/ viernes 29 de septiembre de 2017

Alto poder / El sismo mostró la cara fraternal y del abuso de poder

Cuando en México ocurren tragedias que dañan a miles de personas, aparecen demostraciones de solidaridad y de entrega en el pueblo que se une para ayudarse y también corrupciones e impunidad en el sector gubernamental que se aprovecha de la desgracia colectiva para llevar agua a su molino.

La desgracia asoma su rostro fraternal de bondad y su maldad, la rapiña. El sismo fue un 90% de buen corazón y, por desgracia añadida, un 10% de garras.

El sismo del martes 19 sacó lo mejor y lo peor de una sociedad cuya población se quiere desprender de tutelaje gubernamental y decidir unida el camino que debe continuar la República. En medio de la desgracia, por enésima vez, los jóvenes tomaron las calles y se volvieron la esperanza del cambio.

Al través de una solicitud de información al Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México (Invea) se descubrió que el Colegio Enrique Rébsamen, en Villa Coapa, tenía en su historial una operación irregular que le permitió funcionar como escuela privada cuyo uso de suelo era habitacional.

El Invea realizó una verificación del inmueble y lo notificó al gobierno de la Ciudad de México y a la delegación Tlalpan. Entonces los propietarios del colegio presentaron un Certificado de Derechos Adquiridos falso, según descubrió la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la capital del país.

Desde entonces, el Rébsamen operó

ilegalmente.

¿Porqué no se verificó en ningún momento que funcionaba irregularmente y no lo advirtió ninguna autoridad citadina ni federal? La respuesta es tan sencilla como la forma en que se llevan los asuntos públicos en todo el país, donde la mayor parte de los permisos y autorizaciones se mueven con las dádivas y las corruptelas.

 

SÍ HAY NOMBRES DE RESPONSABLES POR COLAPSO DEL RÉBSAMEN

Lo mismo ocurrió en la colonia Portales, al sur de la ciudad, donde un edificio que apenas llevaba nueve meses de habitado, quedó inhabitable por la mala calidad de los materiales de construcción, la nula revisión de protección y su infraestructura.

Si se buscan más casos, se encontrarán lo mismo en Puebla que en Morelos, Oaxaca, Guerrero o Chiapas.

Cuando se descubrieron las mentiras se presentó una denuncia penal en contra de la directora del colegio y funcionarios delegacionales. No se detalló en qué momento se descubrió que los documentos eran apócrifos y la escuela siguió a pesar de que se habían detectado irregularidades severas en su edificación.

La jefa delegacional de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, no obstante que está ocupada en impulsar su candidatura a la jefatura de gobierno de la CdMx por el partido Morena, se presentó en el lugar del siniestro y dijo que los dictámenes técnicos de la estructura de un edificio están a cargo de un Director Responsable de Obra (DRO), quien depende de la Seduvi y un corresponsable de seguridad estructural que puede ser un particular autorizado por la misma secretaría.

¿Porqué no se ha llamado a cuentas al DRO para esclarecer si hubo corrupción por parte de la autoridad o una falsificación de documentos?

El DRO de la escuela Rébsamen es el ingeniero Mario Velardo Gómez y el responsable estructural es Francisco Arturo Pérez Rodríguez. Por supuesto que ambos se encuentran convenientemente desaparecidos.

El chilango ha estado tan trabajador en la reconstrucción como enojado con sus gobernantes, a tal grado que no permite siquiera que intervengan autoridades en la remoción de escombros en busca de sobrevivientes o de ¡cadáveres.

El pueblo trata de dejar bien en claro que puede manejarse solo, sin políticos que aparezcan a última hora para lucirse con explicaciones retorcidas ante las cámaras sobre los trabajos que se realizan en tal o cual secretaría, cuando en realidad los que empezaron y siguen haciendo esas labores son Pedro Pérez, Pablo López o Juan Pueblo.

