/ miércoles 4 de septiembre de 2019

Amazonas, arde el pulmón del mundo

El ver noticias, implica algo más que sólo asimilar la información que nos llega o buscamos a través de medios tradicionales como radio, televisión o escritos, además de lo que internet nos brinda, como redes sociales y portales de toda índole, es necesario desarrollar una comprensión integral de la información a la que tenemos acceso, finalmente lo más importante es que sepamos en qué medida lo que sucede en nuestro entorno y a nivel global puede afectarnos.

En las semanas recientes, concretamente a lo largo de las últimas cuatro, se ha dado una cadena de incendios forestales en la Selva del Amazonas, una extensa región del planeta de bosque tropical que alberga al mayor número de especies tanto de flora, como de fauna, recorrida toda por el río más caudaloso del mundo, el Amazonas.

Esta selva tiene la mayor parte de su territorio en Brasil, pero está también en Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Paraguay y en una menor medida en Argentina, siendo también una región en la que habitan muchas de las más antiguas culturas indígenas del continente americano, algunas viviendo aún como lo hacían antes de la llegada de conquistadores europeos, principalmente españoles y portugueses, en el caso de Brasil.

Los incendios forestales que afectan a la Selva del Amazonas, tienen su origen principalmente en la quema de terrenos para fines agropecuarios, autorizada por el gobierno de Brasil, actualmente encabezado por Jair Bolsonaro, un populista de derecha que en más de una ocasión ha expresado su desdén tanto por el medio ambiente, como por los grupos indígenas, siendo, además, al igual que Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, un “no creyente del cambio climático”.

Durante las últimas semanas, el ver la forma en que Jair Bolsonaro ha reaccionado a los incendios forestales en el Amazonas, casi hace pensar en la mítica figura del emperador Nerón, de la antigua Roma, tocando su lira mientras la ciudad eterna ardía en la peor concatenación de incendios de su historia.

No es para menos pensar algo así, más si se ve cómo reaccionó el mandatario brasileño cuando naciones de la Unión Europea, principalmente Alemania y Francia, le ofrecieron un apoyo de 20 millones de euros para apoyar el combate a los incendios en el Amazonas, mismos que Bolsonaro rechazó, pidiendo antes una disculpa del presidente francés, Emmanuel Macron, quien lo había criticado por su actitud ante esta conflagración.

Pero eso no fue todo, el presidente de Brasil, haciendo gala de una total falta de respeto, se expresó de forma burlona de la esposa de Macron, por su edad, siendo ella 24 años mayor que el mandatario galo, un tema que sencillamente no es de la incumbencia de Bolsonaro, ni de persona alguna, pero en el que además se metió en un momento de emergencia extrema para Brasil y el mundo.

Los incendios forestales en el Amazonas son altamente preocupantes si se toma en cuenta que esa región es una suerte de “pulmón del mundo” al ser una de las áreas que más oxígeno generan por su extensa y abundante vegetación, además de su potencial hídrico.

Los siniestros que se presentan en estos días en su mayor parte en la parte brasileña del Amazonas, además de la parte de Bolivia y la de Paraguay, causan una fuerte preocupación a nivel global, por la forma en que podrán incidir en el actual momento que se vive por el cambio climático, cuando se derriten los hielos en los polos, aumenta el nivel del mar y el clima se vuelve loco a nivel mundial, con inviernos más crudos, veranos más calientes, sequías más pronunciadas y tormentas cada vez más fuertes.

Hoy los tiempos no están para hacer de la creencia que se tenga o no en el cambio climático, una postura política o de negocios, porque si el planeta se voltea en nuestra contra, no habrá dólar que valga, ni crecimiento económico que importe, lo primero es la vida, sin ella, lo demás no vale nada.

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre

El ver noticias, implica algo más que sólo asimilar la información que nos llega o buscamos a través de medios tradicionales como radio, televisión o escritos, además de lo que internet nos brinda, como redes sociales y portales de toda índole, es necesario desarrollar una comprensión integral de la información a la que tenemos acceso, finalmente lo más importante es que sepamos en qué medida lo que sucede en nuestro entorno y a nivel global puede afectarnos.

En las semanas recientes, concretamente a lo largo de las últimas cuatro, se ha dado una cadena de incendios forestales en la Selva del Amazonas, una extensa región del planeta de bosque tropical que alberga al mayor número de especies tanto de flora, como de fauna, recorrida toda por el río más caudaloso del mundo, el Amazonas.

Esta selva tiene la mayor parte de su territorio en Brasil, pero está también en Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Paraguay y en una menor medida en Argentina, siendo también una región en la que habitan muchas de las más antiguas culturas indígenas del continente americano, algunas viviendo aún como lo hacían antes de la llegada de conquistadores europeos, principalmente españoles y portugueses, en el caso de Brasil.

Los incendios forestales que afectan a la Selva del Amazonas, tienen su origen principalmente en la quema de terrenos para fines agropecuarios, autorizada por el gobierno de Brasil, actualmente encabezado por Jair Bolsonaro, un populista de derecha que en más de una ocasión ha expresado su desdén tanto por el medio ambiente, como por los grupos indígenas, siendo, además, al igual que Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, un “no creyente del cambio climático”.

Durante las últimas semanas, el ver la forma en que Jair Bolsonaro ha reaccionado a los incendios forestales en el Amazonas, casi hace pensar en la mítica figura del emperador Nerón, de la antigua Roma, tocando su lira mientras la ciudad eterna ardía en la peor concatenación de incendios de su historia.

No es para menos pensar algo así, más si se ve cómo reaccionó el mandatario brasileño cuando naciones de la Unión Europea, principalmente Alemania y Francia, le ofrecieron un apoyo de 20 millones de euros para apoyar el combate a los incendios en el Amazonas, mismos que Bolsonaro rechazó, pidiendo antes una disculpa del presidente francés, Emmanuel Macron, quien lo había criticado por su actitud ante esta conflagración.

Pero eso no fue todo, el presidente de Brasil, haciendo gala de una total falta de respeto, se expresó de forma burlona de la esposa de Macron, por su edad, siendo ella 24 años mayor que el mandatario galo, un tema que sencillamente no es de la incumbencia de Bolsonaro, ni de persona alguna, pero en el que además se metió en un momento de emergencia extrema para Brasil y el mundo.

Los incendios forestales en el Amazonas son altamente preocupantes si se toma en cuenta que esa región es una suerte de “pulmón del mundo” al ser una de las áreas que más oxígeno generan por su extensa y abundante vegetación, además de su potencial hídrico.

Los siniestros que se presentan en estos días en su mayor parte en la parte brasileña del Amazonas, además de la parte de Bolivia y la de Paraguay, causan una fuerte preocupación a nivel global, por la forma en que podrán incidir en el actual momento que se vive por el cambio climático, cuando se derriten los hielos en los polos, aumenta el nivel del mar y el clima se vuelve loco a nivel mundial, con inviernos más crudos, veranos más calientes, sequías más pronunciadas y tormentas cada vez más fuertes.

Hoy los tiempos no están para hacer de la creencia que se tenga o no en el cambio climático, una postura política o de negocios, porque si el planeta se voltea en nuestra contra, no habrá dólar que valga, ni crecimiento económico que importe, lo primero es la vida, sin ella, lo demás no vale nada.

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre