* Aumentan las diferencias entre el gabinete de AMLO
* La UIF, responsable de acabar con la impunidad
* Marta Sahagún y su protección a los Legionarios de Cristo
Cada gobierno se ha caracterizado por utilizar alguna institución para cobrar venganza en contra de sus adversarios. Algunas veces fue la Procuraduría General de la República (ahora convertida en Fiscalía), y otras la Secretaría de Hacienda. Incluso, hubo quienes enviaron a sus detractores al extranjero con cargos en las embajadas más alejadas.
Con Andrés Manuel López Obrador la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), dependiente de Hacienda, es ese organismo que busca los movimientos en el sistema bancario y financiero de las inmensas fortunas que surgieron bajo el amparo de los regímenes priistas y panistas.
“Si quieres dar con el delincuente, síguele la pista al dinero”, dijo esta semana el Presidente de la República.
A diferencia de anteriores gobiernos, parece que esta vez no se han creado expedientes de la noche a la mañana, porque la mayoría son personajes muy cuestionados por el pueblo, que vivieron a todo lujo.
Ahora se indaga, se recaba información suficiente y se denuncia ante la Fiscalía. Si es necesario, incluso, se pide apoyo de Estados Unidos o a otros países que no tienen el secreto financiero.
Empero, por ganar reflectores se han cometido algunos excesos y las diferencias entre el gabinete por este asunto, reventaron esta semana, cuando el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, dijo durante una reunión con embajadores que hay unidades del gobierno federal “que no respetan” la presunción de inocencia.
Gertz Manero, sin mencionarlo, se refirió a Santiago Nieto, titular de la UIF, quien se ha encargado de dar nombres de personas y empresas cuyas cuentas han sido congeladas y son investigadas por presuntos malos manejos, sin antes haber sido comprobado.
GERTZ SE ENFRENTÓ A NIETO
El jueves, el Presidente López Obrador durante su conferencia mañanera tuvo que reconocer que la protesta del fiscal Gertz fue “en defensa de su autonomía y en el ejercicio de sus facultades” y defendió a Santiago Nieto asegurando que el titular de la UIF no mueve un dedo sin antes consultarlo con él.
AMLO dijo que se reunirá con Santiago Nieto para definir hasta dónde puede dar a conocer las investigaciones que la realiza la UIF, para no interferir la labor de la Fiscalía. Incluso, revelar cierta información abre la posibilidad de que el inculpado escape del país, como ha ocurrido en diversas ocasiones.
Los primeros resultados de ese rastreo de cuentas bancarias de dinero mal habido se concretaron con la detención en España de Alonso Ancira Elizondo, dueño de Altor Hornos de México, y señalado de participar en el desvío de recursos públicos cuando Emilio Lozoya era director de Pemex y quien también es investigado.
A Lozoya Austin, le siguió Rosario Robles, quien como secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, presuntamente participó en la llamada “Estafa maestra” en la que participaron universidades a las que se les destinaron millonarios recursos para realizar estudios, los cuales nunca realizaron y, para justificar el gasto, sólo copiaron y pegaron textos encontrados en internet, así de fue el descaro de los priistas durante la pasada administración.
En el caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno del panista Felipe Calderón, la UIF colabora con las autoridades estadounidenses, donde fue detenido y es investigado porque presumiblemente recibió dinero del cártel de Sinaloa, específicamente de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Además, García Luna es acusado de mentir a la autoridad estadounidense porque, cuando solicitó su residencia, no reportó que era dueño de varias mansiones y millones de dólares en cuentas bancarias, que ahora busca incautar el gobierno de Trump.
Con las aprehensiones de Robles Berlanga y García Luna, AMLO cubría su cuota de venganza en contra de las administraciones Peña Nieto y Calderón Hinojosa, respectivamente. Le faltaba Vicente Fox.
REVIVIERON MACIEL Y SAHAGÚN
El martes de esta semana, al llegar al a mañanera Santiago Nieto fue cuestionado sobre el presunto desvío de recursos de García Luna a organizaciones civiles encabezadas por personajes como Isabel Miranda de Wallace y María Elena Morera, así como de los Legionarios de Cristo, la orden religiosa más creada por el pederasta Marcial Maciel y apoyada por Vicente Fox y los panistas.
El titular de la UIF aceptó que se realizaban algunas indagatorias, aunque todavía no se concretaba una investigación. También aceptó que entre los nombres vinculados con los Legionarios estaba el nombre de Marta Sahagún, esposa del expresidente.
Según investigaciones periodísticas, la forma en que Marta desvío recursos a los Legionarios de Cristo fue a través del envío de dinero público a universidades manejadas por el grupo encabezado por el cura violador, Marcial Maciel.
Específicamente se menciona el caso de la Universidad de las Artes y Oficios para la cual, en 2002 cuando Fox era Presidente, los religiosos “donaron” un terreno en Cotija, Michoacán, al que el gobierno federal destinaría 84 millones de pesos para su edificación.
Este centro de estudios tiene especial relevancia porque Cotija es la tierra natal de Maciel. El 15 de junio de 2002, la entonces pareja presidencial recorrió las calles de ese municipio y siempre estuvo presente el padre de Marta, Alberto Sahagún de la Parra, también originario de ese municipio y amigo de la infancia del cura.
Marta fue la puerta para ingresar a la política, al través de los Legionarios de Cristo, como ha quedado registrado en diversas investigaciones periodísticas, ella gobernó e hizo todo cuanto quiso, incluso encubrir a Marcial Maciel.
Santiago Nieto tiene una de las cargas más pesadas de la cuarta transformación, porque no debe dejar cabo suelto que permita la impunidad de aquellos que abusaron del poder, a costa de empobrecer al pueblo.
Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.
manuelmejidot@gmail.com
