/ martes 3 de diciembre de 2019

Ajo y Agua | Messi recuperó el trono

Pese a la eliminación que el Barcelona sufrió la temporada pasada en las semifinales de la Champions League, el delantero argentino hizo los méritos propios para imponerse ante el holandés Virgil Van Dijk, defensor del Liverpool, y al portugués Cristiano Ronaldo, delantero de la Juventus.

Justo cuando se pensaba que había llegado el momento en que tendría que dejar la lucha por la supremacía en manos de las nuevas generaciones, el argentino Lionel Messi, delantero del Barcelona, se sobrepuso al fracaso sufrido la temporada pasada en la Champions League para volver a convertirse en el máximo goleador de toda Europa y, de esta forma, conquistar su sexto Balón de Oro.

Por primera vez en mucho tiempo la lógica se impuso en la votación al mejor jugador del mundo, pues esta vez pesó más lo individual que lo colectivo.

En un año que no es mundialista, la Champions League suele ser el factor más determinante en la elección a la distinción individual, sin embargo, pese a la eliminación que el Barcelona sufrió en las semifinales de la temporada pasada, frente al Liverpool, el delantero argentino hizo los méritos propios para imponerse ante el holandés Virgil Van Dijk, defensor del conjunto inglés; y al portugués Cristiano Ronaldo, delantero de la Juventus.

Después de cuatro años, Messi volvió a conquistar el Balón de Oro, convertido en el campeón de la Liga española, Pichichi y Bota de Oro como máximo goleador del futbol europeo, con 36 goles; así como mejor anotador de la temporada en la Champions League, con 12 tantos.

Todo lo anterior, para disgusto de Cristiano Ronaldo, quien se ausentó de la ceremonia celebrada ayer en el Teatro del Chatelet, en París, bajo el argumento de que tenía otro compromiso.

Nadie puede negar que el portugués es uno de los mejores jugadores en la historia del futbol, sin embargo, su actitud deja mucho que desear, quedando ante el mundo entero como un mal perdedor, al igual que en la ceremonia del premio The Best, en la que a todos los presentes nos sorprendió su ausencia, justificada poco después, cuando Lionel Messi recibió el reconcomiendo que la FIFA le otorga al mejor jugador del mundo.

Cristiano Ronaldo desperdició la ocasión de pasar a la historia como el digno rival que disputó la supremacía con Lionel Messi durante la última década, con cinco Balones de Oro cada uno, antes de que Luka Modric, volante del Real Madrid, terminará con dicha hegemonía, el año pasado, gracias a la conquista de la Champions League y el segundo lugar que obtuvo con la Selección de Croacia en el Mundial de Rusia 2018.

Por segundo año consecutivo, el Balón de Oro también se otorgó a la mejor jugadora del mundo, en este caso a la estadounidense Megan Rapinoe, campeona en el Mundial de Francia 2019, y quien volvió a alzar la voz para defender no sólo sus ideales, sino el de miles de mujeres que luchan por un trato equitativo en todo el mundo.

Afortunadamente los tiempos han cambiado y la inclusión es ahora un tema prioritario, de lo contrario, no estaríamos hablando de los seis Balones de Oro de Lionel Messi, porque como recordarán hubo un tiempo en el que los jugadores del continente americano no eran elegibles en las nominaciones a dicha distinción.

Por eso, en su momento, no lo gané, ya que fui discriminado al igual que Diego Armando Maradona. Con el Real Madrid pude haberlo ganado una o dos ocasiones, en lugar del delantero holandés Marco Van Basten, en 1988 y 1989.

Ahora sólo resta esperar para ver si a Cristiano Ronaldo lo respetan las lesiones y el próximo año vuelve a pelearle la distinción a Lionel Messi.

Conociendo a Cristiano Ronaldo y lo competitivo que es, estoy seguro de que lo intentará por todos los medios, pero para ello necesitará que la Juventus y la Selección Portuguesa lo apoyen en la búsqueda de su sexto Balón de Oro.

A él, como a todos, le gustaría ser el jugador que más veces lo haya ganado en la historia, sin embargo, por lo que hemos visto en lo que va de la temporada, no le será fácil, ya que ha sufrido una serie de lesiones controvertidas, además de la aparente mala relación que tiene con el técnico Maurizio Sarri, que lo hace no sentirse a gusto en la Juventus,

¡Que te lo digo yo!

