/ sábado 17 de noviembre de 2018

Alto poder

Los banqueros se apresuran a limpiar la casa ante la presión que ejerció una amenaza lanzada desde el Senado de la República por Ricardo Monreal.

Los tiburones del dinero, bajo el agua, están moviendo las finanzas nacionales para que caiga la Bolsa Mexicana de Valores y el gobierno dé marcha atrás a su intención de eliminar las comisiones excesivas que cobran a los cuentahabientes por algunos servicios.

La soberbia de los grandes capitales tuvo que buscar, humildemente, reuniones con los senadores para amortiguar el golpe que están a punto de llevarse, en caso de no rectificar su ambición desmedida por las comisiones bancarias.

Paralelamente a una reunión con los senadores, los banqueros han tomado medidas preventivas para defender las leoninas comisiones que obtienen por realizar 16 servicios a sus clientes.

Una acción puntual sobre el contraataque de los banqueros ha sido la eliminación de las cajas de seguridad en las sucursales y el ofrecimiento, en primera instancia, de reducir al 30 por ciento los cobros de comisiones.

La bomba de la mecha política-financiera la encendió el jueves de la semana la senadora de Morena Bertha Alicia Caraveo, quien subió a la más alta tribuna de la Nación para proponer, con el apoyo de Monreal, reformas al sistema bancario, que incluía la desaparición al 100 por ciento de comisiones tan inverosímiles como consultar el saldo en ventanilla, depósito de cheque para abono en cuenta de otro banco, por aclaraciones improcedentes de cargos no reconocidos por el cliente, reposición de tarjeta, anualidad y otras que sólo existen en México.

Los banqueros se molestaron porque la iniciativa les quitará, de un plumazo, ganancias por 108 mil millones de pesos anuales, que ni los agiotistas más voraces del mundo obtienen.

MONREAL EJECUTA LO QUE AMLO ORDENA

El día que se presentó la iniciativa, los bancos ejercieron presión al través de la Bolsa, retiraron inversiones que reportaron pérdidas durante la jornada hasta por el 11 por ciento, lo cual ocasionó que el índice de Precios y Cotizaciones cerrará con una pérdida del 5.8 por ciento.

Para apaciguar las aguas, López Obrador salió a refrendar su compromiso que durante los primeros tres años de su gobierno no habría cambios en el sector bancario. Sin embargo, 72 horas después, Monreal volvió al ataque y recordó la autonomía entre los poderes de la Nación y confirmó que continuaría la discusión.

De inmediato los banqueros buscaron un primer acercamiento, que ocurrió el martes de esta semana. En este momento, el Presidente electo aún no está en funciones, pero la Cámara de Senadores con mayoría de Morena, sí lo está y las decisiones que tome son válidas para lo que resta del gobierno de Peña Nieto y para el próximo.

La primera reacción de la Asociación de Banqueros de México fue aceptar participar en los foros que organizará el Senado para consensuar un adecuado manejo de ese sector en el país.

Monreal, en la cara de los dueños del dinero, insistió en que las comisiones “son casi usura” por las ganancias que reportan en el país que en ocasiones duplican a las obtenidas en sus naciones de origen.

Por ejemplo, Citibanamex el año pasado reportó que, de sus ganancias totales en México, el 33 por ciento fue por cobró de comisiones. Mientras que su matriz de Estados Unidos, sólo obtuvo el 18 por ciento.

Otros casos son los bancos españoles como Bancomer, que ganó 36 por ciento aquí y en su sede 19 por ciento; y Santander, que obtuvo 39 por ciento, mientras que en su matriz, sólo el 20.

PRIMER APRETÓN CONTRA LOS BANQUEROS

El 1 de diciembre iniciará lo que promete ser una nueva forma de gobierno. Todo indica que volverá el poder ejercido al través de la figura presidencial, pero ahora mediante la negociación con los diversos sectores que puedan verse afectados o beneficiados.

Primero, López Obrador doblegó a los inversionistas del Nuevo Aeropuerto de México, antes de anunciar la cancelación en Texcoco. Ahora, sometió a los banqueros y siguen organizaciones sindicales, como la SNTE y el CNTE.

