/ martes 26 de enero de 2021

Ajo y Agua | Nadie dijo que sería fácil

Real Madrid ha sufrido para encontrar la regularidad que a lo largo de la historia ha dado paso a su grandeza. Sin embargo, se debe entender que no se trata de buscar culpas, ni de los jugadores ni del cuerpo técnico ni del club, pues todos ellos están atados de manos, debido a los impedimentos que genera la crisis del Covid-19.

Una vez más, el Real Madrid ha encontrado el camino que lleva hacia la regularidad deseada. Sin embargo, esta vez lo hace sin dos de los cuatro objetivos trazados para esta temporada.

Eliminado de la Supercopa de España y de la Copa del Rey, en una sola semana, las críticas no se hicieron esperar, principalmente dirigidas a Zinedine Zidane, señalado por supuestamente haber perdido el toque que lo llevó a ganar tres Champions League consecutivas; sin considerar las complicaciones que ha tenido que esquivar, entre lesiones y contagios de Covid-19, para conformar un equipo competitivo.

Cada derrota del Real Madrid suele magnificarse debido a su grandeza, pero en esta temporada, la más atípica de toda la historia, debemos considerar que la mayor parte de los esfuerzos del club han sido dirigidos hacia la Liga española, el torneo de la regularidad; así como a la Champions League.

En ambos casos, el cuadro merengue se mantiene en la pelea por el título. El fin de semana, con Zidane en cuarentena tras contagiarse de coronavirus, se reencontró con su mejor versión de la temporada y logró un triunfo imprescindible en casa del Alavés para mantenerse en la segunda posición de la clasificación.

Lo hizo gracias al aporte del incansable Karim Benzema, autor de dos de los cuatro tantos con los que el Real Madrid se impuso 1-4 en el estadio Mendizorroza, sin dejar de destacar la enorme actuación de los volantes Luka Modric y Toni Kroos, quienes fortalecen el juego del equipo, tanto a la defensiva, con Casemiro; como a la ofensiva, con Benzema, quien a sus 33 años de edad, sigue dando la cara en una temporada en la que se esperaba que cediera todo el protagonismo a un grupo de jóvenes que, pese a su calidad, no han podido consolidarse, como es el caso de Vinícius Junior y Rodrigo Goes.

Isco Alarcón, Marco Asencio y Lucas Vázquez han dado muestra de que pueden asumir la responsabilidad, pero aún les hace falta un referente, como en su momento lo fue Cristiano Ronaldo, ahora en las filas de la Juventus y convertido, recientemente, en el máximo goleador histórico del futbol profesional, con 760 anotaciones.

Ese líder no debe ser otro que Eden Hazard, aún lejos del nivel que mostró con el Chelsea, pero que comienza a recuperar la confianza tras la larga lista de lesiones que ha sufrido desde que llegó al Santiago Bernabéu, en 2019, sin olvidar que además dio positivo a Covid-19.

El sábado, frente al Alavés, el delantero belga anotó su tercer gol en lo que va de temporada. Lo hizo con gran clase, al recibir el balón dentro del área y definir, sin mayor sobresalto, ante la salida del portero Fernando Pacheco.

Cinco minutos antes, dio una gran asistencia, de tacón, para que Benzema firmara su primer gol de la tarde.

Cuatro goles y ocho asistencias en los 46 partidos que ha disputado, sin dejar de mencionar que ha sido baja durante 291 días, son cifras muy pobres para un jugador del Real Madrid.

Sin embargo, no queda de otra que darle más tiempo, a la espera de que este sea, ahora sí, el punto de inflexión que necesita para asumir la responsabilidad, justo en un momento clave de la temporada, con el inicio de la segunda parte de la Liga española.

Atrás quedó el Eden Hazard que brilló en el Chelsea; ahora, el belga está obligado a escribir una nueva historia, de éxito, con el Real Madrid.

Como lo dijo Benzema, tras la goleada al Alavés, necesitamos la mejor versión de Hazard.