Pese a la eliminación que el Barcelona sufrió la temporada pasada en las semifinales de la Champions League, el delantero argentino hizo los méritos propios para imponerse ante el holandés Virgil Van Dijk, defensor del Liverpool, y al portugués Cristiano Ronaldo, delantero de la Juventus.

Justo cuando se pensaba que había llegado el momento en que tendría que dejar la lucha por la supremacía en manos de las nuevas generaciones, el argentino Lionel Messi, delantero del Barcelona, se sobrepuso al fracaso sufrido la temporada pasada en la Champions League para volver a convertirse en el máximo goleador de toda Europa y, de esta forma, conquistar su sexto Balón de Oro.

Por primera vez en mucho tiempo la lógica se impuso en la votación al mejor jugador del mundo, pues esta vez pesó más lo individual que lo colectivo.

En un año que no es mundialista, la Champions League suele ser el factor más determinante en la elección a la distinción individual, sin embargo, pese a la eliminación que el Barcelona sufrió en las semifinales de la temporada pasada, frente al Liverpool, el delantero argentino hizo los méritos propios para imponerse ante el holandés Virgil Van Dijk, defensor del conjunto inglés; y al portugués Cristiano Ronaldo, delantero de la Juventus.

Después de cuatro años, Messi volvió a conquistar el Balón de Oro, convertido en el campeón de la Liga española, Pichichi y Bota de Oro como máximo goleador del futbol europeo, con 36 goles; así como mejor anotador de la temporada en la Champions League, con 12 tantos.

Todo lo anterior, para disgusto de Cristiano Ronaldo, quien se ausentó de la ceremonia celebrada ayer en el Teatro del Chatelet, en París, bajo el argumento de que tenía otro compromiso.

Nadie puede negar que el portugués es uno de los mejores jugadores en la historia del futbol, sin embargo, su actitud deja mucho que desear, quedando ante el mundo entero como un mal perdedor, al igual que en la ceremonia del premio The Best, en la que a todos los presentes nos sorprendió su ausencia, justificada poco después, cuando Lionel Messi recibió el reconcomiendo que la FIFA le otorga al mejor jugador del mundo.

Cristiano Ronaldo desperdició la ocasión de pasar a la historia como el digno rival que disputó la supremacía con Lionel Messi durante la última década, con cinco Balones de Oro cada uno, antes de que Luka Modric, volante del Real Madrid, terminará con dicha hegemonía, el año pasado, gracias a la conquista de la Champions League y el segundo lugar que obtuvo con la Selección de Croacia en el Mundial de Rusia 2018.

Por segundo año consecutivo, el Balón de Oro también se otorgó a la mejor jugadora del mundo, en este caso a la estadounidense Megan Rapinoe, campeona en el Mundial de Francia 2019, y quien volvió a alzar la voz para defender no sólo sus ideales, sino el de miles de mujeres que luchan por un trato equitativo en todo el mundo.

Afortunadamente los tiempos han cambiado y la inclusión es ahora un tema prioritario, de lo contrario, no estaríamos hablando de los seis Balones de Oro de Lionel Messi, porque como recordarán hubo un tiempo en el que los jugadores del continente americano no eran elegibles en las nominaciones a dicha distinción.

Por eso, en su momento, no lo gané, ya que fui discriminado al igual que Diego Armando Maradona. Con el Real Madrid pude haberlo ganado una o dos ocasiones, en lugar del delantero holandés Marco Van Basten, en 1988 y 1989.

Ahora sólo resta esperar para ver si a Cristiano Ronaldo lo respetan las lesiones y el próximo año vuelve a pelearle la distinción a Lionel Messi.

Conociendo a Cristiano Ronaldo y lo competitivo que es, estoy seguro de que lo intentará por todos los medios, pero para ello necesitará que la Juventus y la Selección Portuguesa lo apoyen en la búsqueda de su sexto Balón de Oro.

A él, como a todos, le gustaría ser el jugador que más veces lo haya ganado en la historia, sin embargo, por lo que hemos visto en lo que va de la temporada, no le será fácil, ya que ha sufrido una serie de lesiones controvertidas, además de la aparente mala relación que tiene con el técnico Maurizio Sarri, que lo hace no sentirse a gusto en la Juventus,

¡Que te lo digo yo!