Este primer ejercicio de presión para iniciar una negociación legislativa, será recurrente durante la administración lopezobradorista, porque utilizará a los líderes más visibles en ambas cámaras para lanzar el anzuelo y pescar al siguiente tiburón, ya sea político, financiero o social.

El controvertido uso de las consultas ciudadanas, sólo son un instrumento utilizado por López Obrador para legitimar sus acciones de gobierno y no hacerlas parecer como imposiciones, tal y como ocurrió durante el presidencialismo priista.

Esta semana, el presidente electo volvió a levantar ámpula al anunciar consultas para sus grandes proyectos, como son el Tren Maya pero, sobre todo, para los programas sociales que han sido su bandera política, en recuerdo de su lema del 2006 de que “Para el bien de todos, primero los pobres”.

Andrés Manuel busca afianzar el respaldo de los 70 millones de mexicanos que viven en algún grado de pobreza, sin perder el apoyo de los empresarios, quienes fueron prioridad para las administraciones priistas y panistas y que siempre vieron al pueblo con arrogancia.

Este cambio de rumbo en la manera de negociar, podrá ahuyentar a los llamados capitales “golondrinos”, esos que vuelan al primer ruido y que no son como las aves que cruzan el pantano y no se manchan.

En México, el 70 por ciento de los empleos lo generan la micro, pequeña y mediana industria, que en su gran mayoría son de mexicanos, que luchan por sobrevivir y no saldrán de su país, sino que enfrentarán sin duda una crisis, pero resistirán lo que venga.

Se espera que esta turbulencia del sistema bancario, sea pasajera y que de aquí al 1 de diciembre, cuando oficialmente asuma la Presidencia López Obrador (porque de hecho ya está gobernando), se tranquilicen los dueños del dinero, porque tendrán la seguridad de que podrán seguir incrementando sus fortunas, sin tener perturbaciones por parte del gobierno.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.


manuelmejidot@gmail.com


Los banqueros se apresuran a limpiar la casa ante la presión que ejerció una amenaza lanzada desde el Senado de la República por Ricardo Monreal.

Los tiburones del dinero, bajo el agua, están moviendo las finanzas nacionales para que caiga la Bolsa Mexicana de Valores y el gobierno dé marcha atrás a su intención de eliminar las comisiones excesivas que cobran a los cuentahabientes por algunos servicios.

La soberbia de los grandes capitales tuvo que buscar, humildemente, reuniones con los senadores para amortiguar el golpe que están a punto de llevarse, en caso de no rectificar su ambición desmedida por las comisiones bancarias.

Paralelamente a una reunión con los senadores, los banqueros han tomado medidas preventivas para defender las leoninas comisiones que obtienen por realizar 16 servicios a sus clientes.

Una acción puntual sobre el contraataque de los banqueros ha sido la eliminación de las cajas de seguridad en las sucursales y el ofrecimiento, en primera instancia, de reducir al 30 por ciento los cobros de comisiones.

La bomba de la mecha política-financiera la encendió el jueves de la semana la senadora de Morena Bertha Alicia Caraveo, quien subió a la más alta tribuna de la Nación para proponer, con el apoyo de Monreal, reformas al sistema bancario, que incluía la desaparición al 100 por ciento de comisiones tan inverosímiles como consultar el saldo en ventanilla, depósito de cheque para abono en cuenta de otro banco, por aclaraciones improcedentes de cargos no reconocidos por el cliente, reposición de tarjeta, anualidad y otras que sólo existen en México.

Los banqueros se molestaron porque la iniciativa les quitará, de un plumazo, ganancias por 108 mil millones de pesos anuales, que ni los agiotistas más voraces del mundo obtienen.

MONREAL EJECUTA LO QUE AMLO ORDENA

El día que se presentó la iniciativa, los bancos ejercieron presión al través de la Bolsa, retiraron inversiones que reportaron pérdidas durante la jornada hasta por el 11 por ciento, lo cual ocasionó que el índice de Precios y Cotizaciones cerrará con una pérdida del 5.8 por ciento.

