciclos no sean solamente cuidando el aspecto físico.

Podríamos tener de manera histórica más influencia de los españoles, y en este caso es obvio decir que los argentinos tienen ascendencia italiana. Por esta razón no me siento optimista, porque siempre he mencionado que la Selección Nacional tiene que ser dirigida por mexicanos, y esto nos hace pensar que repetiremos otra etapa incómoda, por las formas y maneras en que nuestra Selección va a jugar.

El inicio será de manera un tanto traumática, contra la Selección de Chile que no nos trae gratos recuerdos de la pasada etapa de Osorio, y esta debacle contra los chilenos fue la causante de que se perdiera la credibilidad con el técnico colombiano. El fantasma del 7-0 no se ha olvidado y no se olvidará jamás, ya que hasta ahora ha sido la peor derrota en un partido oficial de la Selección Mexicana en toda nuestra historia.

A pesar de ser partidos amistosos en fecha FIFA, todos los ojos del futbol mexicano estarán puestos en este arranque del efecto “Tatiano”.

Todos los integrantes de la Selección Nacional, por obvias razones, muestran optimismo ante su llamado para salir airosos en estos dos compromisos, contra Chile y Paraguay, establecidos con anterioridad por parte de los dirigentes de la Federación, ya que los paraguayos serán, una vez más, sparrings, pues desde que era jugador, Paraguay es de las selecciones con las que más nos hemos enfrentado en partidos amistosos, muchísimo más que en duelos oficiales.

Estaremos muy atentos para que este inicio nos pueda ofrecer un panorama de lo que nos depara el destino, de si podrá existir un estilo de juego o no y, reitero, ojalá sea conservando la calidad y el talento de los jugadores mexicanos, ya que no tenemos un elemento como Lionel Messi, que es donde gira el estilo de los argentinos, que, por cierto, en los últimos años no han tenido buenos resultados.

Ojalá que primero Martino conozca cuáles son las virtudes futbolísticas de mis compatriotas, para que de ahí pueda sacar provecho y crear una forma de juego, aprovechando nuestras capacidades y estilos.

Todo esto servirá para ir reparando en qué jugadores serían la base para cuando se presente la Copa de Oro, un certamen que nos compromete a ganarlo, porque de no ser así nos quedaríamos, una vez más, fuera de la Copa Confederaciones de Qatar.

La pasada Copa de Oro la ganó Estados Unidos y, por consiguiente, si México no gana esta edición, nos quedamos sin Confederaciones, y ya veremos cuál es el futuro de ambas competiciones, si seguirán existiendo o desaparecerán para dar entrada a otros torneos, ya que desde la llegada de Infantino está habiendo torneos oficiales, como son los casos de Raúl Gudiño, Jorge Sánchez, Carlos Rodríguez y Alexis Vega. Son nombres no muy comunes en la Selección Mayor, pero este llamado les servirá de mucho en la parte motivacional gracias a la confianza que les está brindando este cuerpo técnico nuevo.

Es de destacarse el no llamado de Carlos Vela y de Héctor Herrera, sin que hasta el momento se haya dado alguna explicación clara de por qué no los llamaron o si ellos solicitaron no asistir a estos amistosos, porque a pesar de saber quiénes son y cómo juegan, siempre es interesante e importante que el cuerpo técnico enfile una base para hacer frente a los torneos oficiales.

Pero estas situaciones se ven de manera muy frecuente, y no me extraña. Lo digo por experiencia propia, porque yo tampoco venía, cuando era jugador, a muchos de los amistosos. Asistía siempre a los oficiales, que en este caso eran los clasificatorios y a uno que otro amistoso que no afectara los intereses del equipo donde estaba jugando, específicamente Atlético de Madrid y Real Madrid.

En la Federación Mexicana de Futbol he comentado que el llamado de los jugadores a la Selección Nacional tendría que ser como el servicio militar: obligatorio, que se tiene que asistir sí o sí, pero no me extraña que no se haga un reglamento al respecto, porque sería utilizado conjuntamente por los jugadores, supongo, respaldados y apoyados por la Asociación de Futbolistas Mexicanos, si es que tiene la fuerza suficiente para que haya derechos y obligaciones, como algo normal que hay en la mayoría, si no es que en todas las selecciones del mundo, excepto algunos países como México, en los que se presenta una insultante explotación de los jugadores cuando están en la Selección Nacional, utilizando su imagen e ingresando muchísimo dinero para los federativos a costa de la imagen de los seleccionados nacionales, a los que pagan muy poco dinero en comparación con los millones de pesos que cobran a todos los sponsors de la Selección Mexicana.

Este acuerdo entre ambas partes debería existir ya, y dentro de las estipulaciones de unos y otros debería quedar plasmado que los jugadores tienen que asistir a cualquier llamado que se les haga en la Selección Nacional y no hay justificación alguna, a menos que se trate de una causa de fuerza mayor, que también tendrían que estar estipuladas. En contraparte, también debería regularse que todos los ingresos que tenga la Selección Nacional en cuanto a sponsors sean repartidos el 50% para la Federación Mexicana de Futbol y el 50% para los jugadores, pero como esto nunca ha interesado a los directivos, desde hace muchos años a los jugadores no les ilusiona ni motiva asistir a la Selección, como sucedía antes, cuando no se manejaban tantos millones de pesos como ahora y uno acudía a los llamados más por el amor a la camiseta.

Pero el abuso de los federativos ha durado muchos años y tiene que llegar el momento en que se diga: ¡Ya basta! Y Creo que ahora sería muy oportuno establecer las reglas claras del juego.

¡Que te lo digo yo!

Inicia una nueva etapa de la Selección Mexicana de Futbol. En esta ocasión le corresponde al “Tata” Martino y su séquito de colaboradores argentinos, justo después de la amarga experiencia de la etapa anterior con Juan Carlos Osorio y su séquito de colaborares colombianos, que no dejaron grato sabor de boca por lo raro y diferente de sus formas.

Las rotaciones nunca fueron bien vistas y la incomodidad fue constante, y ahora, con el cuerpo técnico argentino, esperemos que no quieran convertir a la Selección Mexicana y nos quieran hacer jugar como la selección de Argentina, ya que las costumbres, las formas y la idiosincrasia es completamente diferente entre mexicanos y argentinos. Por lo pronto, esperemos que los microciclos no sean solamente cuidando el aspecto físico.

Podríamos tener de manera histórica más influencia de los españoles, y en este caso es obvio decir que los argentinos tienen ascendencia italiana. Por esta razón no me siento optimista, porque siempre he mencionado que la Selección Nacional tiene que ser dirigida por mexicanos, y esto nos hace pensar que repetiremos otra etapa incómoda, por las formas y maneras en que nuestra Selección va a jugar.

El inicio será de manera un tanto traumática, contra la Selección de Chile que no nos trae gratos recuerdos de la pasada etapa de Osorio, y esta debacle contra los chilenos fue la causante de que se perdiera la credibilidad con el técnico colombiano. El fantasma del 7-0 no se ha olvidado y no se olvidará jamás, ya que hasta ahora ha sido la peor derrota en un partido oficial de la Selección Mexicana en toda nuestra historia.

A pesar de ser partidos amistosos en fecha FIFA, todos los ojos del futbol mexicano estarán puestos en este arranque del efecto “Tatiano”.

Todos los integrantes de la Selección Nacional, por obvias razones, muestran optimismo ante su llamado para salir airosos en estos dos compromisos, contra Chile y Paraguay, establecidos con anterioridad por parte de los dirigentes de la Federación, ya que los paraguayos serán, una vez más, sparrings, pues desde que era jugador, Paraguay es de las selecciones con las que más nos hemos enfrentado en partidos amistosos, muchísimo más que en duelos oficiales.