 

GOBERNANTES QUISIERON ABUSAR DE LA SOLIDARIDAD DEL PUEBLO

En tanto la población abnegada lucha contra la tragedia, los políticos sinvergüenzas buscan llevarse la mayor tajada y algunos han desviado las donaciones para esconderlas en bodegas particulares o meterlas en cajas del DIF con el fin de usar el esfuerzo del pueblo en beneficio propio, repartiendo despensas ajenas como si fueran propias en el periodo electoral que se avecina.

Resulta triste para un periodista que ha presenciado muchas desgracias naturales en el país, el constatar que muy poco se ha avanzado en el combate al maridaje entre la corrupción y la impunidad que carcomen la moral pública y enfurecen a la población.

El pueblo ha exigido al gobierno de la República no destinar recursos a los partidos políticos para sus campañas electorales y, en cambio, aplique esos fondos para la reconstrucción.

Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI, se pasó de vivo el lunes cuando oficializó ante el INE la renuncia del 100% del financiamiento que le correspondería a ese partido para el resto de 2017, equivalente a 258 millones de pesos, o sea el 25% de su financiamiento público anual.

Al revelar estas cifras en su teatral acto de renuncia, Ochoa Reza no hizo más que poner al descubierto ante la población nacional los millones de pesos que se destinan cada año para mantener a los partidos políticos, muchos de los cuales no tienen ni razón para existir.

Aprovechando la coyuntura política, como siempre ocurre, Ochoa propuso ante las cámaras de diputados y senadores la eliminación de los legisladores plurinominales que ahorrarían 11 mil 600 millones de pesos al erario.

Los diputados plurinominales nacieron cuando era presidente Gustavo Díaz Ordaz que no quiso que el pueblo se cansara de más de lo mismo, o sea de carros completos del PRI en todas las elecciones y, de esa forma, inventó los diputados de partido que luego se les llamó “pluris” y que sirven para lo mismo: para nada.

 

EL PUEBLO UNIDO PARECE QUE LOGRARÁ LO IMPOSIBLE

Tenía que llegar una reacción de este tipo para que los dirigentes nacionales abandonaran sus nichos de confort y el aumento gradual de sus cuentas bancarias para darse cuenta que el pueblo está muy enojado con los políticos por el dispendio que hacen de los impuestos que los ciudadanos pagan.

Bajo el lema: “Entiendan, ustedes no donan. Devuélvanos el dinero que les damos”, la sociedad se ha rebelado abiertamente en contra de la partidocracia que costará al país el próximo año 25 mil 45 millones de pesos.

Esa cifra, salida del bolsillo de los contribuyentes, bastaría para remediar todos los males que trajo consigo la naturaleza furiosa por el mal trato que se le da.

También el pueblo se está haciendo cuentas sobre el dinero que se han adjudicado los expresidentes como su jubilación. Mensualmente, Vicente Fox y Felipe Calderón tienen una pensión de 205 mil 122 pesos. Luis Echeverría, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo renunciaron a esas prebendas de la jubilación.

Y el salario de sus equipos de trabajo, pagados con recursos del pueblo, ascienden de Fox, 472 mil y de calderón 816 mil 758. Todo esto porque cuentan con 78 elementos divididos en 45 del Ejército, 42 de la Fuerza Armada y 11 de la Fuerza Aérea.

Las cifras que se manejan entre viajes, celulares, gasolinas, comidas, ropa, placeres sexuales y toda clase de lujos, son recibidas como puñaladas en el pecho de la nación.

Lo acepten o no los políticos que están en el gobierno o que han estado en puestos prominentes, como los del PRI y el PAN, que pasaron por Los Pinos sin novedad y haciendo muy poco, piensen con la cabeza y busquen la forma de acabar con esta injusticia que se hace a la sociedad mexicana con su propio dinero.

Antes existía entre la clase política la guasa, que no hacía reír a nadie, se decía que se robara pero no tanto y solo tomaran para sí, el 10% de los contratos. Pero ahora el país no aguanta lo que está pasando.

De la mansedumbre se puede pasar a la beligerancia sin que muchas veces se sepa cómo ocurre.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.

 

manuelmejidot@hotmail.com

Cuando en México ocurren tragedias que dañan a miles de personas, aparecen demostraciones de solidaridad y de entrega en el pueblo que se une para ayudarse y también corrupciones e impunidad en el sector gubernamental que se aprovecha de la desgracia colectiva para llevar agua a su molino.

La desgracia asoma su rostro fraternal de bondad y su maldad, la rapiña. El sismo fue un 90% de buen corazón y, por desgracia añadida, un 10% de garras.

El sismo del martes 19 sacó lo mejor y lo peor de una sociedad cuya población se quiere desprender de tutelaje gubernamental y decidir unida el camino que debe continuar la República. En medio de la desgracia, por enésima vez, los jóvenes tomaron las calles y se volvieron la esperanza del cambio.

Al través de una solicitud de información al Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México (Invea) se descubrió que el Colegio Enrique Rébsamen, en Villa Coapa, tenía en su historial una operación irregular que le permitió funcionar como escuela privada cuyo uso de suelo era habitacional.

El Invea realizó una verificación del inmueble y lo notificó al gobierno de la Ciudad de México y a la delegación Tlalpan. Entonces los propietarios del colegio presentaron un Certificado de Derechos Adquiridos falso, según descubrió la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la capital del país.

Desde entonces, el Rébsamen operó

ilegalmente.

¿Porqué no se verificó en ningún momento que funcionaba irregularmente y no lo advirtió ninguna autoridad citadina ni federal? La respuesta es tan sencilla como la forma en que se llevan los asuntos públicos en todo el país, donde la mayor parte de los permisos y autorizaciones se mueven con las dádivas y las corruptelas.

 

SÍ HAY NOMBRES DE RESPONSABLES POR COLAPSO DEL RÉBSAMEN

Lo mismo ocurrió en la colonia Portales, al sur de la ciudad, donde un edificio que apenas llevaba nueve meses de habitado, quedó inhabitable por la mala calidad de los materiales de construcción, la nula revisión de protección y su infraestructura.

Si se buscan más casos, se encontrarán lo mismo en Puebla que en Morelos, Oaxaca, Guerrero o Chiapas.

Cuando se descubrieron las mentiras se presentó una denuncia penal en contra de la directora del colegio y funcionarios delegacionales. No se detalló en qué momento se descubrió que los documentos eran apócrifos y la escuela siguió a pesar de que se habían detectado irregularidades severas en su edificación.

La jefa delegacional de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, no obstante que está ocupada en impulsar su candidatura a la jefatura de gobierno de la CdMx por el partido Morena, se presentó en el lugar del siniestro y dijo que los dictámenes técnicos de la estructura de un edificio están a cargo de un Director Responsable de Obra (DRO), quien depende de la Seduvi y un corresponsable de seguridad estructural que puede ser un particular autorizado por la misma secretaría.

¿Porqué no se ha llamado a cuentas al DRO para esclarecer si hubo corrupción por parte de la autoridad o una falsificación de documentos?

El DRO de la escuela Rébsamen es el ingeniero Mario Velardo Gómez y el responsable estructural es Francisco Arturo Pérez Rodríguez. Por supuesto que ambos se encuentran convenientemente desaparecidos.

El chilango ha estado tan trabajador en la reconstrucción como enojado con sus gobernantes, a tal grado que no permite siquiera que intervengan autoridades en la remoción de escombros en busca de sobrevivientes o de ¡cadáveres.

El pueblo trata de dejar bien en claro que puede manejarse solo, sin políticos que aparezcan a última hora para lucirse con explicaciones retorcidas ante las cámaras sobre los trabajos que se realizan en tal o cual secretaría, cuando en realidad los que empezaron y siguen haciendo esas labores son Pedro Pérez, Pablo López o Juan Pueblo.

