/ martes 6 de julio de 2021

Ajo y Agua | Nuevo orden mundial

Ni Portugal, ni Francia, ni Bélgica. El próximo campeón de Europa será una selección inesperada, porque, aunque Italia, Inglaterra y España siempre deben considerarse favoritas, eran una incógnita al inicio de la Eurocopa 2020. Y ni qué decir de Dinamarca, la gran revelación del torneo, sobre todo después del paro cardiaco que sufrió su estrella, el volante Christian Eriksen, prácticamente a mitad de partido.

Hace tres semanas hablamos del inicio de la Eurocopa 2020 con las impactantes imágenes del volante danés Christian Eriksen tendido sobre la cancha mientras los servicios médicos le salvaban la vida tras haber sufrido un paro cardiaco contra Finlandia, en el tercer partido de la competición.

Entonces celebramos que Eriksen escapó de la muerte y lamentamos que la UEFA hubiera orillado a los jugadores daneses a reanudar el encuentro mientras su amigo y compañero de equipo se encontraba en el hospital.

Horas más tarde, Bélgica pasó por encima de Rusia y dio muestra de por qué se ubica en la primera posición del ranking de la UEFA.

Días después, Portugal, la hasta ahora campeona de Europa, hizo lo propio en contra de Hungría en un partido que pasó a la historia debido al doblete con el que Cristiano Ronaldo se convirtió en el nuevo máximo goleador en la história de la Eurocopa, con 11 tantos, dos más que Michel Platini, quien firmó sus nueve anotaciones en Francia 1984.

En ese mismo grupo, el de la muerte, Francia, la campeona del mundo, dio un golpe de autoridad al ganarle a Alemania con la mínima en el marcador.

Por su parte, España generó muchas dudas al no pasar del empate sin goles contra Suecia, mientras que Inglaterra sufrió más de lo esperado para vencer a Ucrania con idéntico resultado.

La única selección que ha mantenido su gran nivel actual fue Italia, que llegó a la cita con la enorme presión que significó haberse quedado fuera del Mundial de Rusia 2018, por primera vez en 60 años.

Su goleada a Turquía en el partido inaugural tampoco invitó del todo al optimismo debido al perfil del rival.

Sin embargo, no pasó desapercibido el hecho de que llegó a 28 partidos consecutivos sin conocer la derrota y sin recibir ningún gol en los últimos nueve, en los que firmó 28 tantos.

En este camino se quedó Alemania, que ahora iniciará un nuevo ciclo tras la salida de Joachim Löw, quien la dirigió durante 15 años, en otra clara muestra de cómo en Europa sí existen los procesos a corto, mediano y largo plazo.

Países Bajos, que hasta hace poco se llamaba Holanda, tampoco logró superar la barrera de los 16 mejores equipos de Europa pese a que su regreso a la élite parecía inminente, luego de perderse la Eurocopa de Francia 2016 y el Mundial de Rusia 2018.

Cayó sorpresivamente ante República Checa en los octavos de final, víctima, principalmente, de las malas decisiones que tomó el seleccionador Frank de Boer, quien renunció al cargo tras sólo nueve meses, lapso en el que dirigió 15 partidos. En todas partes se cuecen habas.

Hoy todo es distinto. Aunque España aún sufre un poco frente al arco rival, ha encontrado solidez en el medio campo con la reincorporación de Sergio Busquets, quien se perdió los dos primeros partidos por haber dado positivo a Covid-19.

No le será fácil vencer a Italia, que se ha modernizado bajo las órdenes de Roberto Mancini. La base de su fortaleza aún es la defensiva, con la que ganó cuatro Mundiales, pero ahora tiene la mentalidad de atacar mucho más. Su nueva ideología se refleja en las estadísticas, con 90 goles en 37 partidos.

Además, su racha de partidos sin perder ahora es una nueva marca nacional, con 27 victorias y cinco empates desde el 10 de septiembre de 2018, cuando cayó ante Portugal.

Finalmente aparece Inglaterra, que contará con la ventaja de cerrar el torneo como local, al ser el mítico estadio de Wembley el que albergará las semifinales y la final de la Eurocopa 2020.

Es la favorita para disputar el título el domingo, pero también existe cierta presión por los ya 55 años que lleva sin levantar ningún trofeo. Nunca lo ha hecho en la Eurocopa.

Además, no podemos dejar de considerar a Dinamarca, que llega a la cita motivada y decidida a hacer historia en nombre de Eriksen, como lo hizo en 1992 al proclamarse campeona de Europa contra todo pronóstico.

