/ sábado 23 de enero de 2021

AMLO deberá construir una nueva relación con Biden

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca generará más conflictos que beneficios en la relación México-Estados Unidos, porque él gobernará para su pueblo y no para su vecino del sur.

Es de reconocerse que el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo una relación más o menos buena con Donald Trump, a quien confrontó en más de una ocasión como cuando quiso romper unilateralmente el TLC y terminó cediendo ese engendro llamado T-Mec.

También hubo momentos de tensión en la relación AMLO-Trump, como el levantamiento del muro fronterizo en el que siempre insistió el desquiciado empresario y que, por fortuna, canceló Biden de manera definitiva en una de sus primeras acciones de gobierno.

Empero, de manera equivocada, López Obrador sólo ha salido una vez de México y lo hizo en un viaje a Washington, cuando Trump estaba en campaña y todos lo interpretaron como una visita de apoyo al entonces Presidente estadounidense.

Y es que Donald Trump necesitaba el apoyo de una figura como AMLO que le ayudara a limpiar su imagen por los constantes ataques que había lanzado contra los grupos de inmigrantes, no sólo a través del muro sino con la eliminación de apoyos a ese grupo de personas.

En cambio, Andrés Manuel nunca tuvo un acercamiento público con Biden y durante mes y medio se negó a reconocer su triunfo, hasta que las instituciones de aquel país definieran quién había ganado en el proceso, que por cierto fue bastante claro desde el primer día pero que Trump trató de ensuciar y echar abajo.

Esa falta de apoyo y de reconocimiento, es lo que seguramente traerá problemas en la relación bilateral, porque si bien es cierto que Biden como primeras medidas detuvo el muro, regresó el DACA (el programa para mexicanos crecidos en aquel país) y otros programas, lo hizo porque los migrantes fueron un factor determinante en su triunfo.

AMLO INSISTIRÁ EN EL RESPETO

"Se tiene que buscar que haya cooperación ordenada, respetuosa y que no haya injerencismo de ningún gobierno. Que nosotros no nos metamos en asuntos que corresponden a Estados Unidos, y que ellos no vengan a meterse en asuntos que nos corresponden a nosotros", fue el mensaje que dio el presidente López Obrador durante su conferencia matutina del miércoles.

En el discurso y en sus acciones, esa siempre ha sido la postura del presidente mexicano. Habrá que esperar cuál es el plan de gobierno de Biden y cómo buscará recomponer a su país, que dejó en el total destrozo Trump, con sus decisiones que tomaba a lo loco.

En todo momento, AMLO buscó llevar la fiesta en paz con Trump y lo logró, lo cierto es que el empresario no tenía una agenda clara con México ni con ningún otro país, sólo quería gobernar a la nación más poderosa.

Ahora con Biden, López Obrador intentará hacer lo mismo, la diferencia es que el nuevo presidente es un político que sí sabe negociar y buscará beneficios para su pueblo.

Existen tres temas que son prioritarios para Biden, pero no para López Obrador, los cuales generarán los primeros enfrentamientos, como son el energético, el medioambiental y el laboral. Ahí sí comenzarán las confrontaciones.

Sabemos que López Obrador está en contra de las energías limpias, que poco se ha manifestados por el impacto de las grandes obras al ambiente y ha rechazado la subcontratación, los tres asuntos por los que negociará el estadounidense. Habrá que ver quién gana esta ocasión.

A manera de buscar una buena relación, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, publicó en Twitter un mensaje que deja en claro la intención de la administración lopezobradorista. “Los puentes abren paso a la cooperación y al entendimiento”, escribió el canciller.

CÓMO APAGAR EL CASO CIENFUEGOS

A pesar del discurso reconciliatorio y las acciones que emprendió Biden en su primer día como Presidente de Estados Unidos, no definirán su forma de tratar a México en los próximos años, especialmente en materia de cooperación de seguridad interna.

Además, apenas la semana pasada la fiscalía estadounidense ya expresó su rechazó a la decisión de las autoridades mexicanas de difundir el expediente del general Salvador Cienfuegos y los duros señalamientos que hizo el presidente López Obrador a la DEA de fabricar pruebas en contra del exfuncionario mexicano.

Esos agravios, será lo primero con lo que se enfrentará Biden y todo su equipo. Por más que en México se piense que el insulto ya quedó atrás, es mentira porque se puso en duda la credibilidad de una institución que, si bien es cierto abusa de manera sistemática, también puede asegurarse que es una de las mejor constituida.

Además, hacer público algo tan delicado como el expediente de una investigación, en el que solo involucra a Cienfuegos sino a otras personas que también son investigados, pone en riesgo años de labor de inteligencia.

Es por ello, que el presidente López Obrador debe tener cuidado con sus declaraciones y acciones, pues esta ocasión Joe Biden no es su amigo Donald Trump, quien le perdonó más de un agravio.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.


manuelmejidot@gmail.com

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca generará más conflictos que beneficios en la relación México-Estados Unidos, porque él gobernará para su pueblo y no para su vecino del sur.

Es de reconocerse que el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo una relación más o menos buena con Donald Trump, a quien confrontó en más de una ocasión como cuando quiso romper unilateralmente el TLC y terminó cediendo ese engendro llamado T-Mec.

También hubo momentos de tensión en la relación AMLO-Trump, como el levantamiento del muro fronterizo en el que siempre insistió el desquiciado empresario y que, por fortuna, canceló Biden de manera definitiva en una de sus primeras acciones de gobierno.

Empero, de manera equivocada, López Obrador sólo ha salido una vez de México y lo hizo en un viaje a Washington, cuando Trump estaba en campaña y todos lo interpretaron como una visita de apoyo al entonces Presidente estadounidense.

Y es que Donald Trump necesitaba el apoyo de una figura como AMLO que le ayudara a limpiar su imagen por los constantes ataques que había lanzado contra los grupos de inmigrantes, no sólo a través del muro sino con la eliminación de apoyos a ese grupo de personas.

En cambio, Andrés Manuel nunca tuvo un acercamiento público con Biden y durante mes y medio se negó a reconocer su triunfo, hasta que las instituciones de aquel país definieran quién había ganado en el proceso, que por cierto fue bastante claro desde el primer día pero que Trump trató de ensuciar y echar abajo.

Esa falta de apoyo y de reconocimiento, es lo que seguramente traerá problemas en la relación bilateral, porque si bien es cierto que Biden como primeras medidas detuvo el muro, regresó el DACA (el programa para mexicanos crecidos en aquel país) y otros programas, lo hizo porque los migrantes fueron un factor determinante en su triunfo.

AMLO INSISTIRÁ EN EL RESPETO

"Se tiene que buscar que haya cooperación ordenada, respetuosa y que no haya injerencismo de ningún gobierno. Que nosotros no nos metamos en asuntos que corresponden a Estados Unidos, y que ellos no vengan a meterse en asuntos que nos corresponden a nosotros", fue el mensaje que dio el presidente López Obrador durante su conferencia matutina del miércoles.

En el discurso y en sus acciones, esa siempre ha sido la postura del presidente mexicano. Habrá que esperar cuál es el plan de gobierno de Biden y cómo buscará recomponer a su país, que dejó en el total destrozo Trump, con sus decisiones que tomaba a lo loco.

En todo momento, AMLO buscó llevar la fiesta en paz con Trump y lo logró, lo cierto es que el empresario no tenía una agenda clara con México ni con ningún otro país, sólo quería gobernar a la nación más poderosa.

Ahora con Biden, López Obrador intentará hacer lo mismo, la diferencia es que el nuevo presidente es un político que sí sabe negociar y buscará beneficios para su pueblo.

Existen tres temas que son prioritarios para Biden, pero no para López Obrador, los cuales generarán los primeros enfrentamientos, como son el energético, el medioambiental y el laboral. Ahí sí comenzarán las confrontaciones.

Sabemos que López Obrador está en contra de las energías limpias, que poco se ha manifestados por el impacto de las grandes obras al ambiente y ha rechazado la subcontratación, los tres asuntos por los que negociará el estadounidense. Habrá que ver quién gana esta ocasión.

A manera de buscar una buena relación, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, publicó en Twitter un mensaje que deja en claro la intención de la administración lopezobradorista. “Los puentes abren paso a la cooperación y al entendimiento”, escribió el canciller.

CÓMO APAGAR EL CASO CIENFUEGOS

A pesar del discurso reconciliatorio y las acciones que emprendió Biden en su primer día como Presidente de Estados Unidos, no definirán su forma de tratar a México en los próximos años, especialmente en materia de cooperación de seguridad interna.

Además, apenas la semana pasada la fiscalía estadounidense ya expresó su rechazó a la decisión de las autoridades mexicanas de difundir el expediente del general Salvador Cienfuegos y los duros señalamientos que hizo el presidente López Obrador a la DEA de fabricar pruebas en contra del exfuncionario mexicano.

Esos agravios, será lo primero con lo que se enfrentará Biden y todo su equipo. Por más que en México se piense que el insulto ya quedó atrás, es mentira porque se puso en duda la credibilidad de una institución que, si bien es cierto abusa de manera sistemática, también puede asegurarse que es una de las mejor constituida.

Además, hacer público algo tan delicado como el expediente de una investigación, en el que solo involucra a Cienfuegos sino a otras personas que también son investigados, pone en riesgo años de labor de inteligencia.

Es por ello, que el presidente López Obrador debe tener cuidado con sus declaraciones y acciones, pues esta ocasión Joe Biden no es su amigo Donald Trump, quien le perdonó más de un agravio.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.


manuelmejidot@gmail.com