Para apaciguar las aguas, López Obrador salió a refrendar su compromiso que durante los primeros tres años de su gobierno no habría cambios en el sector bancario. Sin embargo, 72 horas después, Monreal volvió al ataque y recordó la autonomía entre los poderes de la Nación y confirmó que continuaría la discusión.

De inmediato los banqueros buscaron un primer acercamiento, que ocurrió el martes de esta semana. En este momento, el Presidente electo aún no está en funciones, pero la Cámara de Senadores con mayoría de Morena, sí lo está y las decisiones que tome son válidas para lo que resta del gobierno de Peña Nieto y para el próximo.

La primera reacción de la Asociación de Banqueros de México fue aceptar participar en los foros que organizará el Senado para consensuar un adecuado manejo de ese sector en el país.

Monreal, en la cara de los dueños del dinero, insistió en que las comisiones “son casi usura” por las ganancias que reportan en el país que en ocasiones duplican a las obtenidas en sus naciones de origen.

Por ejemplo, Citibanamex el año pasado reportó que, de sus ganancias totales en México, el 33 por ciento fue por cobró de comisiones. Mientras que su matriz de Estados Unidos, sólo obtuvo el 18 por ciento.

Otros casos son los bancos españoles como Bancomer, que ganó 36 por ciento aquí y en su sede 19 por ciento; y Santander, que obtuvo 39 por ciento, mientras que en su matriz, sólo el 20.

PRIMER APRETÓN CONTRA LOS BANQUEROS

El 1 de diciembre iniciará lo que promete ser una nueva forma de gobierno. Todo indica que volverá el poder ejercido al través de la figura presidencial, pero ahora mediante la negociación con los diversos sectores que puedan verse afectados o beneficiados.

Primero, López Obrador doblegó a los inversionistas del Nuevo Aeropuerto de México, antes de anunciar la cancelación en Texcoco. Ahora, sometió a los banqueros y siguen organizaciones sindicales, como la SNTE y el CNTE.

Este primer ejercicio de presión para iniciar una negociación legislativa, será recurrente durante la administración lopezobradorista, porque utilizará a los líderes más visibles en ambas cámaras para lanzar el anzuelo y pescar al siguiente tiburón, ya sea político, financiero o social.

El controvertido uso de las consultas ciudadanas, sólo son un instrumento utilizado por López Obrador para legitimar sus acciones de gobierno y no hacerlas parecer como imposiciones, tal y como ocurrió durante el presidencialismo priista.

Esta semana, el presidente electo volvió a levantar ámpula al anunciar consultas para sus grandes proyectos, como son el Tren Maya pero, sobre todo, para los programas sociales que han sido su bandera política, en recuerdo de su lema del 2006 de que “Para el bien de todos, primero los pobres”.

Andrés Manuel busca afianzar el respaldo de los 70 millones de mexicanos que viven en algún grado de pobreza, sin perder el apoyo de los empresarios, quienes fueron prioridad para las administraciones priistas y panistas y que siempre vieron al pueblo con arrogancia.

Este cambio de rumbo en la manera de negociar, podrá ahuyentar a los llamados capitales “golondrinos”, esos que vuelan al primer ruido y que no son como las aves que cruzan el pantano y no se manchan.

En México, el 70 por ciento de los empleos lo generan la micro, pequeña y mediana industria, que en su gran mayoría son de mexicanos, que luchan por sobrevivir y no saldrán de su país, sino que enfrentarán sin duda una crisis, pero resistirán lo que venga.

Se espera que esta turbulencia del sistema bancario, sea pasajera y que de aquí al 1 de diciembre, cuando oficialmente asuma la Presidencia López Obrador (porque de hecho ya está gobernando), se tranquilicen los dueños del dinero, porque tendrán la seguridad de que podrán seguir incrementando sus fortunas, sin tener perturbaciones por parte del gobierno.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.


manuelmejidot@gmail.com


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