Estaremos muy atentos para que este inicio nos pueda ofrecer un panorama de lo que nos depara el destino, de si podrá existir un estilo de juego o no y, reitero, ojalá sea conservando la calidad y el talento de los jugadores mexicanos, ya que no tenemos un elemento como Lionel Messi, que es donde gira el estilo de los argentinos, que, por cierto, en los últimos años no han tenido buenos resultados.

Ojalá que primero Martino conozca cuáles son las virtudes futbolísticas de mis compatriotas, para que de ahí pueda sacar provecho y crear una forma de juego, aprovechando nuestras capacidades y estilos.

Todo esto servirá para ir reparando en qué jugadores serían la base para cuando se presente la Copa de Oro, un certamen que nos compromete a ganarlo, porque de no ser así nos quedaríamos, una vez más, fuera de la Copa Confederaciones de Qatar.

La pasada Copa de Oro la ganó Estados Unidos y, por consiguiente, si México no gana esta edición, nos quedamos sin Confederaciones, y ya veremos cuál es el futuro de ambas competiciones, si seguirán existiendo o desaparecerán para dar entrada a otros torneos, ya que desde la llegada de Infantino está habiendo torneos oficiales, como son los casos de Raúl Gudiño, Jorge Sánchez, Carlos Rodríguez y Alexis Vega. Son nombres no muy comunes en la Selección Mayor, pero este llamado les servirá de mucho en la parte motivacional gracias a la confianza que les está brindando este cuerpo técnico nuevo.

Es de destacarse el no llamado de Carlos Vela y de Héctor Herrera, sin que hasta el momento se haya dado alguna explicación clara de por qué no los llamaron o si ellos solicitaron no asistir a estos amistosos, porque a pesar de saber quiénes son y cómo juegan, siempre es interesante e importante que el cuerpo técnico enfile una base para hacer frente a los torneos oficiales.

Pero estas situaciones se ven de manera muy frecuente, y no me extraña. Lo digo por experiencia propia, porque yo tampoco venía, cuando era jugador, a muchos de los amistosos. Asistía siempre a los oficiales, que en este caso eran los clasificatorios y a uno que otro amistoso que no afectara los intereses del equipo donde estaba jugando, específicamente Atlético de Madrid y Real Madrid.

En la Federación Mexicana de Futbol he comentado que el llamado de los jugadores a la Selección Nacional tendría que ser como el servicio militar: obligatorio, que se tiene que asistir sí o sí, pero no me extraña que no se haga un reglamento al respecto, porque sería utilizado conjuntamente por los jugadores, supongo, respaldados y apoyados por la Asociación de Futbolistas Mexicanos, si es que tiene la fuerza suficiente para que haya derechos y obligaciones, como algo normal que hay en la mayoría, si no es que en todas las selecciones del mundo, excepto algunos países como México, en los que se presenta una insultante explotación de los jugadores cuando están en la Selección Nacional, utilizando su imagen e ingresando muchísimo dinero para los federativos a costa de la imagen de los seleccionados nacionales, a los que pagan muy poco dinero en comparación con los millones de pesos que cobran a todos los sponsors de la Selección Mexicana.

Este acuerdo entre ambas partes debería existir ya, y dentro de las estipulaciones de unos y otros debería quedar plasmado que los jugadores tienen que asistir a cualquier llamado que se les haga en la Selección Nacional y no hay justificación alguna, a menos que se trate de una causa de fuerza mayor, que también tendrían que estar estipuladas. En contraparte, también debería regularse que todos los ingresos que tenga la Selección Nacional en cuanto a sponsors sean repartidos el 50% para la Federación Mexicana de Futbol y el 50% para los jugadores, pero como esto nunca ha interesado a los directivos, desde hace muchos años a los jugadores no les ilusiona ni motiva asistir a la Selección, como sucedía antes, cuando no se manejaban tantos millones de pesos como ahora y uno acudía a los llamados más por el amor a la camiseta.

Pero el abuso de los federativos ha durado muchos años y tiene que llegar el momento en que se diga: ¡Ya basta! Y Creo que ahora sería muy oportuno establecer las reglas claras del juego.

¡Que te lo digo yo!