 

GOBERNANTES QUISIERON ABUSAR DE LA SOLIDARIDAD DEL PUEBLO

En tanto la población abnegada lucha contra la tragedia, los políticos sinvergüenzas buscan llevarse la mayor tajada y algunos han desviado las donaciones para esconderlas en bodegas particulares o meterlas en cajas del DIF con el fin de usar el esfuerzo del pueblo en beneficio propio, repartiendo despensas ajenas como si fueran propias en el periodo electoral que se avecina.

Resulta triste para un periodista que ha presenciado muchas desgracias naturales en el país, el constatar que muy poco se ha avanzado en el combate al maridaje entre la corrupción y la impunidad que carcomen la moral pública y enfurecen a la población.

El pueblo ha exigido al gobierno de la República no destinar recursos a los partidos políticos para sus campañas electorales y, en cambio, aplique esos fondos para la reconstrucción.

Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI, se pasó de vivo el lunes cuando oficializó ante el INE la renuncia del 100% del financiamiento que le correspondería a ese partido para el resto de 2017, equivalente a 258 millones de pesos, o sea el 25% de su financiamiento público anual.

Al revelar estas cifras en su teatral acto de renuncia, Ochoa Reza no hizo más que poner al descubierto ante la población nacional los millones de pesos que se destinan cada año para mantener a los partidos políticos, muchos de los cuales no tienen ni razón para existir.

Aprovechando la coyuntura política, como siempre ocurre, Ochoa propuso ante las cámaras de diputados y senadores la eliminación de los legisladores plurinominales que ahorrarían 11 mil 600 millones de pesos al erario.

Los diputados plurinominales nacieron cuando era presidente Gustavo Díaz Ordaz que no quiso que el pueblo se cansara de más de lo mismo, o sea de carros completos del PRI en todas las elecciones y, de esa forma, inventó los diputados de partido que luego se les llamó “pluris” y que sirven para lo mismo: para nada.

 

EL PUEBLO UNIDO PARECE QUE LOGRARÁ LO IMPOSIBLE

Tenía que llegar una reacción de este tipo para que los dirigentes nacionales abandonaran sus nichos de confort y el aumento gradual de sus cuentas bancarias para darse cuenta que el pueblo está muy enojado con los políticos por el dispendio que hacen de los impuestos que los ciudadanos pagan.

Bajo el lema: “Entiendan, ustedes no donan. Devuélvanos el dinero que les damos”, la sociedad se ha rebelado abiertamente en contra de la partidocracia que costará al país el próximo año 25 mil 45 millones de pesos.

Esa cifra, salida del bolsillo de los contribuyentes, bastaría para remediar todos los males que trajo consigo la naturaleza furiosa por el mal trato que se le da.

También el pueblo se está haciendo cuentas sobre el dinero que se han adjudicado los expresidentes como su jubilación. Mensualmente, Vicente Fox y Felipe Calderón tienen una pensión de 205 mil 122 pesos. Luis Echeverría, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo renunciaron a esas prebendas de la jubilación.

Y el salario de sus equipos de trabajo, pagados con recursos del pueblo, ascienden de Fox, 472 mil y de calderón 816 mil 758. Todo esto porque cuentan con 78 elementos divididos en 45 del Ejército, 42 de la Fuerza Armada y 11 de la Fuerza Aérea.

Las cifras que se manejan entre viajes, celulares, gasolinas, comidas, ropa, placeres sexuales y toda clase de lujos, son recibidas como puñaladas en el pecho de la nación.

Lo acepten o no los políticos que están en el gobierno o que han estado en puestos prominentes, como los del PRI y el PAN, que pasaron por Los Pinos sin novedad y haciendo muy poco, piensen con la cabeza y busquen la forma de acabar con esta injusticia que se hace a la sociedad mexicana con su propio dinero.

Antes existía entre la clase política la guasa, que no hacía reír a nadie, se decía que se robara pero no tanto y solo tomaran para sí, el 10% de los contratos. Pero ahora el país no aguanta lo que está pasando.

De la mansedumbre se puede pasar a la beligerancia sin que muchas veces se sepa cómo ocurre.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.

 

manuelmejidot@hotmail.com