/ sábado 7 de abril de 2018

Alto Poder


* Trump juró no hacer tratos con mexicanos desde hace 11 años

* Sólo aparece la unidad nacional cuando hay un ataque extranjero

* El pequeño nazi quería que el presidente declarara la guerra


Detrás de las repetidas amenazas e improperios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en contra de México, está su fracaso en la construcción del muro y de acuerdos en su gobierno.

Finalmente, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se decidió a plantársele a Trump para dejar bien claro cuál es la postura del país que no acepta intromisiones extranjeras, ni permite que con declaraciones irreflexivas se dañe a la nación mexicana.

La mayor parte de los medios de comunicación nacionales han publicitado como un acto casi heroico que los cuatro candidatos a la Presidencia de la República se hayan sumado al rechazo a la política intervencionista de Trump.

El único que mostró su veneno fue Ricardo Anaya, quien consideró bueno el mensaje presidencial pero “no es suficiente”. El pequeño Hitler, hubiera querido que Peña Nieto hiciera una declaración formal de guerra a los Estados Unidos. El panista es un absurdo proveedor de absurdos.

No es una novedad que la Unión Americana despliegue a la Guardia Nacional en su frontera sur, a lo cual tiene total y pleno derecho.

Lo que no se ha aclarado debidamente es que el envío de la Guardia Nacional a la frontera, no significa una militarización porque esa corporación no es el Ejército.

Además, la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, dijo que esa Guardia no portará armas ni se dedicará a labores de Migración y Aduanas.

Lo que no dijo la funcionara estadounidense, es que sí apoyarán en las labores de la Patrulla Fronteriza.


LA GUARDÍA NACIONAL YA ESTUVO EN LA FRONTERA

En 1997 el entonces presidente Bill Clinton envió militares de Marina, que sí son Ejército, a la frontera sur, en colaboración con el Ejército Mexicano, para combatir la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico.

Después del ataque a las Torres Gemelas, en septiembre de 2001, George W. Bush movilizó a un gran destacamento de la Guardia Nacional, con la excusa de proteger al país de otro posible ataque terrorista.

Barak Obama, en 2010, también desplegó a la Guardia Nacional en la zona limítrofe con México para combatir el narcotráfico y el ingreso de inmigrantes indocumentados.

Resulta inexplicable que en México ahora se ponga el grito en el cielo por el anuncio de Trump, La acción del gobierno estadounidense no se trata de ninguna novedad, pero el discurso de Peña Nieto resultó un relanzamiento de su imagen en momentos que se disputará en las urnas su sucesión.

Debe reconocerse el valor del discurso del presidente Peña, porque estuvo bien estructurado, con frases contundentes, que reflejan un nacionalismo que debió mostrar desde el primer día del gobierno de Trump.

Hay una gran desinformación sobre la forma de actuar del presidente estadounidense y México no debe meterse si hace o no un muro, siempre y cuando lo construyan en su territorio.

El mismo caso es el de la Guardia Nacional. Fue creada para proteger al país de su frontera sur a la frontera norte y del Atlántico al Pacífico.

Lo que ha hecho Trump, que no está loco sino que es un perverso mal educado, es manejar con insolencia la relación de la Casa Blanca con ¿el resto del mundo, porque hasta Canadá ha sido menospreciada por el presidente de Estados Unidos.


¿PORQUÉ ESTÁ MOLESTO TRUMP?

Con escándalos Trump gobierna y en las encuestas realizadas en su país, sobre su administración, lo sitúan en el más bajo nivel de los últimos presidentes.

El rencor de Donald Trump contra México se originó hace 11 años, cuando perdió una demanda por 12 millones de dólares en contra de dos empresarios mexicanos, por el manejo del concurso Miss Universo.

El magnate convertido en Presidente, juró no hacer negocios con mexicanos y, entonces, calificó de corrupto al gobierno nacional.

No obstante su baja aceptación en los Estados Unidos, Trump cuenta con una base muy sólida entre los millones de medio ignorantes que conforman la llamada “deep American” (América profunda), la de los racistas, xenófobos, conservadores y de aquellos que ven como enemigos a quienes no tienen apellidos anglosajones.

Como este año hay elecciones legislativas en la Unión Americana, Trump, que no tiene la mayoría en la Cámara de Representantes (diputados) ha recrudecido sus ataques contra México, para seguir presentándose ante su pueblo como un gran defensor de la integridad estadounidense, de los trabajadores, de los hombres del campo y de los empresarios.

Ha sido ampliamente comprobado que Trump gobierna su país con improntos y ocurrencias, lanza amenazas a diestro y siniestro sin advertir las consecuencias que puedan tener.

Peña Nieto en su respuesta a Trump se portó firme y ecuánime porque México no está en condiciones de tener un encuentro frontal con los Estados Unidos, como lo ha tenido ya China o Venezuela. Los primeros, por ser la economía más fuerte del mundo, y los segundos, porque su subsuelo está lleno de petróleo, aunque su presidente Nicolás Maduro, sea un chivo en cristalería.

