/ domingo 2 de febrero de 2020

Algunos retos de la Guardia Nacional

A poco más de siete mes de haber entrado de manera formal en funciones, la todavía nueva corporación de Seguridad Pública, ha debido enfrentar retos muy importantes, dentro de los cuales, el principal, es satisfacer las expectativas de la población para recuperar la paz y vigencia del Estado de derecho en varias partes del país. Hasta el momento y de acuerdo con los datos proporcionados en diversos foros por organizaciones sociales y especialistas en la materia, la Guardia Nacional, se consolida poco a poco.

Y no puede ser de otra manera, dado el sobresaliente esfuerzo institucional que hacen las Fuerzas Armadas, sobre todo, el Ejército Mexicano, para cubrir las necesidades de personal y con ello, del despliegue en el país. Además las actividades tendientes a la conformación de una Doctrina para la misma Guardia Nacional, acompaña a lo que puede llamarse un “readiestramiento” de sus integrantes. La cantidad de elementos procedentes de la Secretaría de la Defensa Nacional, reclama en los hechos una importante correspondencia del poder civil, para evitar que las tareas y misiones estructurales de dicha dependencia no se vean afectadas y con ello, la estabilidad y viabilidad de la Nación.

Lo anterior, es una asunto crucial, como también lo es que la Guardia Nacional persista en garantizar mediante su despliegue, las capacidades de disuasión y en un caso dado, de contención a las actividades criminales organizadas o no. Para darnos una idea de las principales tareas, y de acuerdo a la exposición del Comandante de la Guardia Nacional, General Luis Rodríguez Bucio, del pasado 30 de enero en la Cámara de Diputados a la fracción parlamentaria de Morena, destacan las siguientes: proporcionar seguridad a ductos de combustibles y energéticos; servicios en aeropuertos; seguridad en centro de readaptación social; seguridad en instalaciones estratégicas; seguridad fronteriza; colaboración con el Instituto Nacional de Migración; distribución de recursos de los programas de apoyo social; y labores de proximidad social.

Como se puede leer, se tratan de actividades de la más diversa naturaleza, pero que atienden a los desafíos que implica la actividad depredadora del crimen en sus más dañinas expresiones. De allí, que contar con el despliegue con 69 cuarteles en 2019, distribuidos entre los Estados de Guanajuato, Jalisco y Michoacán. Para este año, se contempla la construcción de 12 para los primeros meses de este año y así lograr la meta de los programados 79 al finalizar 2020. Para 2021, se pretende contar con 76 más.

En promedio, cada cuartel dará alojamiento de entre 120 y 150 integrantes de la Guardia Nacional, contando además con la infraestructura necesaria que garantice las condiciones apropiadas para su desempeño. Destacan entre los retos, contar de hoy al final de 2021, con 50 mil nuevos integrantes. En cuanto a retos intangibles: contar con la confianza de la ciudadanía y contribuir al desarrollo Nacional, implican la base de su legitimación.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

A poco más de siete mes de haber entrado de manera formal en funciones, la todavía nueva corporación de Seguridad Pública, ha debido enfrentar retos muy importantes, dentro de los cuales, el principal, es satisfacer las expectativas de la población para recuperar la paz y vigencia del Estado de derecho en varias partes del país. Hasta el momento y de acuerdo con los datos proporcionados en diversos foros por organizaciones sociales y especialistas en la materia, la Guardia Nacional, se consolida poco a poco.

Y no puede ser de otra manera, dado el sobresaliente esfuerzo institucional que hacen las Fuerzas Armadas, sobre todo, el Ejército Mexicano, para cubrir las necesidades de personal y con ello, del despliegue en el país. Además las actividades tendientes a la conformación de una Doctrina para la misma Guardia Nacional, acompaña a lo que puede llamarse un “readiestramiento” de sus integrantes. La cantidad de elementos procedentes de la Secretaría de la Defensa Nacional, reclama en los hechos una importante correspondencia del poder civil, para evitar que las tareas y misiones estructurales de dicha dependencia no se vean afectadas y con ello, la estabilidad y viabilidad de la Nación.

Lo anterior, es una asunto crucial, como también lo es que la Guardia Nacional persista en garantizar mediante su despliegue, las capacidades de disuasión y en un caso dado, de contención a las actividades criminales organizadas o no. Para darnos una idea de las principales tareas, y de acuerdo a la exposición del Comandante de la Guardia Nacional, General Luis Rodríguez Bucio, del pasado 30 de enero en la Cámara de Diputados a la fracción parlamentaria de Morena, destacan las siguientes: proporcionar seguridad a ductos de combustibles y energéticos; servicios en aeropuertos; seguridad en centro de readaptación social; seguridad en instalaciones estratégicas; seguridad fronteriza; colaboración con el Instituto Nacional de Migración; distribución de recursos de los programas de apoyo social; y labores de proximidad social.

Como se puede leer, se tratan de actividades de la más diversa naturaleza, pero que atienden a los desafíos que implica la actividad depredadora del crimen en sus más dañinas expresiones. De allí, que contar con el despliegue con 69 cuarteles en 2019, distribuidos entre los Estados de Guanajuato, Jalisco y Michoacán. Para este año, se contempla la construcción de 12 para los primeros meses de este año y así lograr la meta de los programados 79 al finalizar 2020. Para 2021, se pretende contar con 76 más.

En promedio, cada cuartel dará alojamiento de entre 120 y 150 integrantes de la Guardia Nacional, contando además con la infraestructura necesaria que garantice las condiciones apropiadas para su desempeño. Destacan entre los retos, contar de hoy al final de 2021, con 50 mil nuevos integrantes. En cuanto a retos intangibles: contar con la confianza de la ciudadanía y contribuir al desarrollo Nacional, implican la base de su legitimación.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso