Para cuando termine la temporada, el delantero Eden Hazard se habrá perdido por lo menos seis meses de actividad en este su primer año con el club merengue, que el verano pasado lo fichó como solución a la salida de Cristiano Ronaldo.
Partido a partido, la temporada se le escapa al delantero belga Eden Hazard, de nuevo lesionado tras sufrir una fisura en el peroné de la pierna derecha durante la derrota que el Real Madrid sufrió el sábado frente al Levante.
Seis días después de su regreso al terreno de juego, el delantero del Real Madrid volvió a la enfermería en la que permaneció los tres últimos meses debido a una microfractura en el tobillo derecho.
Así es como Eden Hazard vive su primera temporada en el estadio Santiago Bernabéu, prácticamente en blanco, pues sólo suma un gol y cinco asistencias en los 15 partidos que ha disputado con el conjunto merengue.
Muy lejos está el delantero belga de las altas expectativas que se generaron hace siete meses con su fichaje, el verano pasado, en un intento por llenar el hueco dejado por Cristiano Ronaldo, quien decidió cambiar de aires y probar suerte con la Juventus, equipo con el que ha anotado al menos un gol en los 11 últimos partidos de la Liga italiana. Es por eso que al delantero portugués se le sigue echando de menos en un equipo al que esta temporada le cuesta mucho anotar.
Poco o nada se ha podido ver de aquel formidable delantero que firmó 110 goles en 352 partidos con la playera del Chelsea, a quien le ha costado mucho trabajo adaptarse a las altas exigencias que siempre conlleva vestir la playera del mejor equipo de todos los tiempos, pues mientras en el club inglés sólo sufrió ocho lesiones en siete largos años, en el Real Madrid ya ha sufrido cuatro, que le han hecho perderse 20 partidos en los 99 días de baja que hasta hoy acumula.
Es cierto que a sus 29 años de edad el cuerpo ya no reacciona ni responde como antes, sin embargo, el ejemplo lo pone el francés Karim Benzema, tres años mayor que el delantero belga, y quien desde la salida de Cristiano Ronaldo ha intentado echarse al equipo en la espalda.
La recaída de Hazard enciende nuevamente las alarmas en un momento clave de la temporada para el Real Madrid, que mañana se enfrentará al Manchester City en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League; y que el próximo domingo recibirá al Barcelona para disputar el clásico en la Liga española.
Bastante problemática ha resultado la lesión que Hazard sufrió en noviembre, cuando recibió un fuerte golpe de su compatriota Thomas Meunier, en el partido de Champions League frente al París Saint Germain. Tanto así, que incluso existe la posibilidad de que el Real Madrid opte por la operación del belga, a quien se le pondría una placa de titanio que le cubra toda la zona del tobillo.
Es un hecho que al delantero belga, quien vive una auténtica pesadilla, no se le verá de nuevo hasta la recta final de la temporada, y quizá hasta se la pierda.
Pese a todo lo anterior, el club merengue peleará hasta el final, como históricamente lo ha hecho. Su grandeza va mucho más allá, como lo ha demostrado en lo que va de la temporada, y todo ello, prácticamente sin Hazard.
Benzema, con 18 tantos entre todas las competiciones, es el máximo goleador del equipo en esta temporada, y se mantiene en la pelea por el Pichichi de la Liga española, con 13 tantos, cinco menos que Lionel Messi, delantero del Barcelona.
Ahora bien, Zinedine Zidane, quien en el Mundial de Clubes ya demostró tener la capacidad para hacer funcionar al equipo pese a las lesiones, tiene un as bajo la manga con el regreso de Marco Asensio, lesionado desde julio debido a una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla izquierda.
Asensio era la principal apuesta del Real Madrid hasta que resultó lesionado en la pretemporada. Aún le queda tiempo a su recuperación, pero mientras esto sucede, seguramente Zidane volverá a utilizar la línea de cinco volantes, con Benzema como único centro delantero.
Serán semanas complicadas, por lo que la pregunta ahora es si el Real Madrid sobrevivirá con pequeñas soluciones a grandes problemas.
¡Que te lo digo yo!