Es preocupante que México sólo se unifique cuando se presenta alguna amenaza desde el extranjero, que puede ser militar, comercial o de otro tipo, y sea incapaz de acabar con la corrupción, la impunidad, el narcotráfico y la impunidad en que viven todos aquellos mexicanos que ocupan algún puesto público del que aprovechan para saquear las arcas de la nación.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.


manuelmejidot@gmail.com


* Trump juró no hacer tratos con mexicanos desde hace 11 años

* Sólo aparece la unidad nacional cuando hay un ataque extranjero

* El pequeño nazi quería que el presidente declarara la guerra


Detrás de las repetidas amenazas e improperios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en contra de México, está su fracaso en la construcción del muro y de acuerdos en su gobierno.

Finalmente, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se decidió a plantársele a Trump para dejar bien claro cuál es la postura del país que no acepta intromisiones extranjeras, ni permite que con declaraciones irreflexivas se dañe a la nación mexicana.

La mayor parte de los medios de comunicación nacionales han publicitado como un acto casi heroico que los cuatro candidatos a la Presidencia de la República se hayan sumado al rechazo a la política intervencionista de Trump.

El único que mostró su veneno fue Ricardo Anaya, quien consideró bueno el mensaje presidencial pero “no es suficiente”. El pequeño Hitler, hubiera querido que Peña Nieto hiciera una declaración formal de guerra a los Estados Unidos. El panista es un absurdo proveedor de absurdos.

No es una novedad que la Unión Americana despliegue a la Guardia Nacional en su frontera sur, a lo cual tiene total y pleno derecho.

Lo que no se ha aclarado debidamente es que el envío de la Guardia Nacional a la frontera, no significa una militarización porque esa corporación no es el Ejército.

Además, la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, dijo que esa Guardia no portará armas ni se dedicará a labores de Migración y Aduanas.

Lo que no dijo la funcionara estadounidense, es que sí apoyarán en las labores de la Patrulla Fronteriza.


LA GUARDÍA NACIONAL YA ESTUVO EN LA FRONTERA

En 1997 el entonces presidente Bill Clinton envió militares de Marina, que sí son Ejército, a la frontera sur, en colaboración con el Ejército Mexicano, para combatir la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico.

Después del ataque a las Torres Gemelas, en septiembre de 2001, George W. Bush movilizó a un gran destacamento de la Guardia Nacional, con la excusa de proteger al país de otro posible ataque terrorista.

Barak Obama, en 2010, también desplegó a la Guardia Nacional en la zona limítrofe con México para combatir el narcotráfico y el ingreso de inmigrantes indocumentados.

Resulta inexplicable que en México ahora se ponga el grito en el cielo por el anuncio de Trump, La acción del gobierno estadounidense no se trata de ninguna novedad, pero el discurso de Peña Nieto resultó un relanzamiento de su imagen en momentos que se disputará en las urnas su sucesión.

Debe reconocerse el valor del discurso del presidente Peña, porque estuvo bien estructurado, con frases contundentes, que reflejan un nacionalismo que debió mostrar desde el primer día del gobierno de Trump.

Hay una gran desinformación sobre la forma de actuar del presidente estadounidense y México no debe meterse si hace o no un muro, siempre y cuando lo construyan en su territorio.

El mismo caso es el de la Guardia Nacional. Fue creada para proteger al país de su frontera sur a la frontera norte y del Atlántico al Pacífico.

Lo que ha hecho Trump, que no está loco sino que es un perverso mal educado, es manejar con insolencia la relación de la Casa Blanca con ¿el resto del mundo, porque hasta Canadá ha sido menospreciada por el presidente de Estados Unidos.


¿PORQUÉ ESTÁ MOLESTO TRUMP?

Con escándalos Trump gobierna y en las encuestas realizadas en su país, sobre su administración, lo sitúan en el más bajo nivel de los últimos presidentes.

El rencor de Donald Trump contra México se originó hace 11 años, cuando perdió una demanda por 12 millones de dólares en contra de dos empresarios mexicanos, por el manejo del concurso Miss Universo.

El magnate convertido en Presidente, juró no hacer negocios con mexicanos y, entonces, calificó de corrupto al gobierno nacional.

No obstante su baja aceptación en los Estados Unidos, Trump cuenta con una base muy sólida entre los millones de medio ignorantes que conforman la llamada “deep American” (América profunda), la de los racistas, xenófobos, conservadores y de aquellos que ven como enemigos a quienes no tienen apellidos anglosajones.

Como este año hay elecciones legislativas en la Unión Americana, Trump, que no tiene la mayoría en la Cámara de Representantes (diputados) ha recrudecido sus ataques contra México, para seguir presentándose ante su pueblo como un gran defensor de la integridad estadounidense, de los trabajadores, de los hombres del campo y de los empresarios.

Ha sido ampliamente comprobado que Trump gobierna su país con improntos y ocurrencias, lanza amenazas a diestro y siniestro sin advertir las consecuencias que puedan tener.

Peña Nieto en su respuesta a Trump se portó firme y ecuánime porque México no está en condiciones de tener un encuentro frontal con los Estados Unidos, como lo ha tenido ya China o Venezuela. Los primeros, por ser la economía más fuerte del mundo, y los segundos, porque su subsuelo está lleno de petróleo, aunque su presidente Nicolás Maduro, sea un chivo en cristalería.

Es preocupante que México sólo se unifique cuando se presenta alguna amenaza desde el extranjero, que puede ser militar, comercial o de otro tipo, y sea incapaz de acabar con la corrupción, la impunidad, el narcotráfico y la impunidad en que viven todos aquellos mexicanos que ocupan algún puesto público del que aprovechan para saquear las arcas de la nación.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.


manuelmejidot@gmail.com