¡Que te lo digo yo!

Real Madrid ha sufrido para encontrar la regularidad que a lo largo de la historia ha dado paso a su grandeza. Sin embargo, se debe entender que no se trata de buscar culpas, ni de los jugadores ni del cuerpo técnico ni del club, pues todos ellos están atados de manos, debido a los impedimentos que genera la crisis del Covid-19.

Una vez más, el Real Madrid ha encontrado el camino que lleva hacia la regularidad deseada. Sin embargo, esta vez lo hace sin dos de los cuatro objetivos trazados para esta temporada.

Eliminado de la Supercopa de España y de la Copa del Rey, en una sola semana, las críticas no se hicieron esperar, principalmente dirigidas a Zinedine Zidane, señalado por supuestamente haber perdido el toque que lo llevó a ganar tres Champions League consecutivas; sin considerar las complicaciones que ha tenido que esquivar, entre lesiones y contagios de Covid-19, para conformar un equipo competitivo.

Cada derrota del Real Madrid suele magnificarse debido a su grandeza, pero en esta temporada, la más atípica de toda la historia, debemos considerar que la mayor parte de los esfuerzos del club han sido dirigidos hacia la Liga española, el torneo de la regularidad; así como a la Champions League.

En ambos casos, el cuadro merengue se mantiene en la pelea por el título. El fin de semana, con Zidane en cuarentena tras contagiarse de coronavirus, se reencontró con su mejor versión de la temporada y logró un triunfo imprescindible en casa del Alavés para mantenerse en la segunda posición de la clasificación.

Lo hizo gracias al aporte del incansable Karim Benzema, autor de dos de los cuatro tantos con los que el Real Madrid se impuso 1-4 en el estadio Mendizorroza, sin dejar de destacar la enorme actuación de los volantes Luka Modric y Toni Kroos, quienes fortalecen el juego del equipo, tanto a la defensiva, con Casemiro; como a la ofensiva, con Benzema, quien a sus 33 años de edad, sigue dando la cara en una temporada en la que se esperaba que cediera todo el protagonismo a un grupo de jóvenes que, pese a su calidad, no han podido consolidarse, como es el caso de Vinícius Junior y Rodrigo Goes.

Isco Alarcón, Marco Asencio y Lucas Vázquez han dado muestra de que pueden asumir la responsabilidad, pero aún les hace falta un referente, como en su momento lo fue Cristiano Ronaldo, ahora en las filas de la Juventus y convertido, recientemente, en el máximo goleador histórico del futbol profesional, con 760 anotaciones.

Ese líder no debe ser otro que Eden Hazard, aún lejos del nivel que mostró con el Chelsea, pero que comienza a recuperar la confianza tras la larga lista de lesiones que ha sufrido desde que llegó al Santiago Bernabéu, en 2019, sin olvidar que además dio positivo a Covid-19.

El sábado, frente al Alavés, el delantero belga anotó su tercer gol en lo que va de temporada. Lo hizo con gran clase, al recibir el balón dentro del área y definir, sin mayor sobresalto, ante la salida del portero Fernando Pacheco.

Cinco minutos antes, dio una gran asistencia, de tacón, para que Benzema firmara su primer gol de la tarde.

Cuatro goles y ocho asistencias en los 46 partidos que ha disputado, sin dejar de mencionar que ha sido baja durante 291 días, son cifras muy pobres para un jugador del Real Madrid.

Sin embargo, no queda de otra que darle más tiempo, a la espera de que este sea, ahora sí, el punto de inflexión que necesita para asumir la responsabilidad, justo en un momento clave de la temporada, con el inicio de la segunda parte de la Liga española.

Atrás quedó el Eden Hazard que brilló en el Chelsea; ahora, el belga está obligado a escribir una nueva historia, de éxito, con el Real Madrid.

Como lo dijo Benzema, tras la goleada al Alavés, necesitamos la mejor versión de Hazard.

¡Que te lo digo yo!