¡Que te lo digo yo!

Ni Portugal, ni Francia, ni Bélgica. El próximo campeón de Europa será una selección inesperada, porque, aunque Italia, Inglaterra y España siempre deben considerarse favoritas, eran una incógnita al inicio de la Eurocopa 2020. Y ni qué decir de Dinamarca, la gran revelación del torneo, sobre todo después del paro cardiaco que sufrió su estrella, el volante Christian Eriksen, prácticamente a mitad de partido.

Hace tres semanas hablamos del inicio de la Eurocopa 2020 con las impactantes imágenes del volante danés Christian Eriksen tendido sobre la cancha mientras los servicios médicos le salvaban la vida tras haber sufrido un paro cardiaco contra Finlandia, en el tercer partido de la competición.

Entonces celebramos que Eriksen escapó de la muerte y lamentamos que la UEFA hubiera orillado a los jugadores daneses a reanudar el encuentro mientras su amigo y compañero de equipo se encontraba en el hospital.

Horas más tarde, Bélgica pasó por encima de Rusia y dio muestra de por qué se ubica en la primera posición del ranking de la UEFA.

Días después, Portugal, la hasta ahora campeona de Europa, hizo lo propio en contra de Hungría en un partido que pasó a la historia debido al doblete con el que Cristiano Ronaldo se convirtió en el nuevo máximo goleador en la história de la Eurocopa, con 11 tantos, dos más que Michel Platini, quien firmó sus nueve anotaciones en Francia 1984.

En ese mismo grupo, el de la muerte, Francia, la campeona del mundo, dio un golpe de autoridad al ganarle a Alemania con la mínima en el marcador.

Por su parte, España generó muchas dudas al no pasar del empate sin goles contra Suecia, mientras que Inglaterra sufrió más de lo esperado para vencer a Ucrania con idéntico resultado.

La única selección que ha mantenido su gran nivel actual fue Italia, que llegó a la cita con la enorme presión que significó haberse quedado fuera del Mundial de Rusia 2018, por primera vez en 60 años.

Su goleada a Turquía en el partido inaugural tampoco invitó del todo al optimismo debido al perfil del rival.

Sin embargo, no pasó desapercibido el hecho de que llegó a 28 partidos consecutivos sin conocer la derrota y sin recibir ningún gol en los últimos nueve, en los que firmó 28 tantos.

En este camino se quedó Alemania, que ahora iniciará un nuevo ciclo tras la salida de Joachim Löw, quien la dirigió durante 15 años, en otra clara muestra de cómo en Europa sí existen los procesos a corto, mediano y largo plazo.

Países Bajos, que hasta hace poco se llamaba Holanda, tampoco logró superar la barrera de los 16 mejores equipos de Europa pese a que su regreso a la élite parecía inminente, luego de perderse la Eurocopa de Francia 2016 y el Mundial de Rusia 2018.

Cayó sorpresivamente ante República Checa en los octavos de final, víctima, principalmente, de las malas decisiones que tomó el seleccionador Frank de Boer, quien renunció al cargo tras sólo nueve meses, lapso en el que dirigió 15 partidos. En todas partes se cuecen habas.

Hoy todo es distinto. Aunque España aún sufre un poco frente al arco rival, ha encontrado solidez en el medio campo con la reincorporación de Sergio Busquets, quien se perdió los dos primeros partidos por haber dado positivo a Covid-19.

No le será fácil vencer a Italia, que se ha modernizado bajo las órdenes de Roberto Mancini. La base de su fortaleza aún es la defensiva, con la que ganó cuatro Mundiales, pero ahora tiene la mentalidad de atacar mucho más. Su nueva ideología se refleja en las estadísticas, con 90 goles en 37 partidos.

Además, su racha de partidos sin perder ahora es una nueva marca nacional, con 27 victorias y cinco empates desde el 10 de septiembre de 2018, cuando cayó ante Portugal.

Finalmente aparece Inglaterra, que contará con la ventaja de cerrar el torneo como local, al ser el mítico estadio de Wembley el que albergará las semifinales y la final de la Eurocopa 2020.

Es la favorita para disputar el título el domingo, pero también existe cierta presión por los ya 55 años que lleva sin levantar ningún trofeo. Nunca lo ha hecho en la Eurocopa.

Además, no podemos dejar de considerar a Dinamarca, que llega a la cita motivada y decidida a hacer historia en nombre de Eriksen, como lo hizo en 1992 al proclamarse campeona de Europa contra todo pronóstico.

¡Que te lo digo yo!