Por: Yann Marcadet
¡Se trata de la “fuga de información más grande de la historia del deporte”! Así lo considera el sitio de investigación francés Mediapart, refiriéndose a FootballLeaks. En 2015, el periódico semanal alemán Der Spiegelrecibió casi dos terabytes de datos relativos al mundo del fútbol profesional. Durante meses, los periodistas de la red European Investigative Collaborations trataron esta montaña de documentos con relación a los contratos de los jugadores, la evasión fiscal y el monto de los fichajes y de las comisiones. Desde el 2 de diciembre de 2016, el grupo de periodistas ha divulgado progresivamente la información que involucró a los más grandes clubes, jugadores, entrenadores y agentes deportivos.
En Francia, el pasado jueves 8 de noviembre, dos medios de comunicación, Mediapart y el programa de televisión Envoyé Spécial, agregaron un episodio más a la serie FootballLeaks, incriminando al mayor club de fútbol francés actual, el París Saint-Germain (PSG). Entre los elementos que provocaron polémicas,resalta el “bono de agradecimiento al público”. Para aumentar su salario y para crear una (hipócrita) buena relación con la afición, los contratos de los jugadores parisinos estipulan que recibirán un bono salarial si aplauden al público al final del partido. ¿Realmente se necesita un estimulante económico para eso?
Pero la información que realmente escandalizó a Francia fue la revelación de prácticas racistas en el fichaje de los jugadores jóvenes para el centro de formación del PSG. Los reclutadores clasificaban a los futbolistas adolescentes en cuatro grupos étnicos: “francés”, “magrebí”, “africano” y “antillano”. En un país tan exacerbado por las cuestiones étnicas, sobre todo desde los atentados de 2015, y marcado por un éxito creciente de las ideas de ultra derecha,este descubrimiento no pasa desapercibido. Primero, porque el reclutamiento profesional bajo criterios étnicos es ilegal en Francia. Segundo, porque las razones del uso de estas categorías son profundamente racistas.
En un debate televiso del programa futbolístico más popular de Francia, L’AfterFoot, los diferentes participantes (entrenadores y periodistas) confirmaron efectivamente la existencia de prejuicios racistas, no solo en el PSG, sino en el conjunto del fútbol profesional francés. Según ellos,los estereotipos persisten y para muchos reclutadores los negros serían “atléticos y potentes”, ideales “para ser delantero”; los árabes serían “jugadores más técnicos”, ideales “para ser mediocampista” y los blancos serían “más serios y disciplinados”, ideales para ser “portero y/o capitán”… Parece una clasificación racista del tiempo del imperio colonial francés cuando todavía unos pensaban que existían razas biológicas. Esta manera de pensar es particularmente sorprendente, chocante y ridícula en un país mestizado como Francia, que ha logrado sobresalir en fútbol (¡pero no solamente!) gracias a la mezcla de diversos orígenes étnicos.
*Profesor e investigador de la Facultad de Estudios Globales en la Universidad Anáhuac México
