/ martes 3 de agosto de 2021

Ajo y Agua | Perdimos otra Copa de corcholata

Debido a las malas decisiones de los dirigentes mexicanos, nuestro balompié está pagando los platos rotos entre retrocesos y subcampeonatos que a la postre afectarán aún más

Esta Copa Oro, que ya es de corcholata, nos está abriendo los ojos a nuestra cruda realidad en lo que significa el futuro que nos espera, con todas las malas decisiones que ha habido en nuestros dirigentes mexicanos dentro de la Concacaf y sobre todo en la Conmebol. Antes existía un vínculo tan bueno, que directivos como Francisco Ibarra y Emilio Maurer iniciaron contactos y fueron los precursores de que estuviéramos en Copa América, Libertadores y Sudamericana de clubes, y con la continuidad de Alejandro Burillo en el tema. Ese vínculo fue fundamental y básico para el crecimiento del futbol mexicano, tanto a nivel individual como a nivel equipos y selecciones nacionales mexicanas.

Ahora que ya no hay estas participaciones estamos viviendo un retroceso, el cual está dando resultados negativos. Los equipos del área de Concacaf nos están igualando y nosotros somos sus referentes. Ellos se dan el lujo de poner a su equipo B, realmente yo no los conozco. Lo que sí es claro es que mientras se hagan los torneos en Estados Unidos, como me pasó en su momento en la mía, obviamente las condiciones serán favorables para ellos. Si fuese una visita recíproca, que sería lo más coherente o México como local, sería muy diferente, pero como en el futbol actual, los dirigentes sólo piensan en el dinero y no en el crecimiento deportivo, ahí es donde le perjudica a México y a nuestra zona.

Yo si estuviera al frente como directivo o embajador, de Concacaf obviamente buscaría la manera de defender el futbol de nuestro país. Actualmente sólo defienden ingresos que tienen para seguir enriqueciéndose, sin pensar que lo que se busca es ser de los mejores del mundo. Esa mentalidad sólo la tenemos algunos, otros no. Los que vivimos del y por el futbol podemos asesorar y ayudar para que las decisiones no sean sólo de beneficio económico y se incluya lo deportivo. Yo quiero ver que México gane la Copa América y hasta un Mundial. Somos hasta ahora los más ganadores en Concacaf, le duela a quien le duela.

Nos estamos equivocando y me involucro, porque tal vez no he tenido la influencia como para presionar en que yo sea uno de los embajadores para que haya peso en beneficio del futbol y no sólo económicamente. Ahora viene la aventura del Mundial de Estados Unidos, México y Canadá, y que es una diplomacia que han ejercido los norteamericanos para mantenernos contentos. Ellos cada vez están adquiriendo más fuerza en lo económico, en lo deportivo no llevan tanta prisa. Nuestra vida es tener resultados, los cuales no se están dando en la actualidad. Mientras haya dinero para los que manejan el futbol, ellos seguirán siendo los beneficiados. Hay que hacer que los futbolistas de todo el mundo crezcan deportivamente. Esa ideología es equívoca en México, porque hay intereses políticos, económicos y sociales. Quienes realmente debemos estar al frente de los organismos deportivos son los que amamos al deporte y al futbol mexicano.

Que el Tata Martino siga en el banquillo de la Selección Mexicana o no realmente me da lo mismo. Quien debe estar al frente tiene que ser un mexicano y yo debería ser el primero o algún otro. Sin duda lo haríamos por amor, dedicación, profesionalidad, entrega a nuestro lindo país, y no por intereses profesionales.

¡Que te lo digo yo!

Debido a las malas decisiones de los dirigentes mexicanos, nuestro balompié está pagando los platos rotos entre retrocesos y subcampeonatos que a la postre afectarán aún más

Esta Copa Oro, que ya es de corcholata, nos está abriendo los ojos a nuestra cruda realidad en lo que significa el futuro que nos espera, con todas las malas decisiones que ha habido en nuestros dirigentes mexicanos dentro de la Concacaf y sobre todo en la Conmebol. Antes existía un vínculo tan bueno, que directivos como Francisco Ibarra y Emilio Maurer iniciaron contactos y fueron los precursores de que estuviéramos en Copa América, Libertadores y Sudamericana de clubes, y con la continuidad de Alejandro Burillo en el tema. Ese vínculo fue fundamental y básico para el crecimiento del futbol mexicano, tanto a nivel individual como a nivel equipos y selecciones nacionales mexicanas.

Ahora que ya no hay estas participaciones estamos viviendo un retroceso, el cual está dando resultados negativos. Los equipos del área de Concacaf nos están igualando y nosotros somos sus referentes. Ellos se dan el lujo de poner a su equipo B, realmente yo no los conozco. Lo que sí es claro es que mientras se hagan los torneos en Estados Unidos, como me pasó en su momento en la mía, obviamente las condiciones serán favorables para ellos. Si fuese una visita recíproca, que sería lo más coherente o México como local, sería muy diferente, pero como en el futbol actual, los dirigentes sólo piensan en el dinero y no en el crecimiento deportivo, ahí es donde le perjudica a México y a nuestra zona.

Yo si estuviera al frente como directivo o embajador, de Concacaf obviamente buscaría la manera de defender el futbol de nuestro país. Actualmente sólo defienden ingresos que tienen para seguir enriqueciéndose, sin pensar que lo que se busca es ser de los mejores del mundo. Esa mentalidad sólo la tenemos algunos, otros no. Los que vivimos del y por el futbol podemos asesorar y ayudar para que las decisiones no sean sólo de beneficio económico y se incluya lo deportivo. Yo quiero ver que México gane la Copa América y hasta un Mundial. Somos hasta ahora los más ganadores en Concacaf, le duela a quien le duela.

Nos estamos equivocando y me involucro, porque tal vez no he tenido la influencia como para presionar en que yo sea uno de los embajadores para que haya peso en beneficio del futbol y no sólo económicamente. Ahora viene la aventura del Mundial de Estados Unidos, México y Canadá, y que es una diplomacia que han ejercido los norteamericanos para mantenernos contentos. Ellos cada vez están adquiriendo más fuerza en lo económico, en lo deportivo no llevan tanta prisa. Nuestra vida es tener resultados, los cuales no se están dando en la actualidad. Mientras haya dinero para los que manejan el futbol, ellos seguirán siendo los beneficiados. Hay que hacer que los futbolistas de todo el mundo crezcan deportivamente. Esa ideología es equívoca en México, porque hay intereses políticos, económicos y sociales. Quienes realmente debemos estar al frente de los organismos deportivos son los que amamos al deporte y al futbol mexicano.

Que el Tata Martino siga en el banquillo de la Selección Mexicana o no realmente me da lo mismo. Quien debe estar al frente tiene que ser un mexicano y yo debería ser el primero o algún otro. Sin duda lo haríamos por amor, dedicación, profesionalidad, entrega a nuestro lindo país, y no por intereses profesionales.

¡Que te lo digo yo!