Ricardo Anaya, el cuerpo sin alma, destroza la política
Entristece a la población mexicana el reflejo de lo que políticos de todo color y hasta los que no tienen ni un partido al que aferrarse, lleguen al poder por el poder mismo y la corrupción que permite.
La guerra sucia se ha declarado impúdicamente entre derechas e izquierdas, entre quienes tienen partido y los que no. Pero todos con el fin avieso de acceder a los cargos para robarse el dinero público.
La renuncia de Raúl Cervantes a la Procuraduría General de República es posiblemente el único acto de vergüenza y honradez de los pocos que se están viviendo en los prolegómenos de la elección de 2018.
Como las impurezas flotan en el acero fundido, así aparecieron todas las riquezas mal habidas de los aspirantes presidenciales o líderes de partidos como el PRI, PRD y el PAN. El cuestionamiento al dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, es investigar de qué vive, porque, obviamente, no lo hace como el camaleón comiendo
moscas.
La peor desvergüenza de quienes viven de la política y se enriquecen en los puestos públicos es la cantidad, increíble de aspirantes a una candidatura independiente. Hay comunicadores, indígenas, gobernadores en funciones, desertores partidistas y hasta astronautas.
El denominador común de la casi totalidad de aspirantes a la Presidencia de la República por la vía libre, es la desvergüenza. Todavía no empiezan las campañas electorales y ya se ha desatado en toda su intensidad la guerra de los
improperios.
En las consultas de Google no pudimos encontrar ningún caso que haya casi 90 aspirantes a una candidatura independiente en ningún país del mundo y que 48 consiguieran ser considerados. Ni siquiera en los recónditos lugares del África Central.
En este momento, sería aproximadamente 60 el número entre independientes y con partido político.
SE REMATAN CANDIDATURAS INDEPENDIENTES
Hasta el astronauta que viajó a la luna patrocinado por la NASA de Estados Unidos, Rodolfo Neri Vela, el 28 de noviembre de 1985, quiere tener acceso al gobierno nacional para despacharse a manos llenas, como siempre se ha hecho en México, desde que fue presidente Miguel Alemán, con la sola excepción de Adolfo Ruíz Cortines.
Resultan ofensivas a la inteligencia las mesas redondas que se han hecho en radio y televisión para que los aspirantes presidenciales y sus lugartenientes expongan sus planes de gobierno. En ninguna de esas mesas ha aparecido nada que se aproxime a un plan de gobierno.
Las campañas previas están cimentadas en descalificaciones, fuera de los tiempos que marca la ley se llevan, a base de calumnias y de hurgar en las cuentas bancarias (propias y de la familia) donde se esconde el dinero mal habido.
Ya le aparecieron a Ricardo Anaya, líder del PAN, el cuerpo sin alma, jugosas cuentas bancarias en México, Estados Unidos y España, aunque algunas dice el inodado que son de su suegro, español de origen.
Tienen todos los aspirantes la ponzoña de la cobra cegadora. Anaya con su desbocada ambición del poder absoluto que otorga la Presidencia de la República, parece ocupar la mayor parte de su tiempo en buscar y hasta inventar orígenes para su fortuna. Lo que no ha podido ocultar es que desde la primaria sus hijos estudian en Estados Unidos, en una especie de expatriación enfermiza.
Por supuesto que el dirigente del PRI, Enrique Ochoa Reza, tiene mucho que esconder, porque su fortuna personal no es la que ganaría cualquier mexicano en la iniciativa privada y mucho menos en el
campo.
Tan solo por ser director de la CFE durante dos años y medio, recibió una indemnización de un millón 200 mil pesos, cuando solo debió pagársele 231 mil pesos y ya de por sí es demasiado para un hombre que solo se dedicó a ver pasar el tiempo y a aprisionar los billetes.
DE POBRES POLÍTICOS A POLÍTICOS MILLONARIOS
Parece que México volvió a la época del alemanismo cuando el general Héctor Ponce Sánchez, un hombre formado en el fuego revolucionario, tenía como norma de vida una trilogía por él inventada. Era primero “el que fregó, fregó” segundo, “lo caído, caído” y, tercero, “si no eres, para que te haces”.
La ambición por el dinero no tiene límites, porque si durante la Presidencia de Miguel Alemán los saqueos eran enormes, en épocas más recientes han seguido mostrándose en el cuerpo descarnado de la nación a mordidas.
Durante esa época de pillaje, amparados por la banda presidencial, también se acuñó una constitución muy especial, cuyo primer artículo era: “con dinero baila el perro”, y el artículo segundo, que “tiene el mismo efecto que el primero”.
A Alejandra Barrales, tan linda y siempre modosita, ya la aparecieron dos propiedades de alto precio. Una residencia en Las Lomas de Chapultepec, valuada en 13 millones de pesos y un departamento en Miami, de 14 millones de pesos.
Una azafata convertida en líder sindical de los sobrecargos, a base de luchar limpia y honradamente en contra de los dueños de las aerolíneas, no pudo resistir la tentación del poder político y se metió en la misma danza que los priistas, panistas, perredistas y muchos etcéteras.
Ahora, Barrales Magdaleno le hace el juego a los panistas, traicionando los principios de izquierda que la condujeron a la cima del poder sindical.
Dante Delgado Ranauro, propietario del Movimiento Ciudadano, es un político que lucha por no perder el registro de su partido y ser arrojado al basurero de la historia. Se sumó al Frente Ciudadano por México, dirigido por el PAN que en esa alianza tiene como lugarteniente al PRD.
Dante y su Movimiento Ciudadano simple y sencillamente son el “patito feo” de las maniobras políticas que abundan en ese Frente
Ciudadano.
A VER CUÁNTOS LOGRAN REUNIR MÁS DE UN MILLÓN DE FIRMAS
Los políticos actuales no deben comportarse como los de antes porque hoy las redes sociales los vigilan con ojos que exhiben los abusos de poder y los muestran a los millones de internautas que crean un juicio de valor a priori y en el que sale reprobado cualquiera que deje el buen camino.
De todos los aspirantes independientes, los únicos con posibilidades reales de juntar más de 866 mil firmas para conseguir el registro son Pedro Ferriz de Con, Margarita Zavala, Armando Ríos Piter, la zapatista María de Jesús Patricio Martínez y Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco.
Donde la desvergüenza por el poder no tiene límites, es en las aspiraciones presidenciales de Carlos Antonio Mimeza. Un rico empresario, que con gran descaro, invitó al narcotráfico a sumarse, primero, en la recolección de firmas y después, a su campaña.
Una situación parecida solo ocurrió en Colombia cuando el gran narcotraficante Pablo Escobar Gavidia hizo su campaña para integrarse a la Cámara de Diputados de ese país, que durante tantos años estuvo azotado por el crimen organizado.
En lo más profundo de la geografía nacional, los barrios marginales de las ciudades, los pueblos semiabandonados del país, las pesquerías donde apenas comen y en los bosques que se talan indiscriminadamente, en esos lugares, se seguirán incubando los movimientos sociales violentos.
Entre menos haya juegos de ambiciosos y millonarios, más posibilidades habrá de que el país siga viviendo en calma.
Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.
manuelmejidot@gmail.com
