Por primera vez en muchas décadas, el Real Madrid sobrelleva la ausencia de un goleador que esté a la altura de las exigencias que cada temporada afronta el mejor equipo de todos los tiempos. Las apuestas por Gareth Bale, Eden Hazard y hasta Luka Jovic se han visto comprometidas debido a las lesiones, lo que ha obligado a que Karim Benzema se exija al máximo.
Desde Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskás hasta Raúl González y Cristiano Ronaldo, pasando por Emilio Butragueño y un servidor, el Real Madrid siempre ha tenido una delantera temida en toda Europa.
No por nada se trata del equipo que más veces ha conquistado la Copa de Europa, con 13 títulos, muchos de ellos de manera consecutiva.
Además, también es el equipo que más títulos de Liga ha conseguido en el futbol español, con 34.
Por detrás aparece el Barcelona, su acérrimo rival y perseguidor más cercano en el palmarés, con 26 títulos.
De 1956 a 1960, entre Di Stéfano y Puskás consiguieron los cinco primeros títulos del torneo que ahora lleva el nombre de Champions League y que hoy dará paso a otra temporada, amenazada por la pandemia del Covid-19, que nuevamente azota a toda Europa, con su segundo rebrote.
Seis años después llegó la Sexta Copa de Europa, ya sin Di Stéfano y con Puskás en su última temporada.
Cuando llegué al Real Madrid, en 1985, el equipo tenía cinco temporadas sin conseguir el título de la Liga española, pero a partir de entonces iniciamos la segunda época dorada del Real Madrid, con cinco conquistas consecutivas.
Los siguientes títulos en el torneo de Liga llegaron en 1995, 1997, 2001, 2003, 2007, 2008, 2012, 2017 y 2020.
En 1998, 2000 y 2002, ya con Raúl González y Fernando Morientes, llegó la Séptima, Octava y Novena Copa de Europa, respectivamente.
Posteriormente hubo que esperar hasta el 2014 para levantar la anhelada Décima Copa de Europa, ya con Cristiano Ronaldo, como relevo de Raúl González; y Karim Benzema.
Con el portugués, máximo goleador histórico de la Champions League; y el francés, se consiguieron los tres últimos títulos consecutivos, en 2016, 2017 y 2018.
Ahora, tras la salida de Cristiano Ronaldo a la Juventus, hace ya dos años, la llegada de Gareth Bale, como relevo del portugués, se quedó en sólo un intento debido a su fragilidad en las piernas.
Con hasta 23 lesiones durante sus siete temporadas con el conjunto merengue, el galés quedó relegado como el segundo a bordo, siempre detrás del veterano Benzema, quien a sus 32 años de edad ha cumplido con la responsabilidad de ser el goleador del equipo, respondiendo a la crítica de todos aquellos que dejaron de creer en él, incluso antes de la partida de Cristiano Ronaldo.
Aquel jugador a quien Bale debía convertir en su escudero, continúa su camino como el quinto máximo goleador en toda la historia del Real Madrid, con 250 tantos en 518 partidos.
La historia se repitió la temporada pasada, cuando Eden Hazard llegó al estadio Santiago Bernabéu con la etiqueta de jugador determinante que demostró ser en el Chelsea. Sin embargo, tras siete lesiones en este corto tiempo, el delantero belga intenta que su tobillo derecho, aquel en el que ya portaba una placa de titanio desde 2017, vuelva a ser el mismo y le permita afrontar el gran desafío de liderar y triunfar en el Real Madrid.
Peor resulta la situación de Luka Jovic, quien al inicio de la presente temporada pidió ser cedido al Eintracht Frankfurt, del que llegó apenas el año pasado.
El delantero no se siente feliz en el Santiago Bernabéu, y lo anterior se debe a que el serbio se ha mostrado desconectado, con mala suerte en el campo y hasta con varias polémicas a su espalda, como cuando se saltó la cuarentena decretada por el club para viajar a su país, donde se le vio por las calles de Belgrado mientras celebraba el cumpleaños de su novia.
Para muestra, basta mencionar que la temporada pasada el segundo máximo goleador del equipo fue el defensor y capitán Sergio Ramos, con 13 tantos, 14 menos que Benzema.
Hoy más que nunca, con Gareth Bale cedido esta temporada al Tottenham de Inglaterra, el conjunto merengue necesita de sus nuevos delanteros, quienes, por su parte, deben mostrar mayor compromiso y profesionalidad.
¡Que te lo digo yo!
