/ martes 5 de marzo de 2019

Ajo y Agua | La grandeza no se mide en un semestre

La grandeza es uno de los principales valores del Real Madrid, y es una distinción que se le reconoce a nivel mundial, en todos los rincones del planeta.

Y esa misma grandeza parte de reconocer cuando las cosas no marchan bien.

Imposible negar que al madridismo le han dolido las dos derrotas sufridas ante el Barcelona, apenas la semana pasada, en el mítico estadio Santiago Bernabéu. Duele perder, claro que sí, pero duele más cuando es ante el acérrimo rival y ante la afición del equipo blanco.

Ha sido un semestre complicado, con mucha irregularidad por parte de los ahora dirigidos por Santiago Solari, quien, desde mi punto de vista, no ha encontrado la fórmula para desarrollar ese futbol espectacular y efectivo que siempre ha distinguido al Real Madrid.

Aunque eso sí, no podemos negar que el equipo ha peleado, que se ha esforzado al máximo en la cancha, como les puedo asegurar que lo hará hasta el final, porque ese también es un distintivo del club: nunca darse por vencido.

Es cierto, se nos ha escapado la posibilidad de arrebatarle el título al Barcelona, campeón de la Copa del Rey de España durante las últimas cuatro temporadas. La goleada de 3-0 encajada el miércoles pasado evidenció que esa tarde la efectividad estuvo del lado del rival, principalmente del delantero uruguayo Luis Suárez, pues el Barcelona aprovechó los tres remates que tuvo a lo largo del partido; mientras que el Real Madrid no pudo concretar ninguno de los 10 que generó, para meterse en la pelea por el pase a la final. Generar tantas llegadas y no concretar es algo que de ninguna manera puede permitirse, y menos aún cuando se está hablando del mejor equipo del mundo.

También es cierto que el panorama luce complicado en la Liga española, ahora con el Real Madrid en la tercera posición de la clasificación, a 12 puntos del líder Barcelona, que el sábado dio otro duro golpe al madridismo, ahora en la Liga, con su triunfo de 1-0, gracias al gol del volante croata Iván Rakitic.

Pero como siempre he dicho, la grandeza del Real Madrid lo lleva a pelear hasta el último minuto, y estoy seguro de que esta vez no será la excepción, pues aún quedan 12 fechas por disputarse y muchas cosas pueden pasar. Recuerden que a este equipo nunca se le puede dar por muerto, por complicada que parezca la empresa. Les aseguro que se luchará hasta el último instante siempre con la ilusión de conseguir el título, porque el Real Madrid debe ganar todo torneo en el que participa.

Habrá que trabajar mucho, sí; evitar el más mínimo error y ser pacientes a la espera de una falla del rival, pues no siempre se puede estar en el nivel más alto. Cuando uno menos se lo espera, siempre llegan las crisis.

Por lo pronto, hay que centrar toda la atención en el partido de mañana frente al Ajax, en el duelo de vuelta de los octavos de final de la Champions League.

Porque si Barcelona es el Rey de la Copa de España (30 títulos), el Real Madrid es el Rey de la liga más importante del mundo, que es la española (33 títulos) y también es el Rey del torneo más importante del mundo a nivel de clubes, la Liga de Campeones de Europa (13 títulos).

Para el enfrentamiento contra el conjunto holandés, el Real Madrid llega al Santiago Bernabéu con la confianza de haberse impuesto 2-1 en la ida, pero, sobre todo, con la ilusión de conseguir su cuarto título consecutivo en la Champions League, su principal objetivo y mayor anhelo cada temporada, en un incesante afán por seguir acrecentando la grandeza del club.

Real Madrid perdió un objetivo, pero peleará por los otros dos. Se los aseguró yo, que conozco las entrañas del Real Madrid como si se tratase de la palma de mi mano.

Tiempo al tiempo.

¡Que te lo digo yo!

La grandeza es uno de los principales valores del Real Madrid, y es una distinción que se le reconoce a nivel mundial, en todos los rincones del planeta.

Y esa misma grandeza parte de reconocer cuando las cosas no marchan bien.

Imposible negar que al madridismo le han dolido las dos derrotas sufridas ante el Barcelona, apenas la semana pasada, en el mítico estadio Santiago Bernabéu. Duele perder, claro que sí, pero duele más cuando es ante el acérrimo rival y ante la afición del equipo blanco.

Ha sido un semestre complicado, con mucha irregularidad por parte de los ahora dirigidos por Santiago Solari, quien, desde mi punto de vista, no ha encontrado la fórmula para desarrollar ese futbol espectacular y efectivo que siempre ha distinguido al Real Madrid.

Aunque eso sí, no podemos negar que el equipo ha peleado, que se ha esforzado al máximo en la cancha, como les puedo asegurar que lo hará hasta el final, porque ese también es un distintivo del club: nunca darse por vencido.

Es cierto, se nos ha escapado la posibilidad de arrebatarle el título al Barcelona, campeón de la Copa del Rey de España durante las últimas cuatro temporadas. La goleada de 3-0 encajada el miércoles pasado evidenció que esa tarde la efectividad estuvo del lado del rival, principalmente del delantero uruguayo Luis Suárez, pues el Barcelona aprovechó los tres remates que tuvo a lo largo del partido; mientras que el Real Madrid no pudo concretar ninguno de los 10 que generó, para meterse en la pelea por el pase a la final. Generar tantas llegadas y no concretar es algo que de ninguna manera puede permitirse, y menos aún cuando se está hablando del mejor equipo del mundo.

También es cierto que el panorama luce complicado en la Liga española, ahora con el Real Madrid en la tercera posición de la clasificación, a 12 puntos del líder Barcelona, que el sábado dio otro duro golpe al madridismo, ahora en la Liga, con su triunfo de 1-0, gracias al gol del volante croata Iván Rakitic.

Pero como siempre he dicho, la grandeza del Real Madrid lo lleva a pelear hasta el último minuto, y estoy seguro de que esta vez no será la excepción, pues aún quedan 12 fechas por disputarse y muchas cosas pueden pasar. Recuerden que a este equipo nunca se le puede dar por muerto, por complicada que parezca la empresa. Les aseguro que se luchará hasta el último instante siempre con la ilusión de conseguir el título, porque el Real Madrid debe ganar todo torneo en el que participa.

Habrá que trabajar mucho, sí; evitar el más mínimo error y ser pacientes a la espera de una falla del rival, pues no siempre se puede estar en el nivel más alto. Cuando uno menos se lo espera, siempre llegan las crisis.

Por lo pronto, hay que centrar toda la atención en el partido de mañana frente al Ajax, en el duelo de vuelta de los octavos de final de la Champions League.

Porque si Barcelona es el Rey de la Copa de España (30 títulos), el Real Madrid es el Rey de la liga más importante del mundo, que es la española (33 títulos) y también es el Rey del torneo más importante del mundo a nivel de clubes, la Liga de Campeones de Europa (13 títulos).

Para el enfrentamiento contra el conjunto holandés, el Real Madrid llega al Santiago Bernabéu con la confianza de haberse impuesto 2-1 en la ida, pero, sobre todo, con la ilusión de conseguir su cuarto título consecutivo en la Champions League, su principal objetivo y mayor anhelo cada temporada, en un incesante afán por seguir acrecentando la grandeza del club.

Real Madrid perdió un objetivo, pero peleará por los otros dos. Se los aseguró yo, que conozco las entrañas del Real Madrid como si se tratase de la palma de mi mano.

Tiempo al tiempo.

¡Que te lo digo yo!