/ martes 23 de abril de 2019

Anáhuac Global | ¡Benditas Redes Sociales!

Por: Laura Coronado Contreras

Desde su discurso de toma de posesión como Presidente de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador ha mencionado el poder de las redes sociales -bendiciéndolas- ya sea por generarle votos, porque pueden demostrar el interés de la ciudadanía en un tema de la agenda pública, o bien, para usarlas de base para discutir la participación de Jorge Ramos en la conferencia matutina del Ejecutivo federal.

Napoleón decía que “cuatro periódicos hostiles son más temibles que 100 mil bayonetas”. ¿Qué sucede cuando son cientos o miles los usuarios que pueden expresarse libremente en lo que podemos llamar una verdadera polis?

La “arena política” se encuentra -como nunca antesbajo el escrutinio de los cibernautas y los gobernantes pueden conocer el pulso de sus iniciativas o decisiones en tiempo real. ¿Esto nos convierte en una sociedad más democrática? ¿Efectivamente existe una “polarización” como consecuencia de las redes sociales?

El autor de “Rebelión en la granja”, George Orwell, menciona en dicha obra que “la libertad significa tener el derecho de decirle a la gente lo que no quiere oír” y, efectivamente, la libertad de expresión es un instrumento de desarrollo personal y medio para garantizar otros derechos individuales, una herramienta para la expansión del conocimiento y un elemento del proceso político democrático. Es por ello que su protección es esencial para cualquier sociedad y el ciberespacio se ha convertido en el medio ideal para su ejercicio.

Por su parte, la escritora británica Mary Anne Evans, bajo el seudónimo de George Eliot, señalaba que “bendito sea el hombre que no teniendo nada que decir, se abstiene de demostrárnoslo con sus palabras”, y es que al ser tan accesibles, las redes sociales constituyen un arma de doble filo.

Muestra de ello es que, tras el incendio de la Catedral de Notre Dame, las muestras de solidaridad no se hicieron esperar, convirtiendo el suceso en un “trending topic”, es decir, que una gran cantidad de usuarios comentaban del tema en distintas plataformas sociales. No obstante, a partir de que un sinnúmero de personas comenzaron a compartir sus fotos con el edificio histórico de fondo, se desató una discusión sobre ello. ¿Significaban empatía con los ciudadanos franceses y la pérdida que representaba para la humanidad el daño a una construcción que había sobrevivido incluso a la Revolución Francesa, o bien, sólo se trataba de “presumir” los viajes a una de las capitales más importantes del mundo y de convertir una tragedia en una forma de ganar popularidad?

Uno de los ejemplos más emblemáticos fue el del cantante Carlos Rivera, quien, inclusive, fue tachado de “Whitexican”, un término despectivo que hace alusión a los mexicanos que mezclan el inglés y el español cuando hablan y presumen sus viajes en redes sociales. Más allá de la “polarización”, la interacción en el ciberespacio nos refleja que “el derecho a disentir” es uno de los menos protegidos en las llamadas “democracias modernas.”

Por ello, aunque todos estemos expuestos en redes sociales, como decía el jurista español Enrique Tierno Galván: “Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad”.

*Investigadora Adscrita al Centro Anáhuac de Investigación en Relaciones Internacionales (CAIRI). Autora del libro “La Libertad de Expresión en el Ciberespacio” por Tirant Lo Blanch. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT

Por: Laura Coronado Contreras

Desde su discurso de toma de posesión como Presidente de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador ha mencionado el poder de las redes sociales -bendiciéndolas- ya sea por generarle votos, porque pueden demostrar el interés de la ciudadanía en un tema de la agenda pública, o bien, para usarlas de base para discutir la participación de Jorge Ramos en la conferencia matutina del Ejecutivo federal.

Napoleón decía que “cuatro periódicos hostiles son más temibles que 100 mil bayonetas”. ¿Qué sucede cuando son cientos o miles los usuarios que pueden expresarse libremente en lo que podemos llamar una verdadera polis?

La “arena política” se encuentra -como nunca antesbajo el escrutinio de los cibernautas y los gobernantes pueden conocer el pulso de sus iniciativas o decisiones en tiempo real. ¿Esto nos convierte en una sociedad más democrática? ¿Efectivamente existe una “polarización” como consecuencia de las redes sociales?

El autor de “Rebelión en la granja”, George Orwell, menciona en dicha obra que “la libertad significa tener el derecho de decirle a la gente lo que no quiere oír” y, efectivamente, la libertad de expresión es un instrumento de desarrollo personal y medio para garantizar otros derechos individuales, una herramienta para la expansión del conocimiento y un elemento del proceso político democrático. Es por ello que su protección es esencial para cualquier sociedad y el ciberespacio se ha convertido en el medio ideal para su ejercicio.

Por su parte, la escritora británica Mary Anne Evans, bajo el seudónimo de George Eliot, señalaba que “bendito sea el hombre que no teniendo nada que decir, se abstiene de demostrárnoslo con sus palabras”, y es que al ser tan accesibles, las redes sociales constituyen un arma de doble filo.

Muestra de ello es que, tras el incendio de la Catedral de Notre Dame, las muestras de solidaridad no se hicieron esperar, convirtiendo el suceso en un “trending topic”, es decir, que una gran cantidad de usuarios comentaban del tema en distintas plataformas sociales. No obstante, a partir de que un sinnúmero de personas comenzaron a compartir sus fotos con el edificio histórico de fondo, se desató una discusión sobre ello. ¿Significaban empatía con los ciudadanos franceses y la pérdida que representaba para la humanidad el daño a una construcción que había sobrevivido incluso a la Revolución Francesa, o bien, sólo se trataba de “presumir” los viajes a una de las capitales más importantes del mundo y de convertir una tragedia en una forma de ganar popularidad?

Uno de los ejemplos más emblemáticos fue el del cantante Carlos Rivera, quien, inclusive, fue tachado de “Whitexican”, un término despectivo que hace alusión a los mexicanos que mezclan el inglés y el español cuando hablan y presumen sus viajes en redes sociales. Más allá de la “polarización”, la interacción en el ciberespacio nos refleja que “el derecho a disentir” es uno de los menos protegidos en las llamadas “democracias modernas.”

Por ello, aunque todos estemos expuestos en redes sociales, como decía el jurista español Enrique Tierno Galván: “Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad”.

*Investigadora Adscrita al Centro Anáhuac de Investigación en Relaciones Internacionales (CAIRI). Autora del libro “La Libertad de Expresión en el Ciberespacio” por Tirant Lo Blanch. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT