/ miércoles 31 de marzo de 2021

¡Al Diablo con el INE!

Un tlatoani fuera de quicio, arremete violento contra el Instituto Nacional Electoral. Con ganas de “almorzarse” a su Consejero Presidente –Lorenzo Córdova- y tras su faramalla del Acuerdo, que no dejó firmar a los gobernadores, interviene cínico, en el proceso electoral.

Al fin el INE decidió bloquear la sobrerrepresentación –con la que nos habían visto la cara a los votantes en Congresos anteriores, pero sobre todo con la mayoría morenaca- y determinó que habrá respeto al sufragio y nadie se podrá hacer de escaños que no le correspondan.

El Artículo 54, Fracción V, de la Constitución es contundente: “En ningún caso, ningún partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios, que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en 8 puntos, a su porcentaje de votación emitida”.

Morena tiene un 15.7 por ciento más, lo que implica que su “mayoría” surgió de sus consabidas trampas y chicanas. AMLO se queja de que “antes sucedía”. La diferencia está en que, en el 2012 el PRI-PVEM tenía ¡un! Diputado de más y en el 2015, ocho. Sin que debiera haber ocurrido no se compara con el agandalle actual. Morena tuvo el 37.6 por ciento del voto y dos meses después contaba con más del 50 por ciento, sumándose a militantes de su coalición (PES, PT y hasta PRD).

Se aprovecharon de la incondicionalidad de los partiduchos a su servicio, como el del Trabajo y Encuentro Social. Podemos imaginar el futuro, ahora que se hicieron de varios más, entelequias de las que es difícil hasta recordar el nombre.

No sólo el emperador de Palacio, demenció: Mario Delgado, quien preside el adefesio de Marras, mandó una carta en la que calificó de “tenebroso complot”, a lo que no fue más que un apegarse del árbitro electoral al mandato de la Ley.

En su siguiente sesión de Consejo, el INE determinó bajar de las candidaturas a 39 de sus contendientes, entre ellos al horror del guerrerense Salgado Macedonio y al suspirante por la gubernatura de Michoacán.

La razón de nuevo fue el apego al mandato, el que ordena presentar los gastos de precampaña. Volvió el griterío y los agravios contra los Consejeros Electorales, no obstante lo preciso de la norma. Tienen que dar cuentas de lo invertido en su abrumadora propaganda, antes de finalizar marzo.

¿Sus argumentos?, de Perogrullo. Insisten en que fueron elegidos por “encuestas” y que no hubo precampaña. Como para reírse, cuando, a la vista de todos los habitantes de los distintos Distritos, localidades y Estados, aparecían. En las redes sociales, “sobraron” mensajes.

El “toro” guerrerense, el impresentable Salgado, dice que solo hubo un comercial del bravío animal, pero que no se le mencionaba a él. El presunto violador de mujeres así se autonombra y lo sabe hasta la última chinche de la entidad.

Rompen con la norma que se les atraviese. Ya se olvidaron sus triquiñuelas del último proceso, como el haber dispuesto de un dinero que dijeron era para los damnificados del sismo del 17. Faltó una sanción ejemplar.

Intentan destruir la credibilidad del Instituto gracias al cual, hemos tenido elecciones libres –aunque no hayan sido perfectas- y sobre todo van a la caza de Córdova, a quien tratan de destruir. A la cabeza de esta inmundicia, un Ejecutivo Nacional determinado a tener mayoría congresista, por las buenas o las malas. Es tiempo de que la sociedad despierte y, mediante su sufragio los ponga en su lugar.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

Un tlatoani fuera de quicio, arremete violento contra el Instituto Nacional Electoral. Con ganas de “almorzarse” a su Consejero Presidente –Lorenzo Córdova- y tras su faramalla del Acuerdo, que no dejó firmar a los gobernadores, interviene cínico, en el proceso electoral.

Al fin el INE decidió bloquear la sobrerrepresentación –con la que nos habían visto la cara a los votantes en Congresos anteriores, pero sobre todo con la mayoría morenaca- y determinó que habrá respeto al sufragio y nadie se podrá hacer de escaños que no le correspondan.

El Artículo 54, Fracción V, de la Constitución es contundente: “En ningún caso, ningún partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios, que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en 8 puntos, a su porcentaje de votación emitida”.

Morena tiene un 15.7 por ciento más, lo que implica que su “mayoría” surgió de sus consabidas trampas y chicanas. AMLO se queja de que “antes sucedía”. La diferencia está en que, en el 2012 el PRI-PVEM tenía ¡un! Diputado de más y en el 2015, ocho. Sin que debiera haber ocurrido no se compara con el agandalle actual. Morena tuvo el 37.6 por ciento del voto y dos meses después contaba con más del 50 por ciento, sumándose a militantes de su coalición (PES, PT y hasta PRD).

Se aprovecharon de la incondicionalidad de los partiduchos a su servicio, como el del Trabajo y Encuentro Social. Podemos imaginar el futuro, ahora que se hicieron de varios más, entelequias de las que es difícil hasta recordar el nombre.

No sólo el emperador de Palacio, demenció: Mario Delgado, quien preside el adefesio de Marras, mandó una carta en la que calificó de “tenebroso complot”, a lo que no fue más que un apegarse del árbitro electoral al mandato de la Ley.

En su siguiente sesión de Consejo, el INE determinó bajar de las candidaturas a 39 de sus contendientes, entre ellos al horror del guerrerense Salgado Macedonio y al suspirante por la gubernatura de Michoacán.

La razón de nuevo fue el apego al mandato, el que ordena presentar los gastos de precampaña. Volvió el griterío y los agravios contra los Consejeros Electorales, no obstante lo preciso de la norma. Tienen que dar cuentas de lo invertido en su abrumadora propaganda, antes de finalizar marzo.

¿Sus argumentos?, de Perogrullo. Insisten en que fueron elegidos por “encuestas” y que no hubo precampaña. Como para reírse, cuando, a la vista de todos los habitantes de los distintos Distritos, localidades y Estados, aparecían. En las redes sociales, “sobraron” mensajes.

El “toro” guerrerense, el impresentable Salgado, dice que solo hubo un comercial del bravío animal, pero que no se le mencionaba a él. El presunto violador de mujeres así se autonombra y lo sabe hasta la última chinche de la entidad.

Rompen con la norma que se les atraviese. Ya se olvidaron sus triquiñuelas del último proceso, como el haber dispuesto de un dinero que dijeron era para los damnificados del sismo del 17. Faltó una sanción ejemplar.

Intentan destruir la credibilidad del Instituto gracias al cual, hemos tenido elecciones libres –aunque no hayan sido perfectas- y sobre todo van a la caza de Córdova, a quien tratan de destruir. A la cabeza de esta inmundicia, un Ejecutivo Nacional determinado a tener mayoría congresista, por las buenas o las malas. Es tiempo de que la sociedad despierte y, mediante su sufragio los ponga en su lugar.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq