/ lunes 9 de diciembre de 2019

AMLO no es de izquierda

Realmente no creo le preocupe al Presidente López Obrador que el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas haya dicho que no ve a su partido MORENA, en la izquierda. Tampoco creo le interese mucho ser adscrito en cualquier expresión en el marco de las diversas izquierdas del siglo XXI. Su forma de gobernar es propia de un populismo demagogo y caciquil, concentrador del poder, regresamos a la peor época del priismo, esa que habíamos poco a poco acotado las oposiciones; pero qué paradoja, gracias a esa vía democrática construida contra ese priismo autoritario, ganó hace un año quien hoy pretende sepultar justamente esa vía, la del organismo electoral autónomo, que para ser imparcial obligadamente debe ser independiente del gobierno.


Y la pregunta es muy seria: para desaparecer la autonomía del Instituto Nacional Electoral votó un tercio del electorado?


Hubiese tenido la misma votación hace un año si en su campaña hubiera dicho que dejaría de construir el NAIM en Texcoco dejando un elefante blanco con casi el 40% de construcción? Y que con esa decisión sembraría desconfianza para la inversión con las repercusiones económicas que ya se empiezan a padecer? Que ordenaría a su partido en el Congreso poner en todos los organismos autónomos a personas leales a su persona, en lugar de personas idóneas para el cargo? Que después de endilgarle al ejército y a la Marina la conformación de la Guardia Nacional, les dejaría como parapetos para ser maltratados por las delincuencias, porque prefiere abrazos, no balazos? Que su Secretario de Hacienda no le iba dudar ni un año en el encargo? Que se convertiría en el policía migratorio de Trump?


Se hubiera votado por él sabiendo que en lugar de fortalecer el Estado de Derecho, gobernaría apoyándose en un grupo religioso para distribuir su cartilla moral en lugar de la Constitución? O que desaparecería las Estancias Infantiles o que por sus prejuicios dejaría sin sus medicamentos a niñas y niños con cáncer? O la embestida contra la ciencia, la investigación y la cultura?


En verdad hubiesen votado por él las mismas personas hace un año si hubiesen sabido que iba a implantar el terrorismo fiscal y las atribuciones discrecionales para congelar cuentas, confiscar bienes y llevar a la cárcel por el solo prejuicio incluso de un error fiscal?


Cómo explicar que entre el 65 y 70 % en las encuestas le siguen viendo con simpatía? Una respuesta puede ser que la gente no quiere reconocer que se equivocó porque nada preocupa más que la inestabilidad. Sin embargo la política no es un asunto de buenos deseos. Porque como bien señala el PRD que no es bueno para el país, concretar todo el poder en una sola persona ni regresar a la etapa de un régimen de partido de Estado que ponga en riesgo las elecciones libres y confiables; por desgracia hoy el Presidente en lugar de aceptar fallas y errores, valorar otras opiniones y rectificar, hace de la obstinación una virtud, a pesar de los altos costos que acabaremos pagando todos.


Como dijo Octavio Paz respecto a Echeverría: “..su gobierno fue más de gestos que de hechos. Contaba más lo que se decía que lo que se hacía y se arruinó al país con una política dispendiosa e irreflexiva”. Ha pasado un año, trabajemos para construir la izquierda democrática y progresista que desde la socialdemocracia y impulse estabilidad, justicia social y legal, y sobretodo defienda al INE

Realmente no creo le preocupe al Presidente López Obrador que el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas haya dicho que no ve a su partido MORENA, en la izquierda. Tampoco creo le interese mucho ser adscrito en cualquier expresión en el marco de las diversas izquierdas del siglo XXI. Su forma de gobernar es propia de un populismo demagogo y caciquil, concentrador del poder, regresamos a la peor época del priismo, esa que habíamos poco a poco acotado las oposiciones; pero qué paradoja, gracias a esa vía democrática construida contra ese priismo autoritario, ganó hace un año quien hoy pretende sepultar justamente esa vía, la del organismo electoral autónomo, que para ser imparcial obligadamente debe ser independiente del gobierno.


Y la pregunta es muy seria: para desaparecer la autonomía del Instituto Nacional Electoral votó un tercio del electorado?


Hubiese tenido la misma votación hace un año si en su campaña hubiera dicho que dejaría de construir el NAIM en Texcoco dejando un elefante blanco con casi el 40% de construcción? Y que con esa decisión sembraría desconfianza para la inversión con las repercusiones económicas que ya se empiezan a padecer? Que ordenaría a su partido en el Congreso poner en todos los organismos autónomos a personas leales a su persona, en lugar de personas idóneas para el cargo? Que después de endilgarle al ejército y a la Marina la conformación de la Guardia Nacional, les dejaría como parapetos para ser maltratados por las delincuencias, porque prefiere abrazos, no balazos? Que su Secretario de Hacienda no le iba dudar ni un año en el encargo? Que se convertiría en el policía migratorio de Trump?


Se hubiera votado por él sabiendo que en lugar de fortalecer el Estado de Derecho, gobernaría apoyándose en un grupo religioso para distribuir su cartilla moral en lugar de la Constitución? O que desaparecería las Estancias Infantiles o que por sus prejuicios dejaría sin sus medicamentos a niñas y niños con cáncer? O la embestida contra la ciencia, la investigación y la cultura?


En verdad hubiesen votado por él las mismas personas hace un año si hubiesen sabido que iba a implantar el terrorismo fiscal y las atribuciones discrecionales para congelar cuentas, confiscar bienes y llevar a la cárcel por el solo prejuicio incluso de un error fiscal?


Cómo explicar que entre el 65 y 70 % en las encuestas le siguen viendo con simpatía? Una respuesta puede ser que la gente no quiere reconocer que se equivocó porque nada preocupa más que la inestabilidad. Sin embargo la política no es un asunto de buenos deseos. Porque como bien señala el PRD que no es bueno para el país, concretar todo el poder en una sola persona ni regresar a la etapa de un régimen de partido de Estado que ponga en riesgo las elecciones libres y confiables; por desgracia hoy el Presidente en lugar de aceptar fallas y errores, valorar otras opiniones y rectificar, hace de la obstinación una virtud, a pesar de los altos costos que acabaremos pagando todos.


Como dijo Octavio Paz respecto a Echeverría: “..su gobierno fue más de gestos que de hechos. Contaba más lo que se decía que lo que se hacía y se arruinó al país con una política dispendiosa e irreflexiva”. Ha pasado un año, trabajemos para construir la izquierda democrática y progresista que desde la socialdemocracia y impulse estabilidad, justicia social y legal, y sobretodo defienda al INE